5 partículas, 1 único modo de vida y una gran incóginita: ¿QUÉ ES UN HÁBITAT?
¿Es algo físico? ¿Es un conjunto de sentimientos?
¿Es un modo de vivir? ¿O de convivir?
¿Se puede vivir sólo en un hábitat?
¿Cómo se habita un habitat?
¿Es independiente?
¿Es seguro? ¿Tiene intimidad?
¿Se adapta? ¿Se puede modificar con el tiempo?
Así como ocurre con el ser humano, el producto más complejo de la naturaleza, todo se compone de partículas y células fundamentalmente definidoras de cada espacio. Macromoléculas o pequeñisimas células es lo que diferencia una persona de otra, al igual que ocurre con los espacios arquitectónicos.
Muchas veces, buscando los más confortables nos olvidamos de la esencia que debe aportar cada uno de ellos. Es por eso que para este proyecto planteo 5 elementos definidores de los que he considerado los espacios imprescindibles en lo que yo he entendido como HÁBITAT
Unos diseños prácticos pero muy pensados para hacer los espacios lo más funcionales posible, ya que se han previsto para ser el elemento central de cada una de las atmósferas que se generan.
Estos elementos serán depositados por influencia de las condiciones vienesas externas sobre una retícula biselada que permitirá posteriormente crear la estructura de acondicionamiento interno. Es en ese momento cuando nacen las atmósferas, individuales pero contribuyentes a un concepto común que es el hábitat.
En referencia al plano en planta, ‘Conditioning spaces’, dos hábitats entendidos para la vida cotidiana, residencial, dispuestos en las zonas Este y Oeste del complejo, acotan de manera lateral el espacio central de actividades comunes así como accesos particulares a los hábitats.
De esta manera, se ha previsto un hábitat habilitado para actividades productivas en la parte superior, con capacidad de ser fagocitado por uno de los hábitats residenciales, aumentando las posibilidades de desarrollo personal. Por otro lado, se prevee un hábitat turístico, parcialmente separado de los demás para mayor confort, ya que se ha pensado como un lugar de descanso para visitantes de esta confluida ciudad.
Un proceso de investigación y diseño, determina la piel que acota estos hábitats. Esta piel permite el completo acondicionamiento para garantizar la intimidad y privacidad de los usuarios. No obstante, no es la única capa del cerramiento. Externamente, una segunda piel más ligera, compuesta de una tipología de varillas de fibra de carbono cosidas con una membrana, será capaz de mantener la resistencia del conjunto ante las condiciones meteorológicas, así como mantener el buen estado de la piel interior.
Se plantea un sistema de unión de piezas ‘Bubbling ceiling pieces’ considerado como la solución óptima para garantizar la resistencia de esta estructura.
Estas piezas adoptan su posición en el plano, guiadas por la malla biselada mencionada antes, de tal manera que acotan el hábitat dejando espacios para la ventilación cruzada en diversos puntos (piezas desconectadas). Se prevee una entrada principal, desde la zona comunitaria central, y otro acceso a pequeñas áreas exteriores de carácter privado en cada hábitat (en los exteriores del conjunto).
Una envolvente exterior formada por una subestructura en palitos de madera cosido por una membrana textil permeable, hace que el volumen adopta una forma con variaciones de alturas a lo largo de cada hábitat: en definitiva, la altura de techo cambia según el punto del hábitat debido a la demanda de necesidades.
Cada uno de estos conjuntos forma parte de un tejido urbano con influencias marinas. Se encuentran embebidos en una base orgánica que los cose en planta, unifica sus esencias planteadas desde un principio y se pierde con la estructura acuática característica del Danubio.
Esto es Elemental.
