#hoyleemos: “Los santos inocentes” de Miguel Delibes

  “¡señorito, por sus muertos, no tire!

no pudo reportarse, cubrió al pájaro con el punto de mira, lo adelantó y oprimió el gatillo y, simultáneamente a la detonación, la grajilla dejó en el aire una estela de plumas negras y azules, encogió las patas sobre sí misma, dobló la cabeza, se hizo un gurruño, y se desplomó, dando volteretas, y, antes de llegar al suelo, ya corría el Azarías ladera abajo, los ojos desorbitados, regateando entre las jaras y la montera, la jaula de los palomos ciegos bamboleándose ruidosamente en su costado, chillando,

     ¡es la milana, señorito! ¡me ha matado a la milana!

y el señorito Iván tras él, a largas zancadas, la escopeta abierta, humeante, reía,

     será imbécil, el pobre,

como para sí, y, luego elevando el tono de voz,

     ¡no te preocupes,  Azarías, yo te regalaré otra!

pero el Azarías, sentado orilla una jara, en el rodapié, sostenía el pájaro agonizante entre sus chatas manos, la sangre caliente y espesa escurriéndole entre los dedos, sintiendo, al fondo de aquel cuerpecillo roto, los postreros, espaciados, latidos de su corazón, e inclinado sobre  él, sollozaba mansamente,

     milana bonita, milana bonita…

Los santos inocentes / Miguel Delibes — Ed. Destino
Los santos inocentes en Wikipedia
Los santos inocentes en las Bibliotecas UPM

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