Dentro de nuestras líneas de investigación destaca la que tiene que ver con el análisis de estudios de Impacto Económico de puertos (“EIEP”) donde hemos desarrollado tanto estudios de corte académico publicados en diferentes revistas indexadas, como estudios prácticos de evaluación en diferentes contextos portuarios y que han evaluado tanto el impacto de infraestructuras portuarias en explotación, como el impacto económico derivado del desarrollo de grandes obras de inversión
Los Estudios de Impacto Económico (EIE) están ampliamente extendidos en muchos sectores. En estos estudios se trata de analizar la repercusión económica que una determinada actividad tiene a cierta escala geográfica (local, comarcal, regional, nacional, supranacional, …) basándose en la medida de los efectos de dicha actividad en determinados indicadores económicos tales como el Valor Añadido Bruto (VAB), participación en el PIB, el empleo generado la o recaudación fiscal generada.
No son pocos los detractores que con carácter general los acusan de corresponder a estudios de parte, contratados por grupos de interés con el objetivo de poner en valor los beneficios de la actividad que desarrollan sin seguir procedimientos rigurosos y con escasa base económica, donde se sobrevaloran los efectos positivos y se ocultan las externalidades o dejan sin considerar otros elementos como los costes de oportunidad.
La aplicación de EIE en el campo de transportes como complemento en las fases de evaluación de proyectos de inversión o en el marco de procedimientos de evaluación ambiental es relativamente común. Dentro de esta área de actividad, el desarrollo específico de Estudio de Impacto Económico de Puertos (EIEP) cuenta con una larga tradición que comenzó a mediados de la década de los 60 en puertos de Estados Unidos y que a lo largo de más de 50 años se ha extendido a todo el mundo usando diferentes aproximaciones metodológicas que han ido convergiendo y estandarizándose lo que permite formular estudios comparativos entre distintos puertos o entre las diferentes actividades que en un puerto se desarrollan.
Contribuciones más relevantes
Esta línea la comenzamos desde la Autoridad Portuaria de Ferrol – San Cibrao, donde se desarrollaron unos primeros estudios en el año 1992 (Fraga y Seijas, 1992) que fueron completados por el Ente Público Puertos del Estado entre 1992 y 1995 en el marco de un proyecto más amplio que abarcaba al conjunto de puertos de interés general de Galicia (TEMA 1992, 1994b y 1995) y que suposo la primera aplicación práctica en España de la metodología Input-Output desarrollada por la Maritime Administration (“MARAD”) del Departamento de Estado de Transportes de Estados Unidos con el apoyo del sofware “Port Economic Impact Kit“
Estos estudios fueron continuados primero con los realizados en el año 2000 y que evaluaban el efecto que produciría en la economía regional las actuaciones previstas en los planes de inversión incluidos en el Plan Director del Puerto de Ferrol y, en concreto, el efecto derivado de la inversión de aproximadamente 200 millones de euros en las nuevas obras del Puerto Exterior (CEET, 2000a), y posteriormente con el análisis realizado en el año 2008 (CONSULTRANS, 2008).
Todos estos estudios los recogimos en un artículo publicado en el año 2018 por la Revista de Economía de Galicia y bajo el título “Impacto Económico del puerto de Ferrol: Armnización de Resultados al año de Referencia 2016 y comparación con otros puertos estatales” que puedes descargar en este enlace.
Adicionalmente, durante los años sucesivos hemos ido recopilando un gran conjunto de EIEP desarrollados por puertos españoles lo que nos ha permitido construir una base de datos con las que realizar un benchmarking exhaustivo y analizar el efecto que ha generado tanto la industria portuaria como la industria dependiente de ésta en el Empleo y en el Valor Añadido Bruto (VAB) de las regiones donde se asientan diferentes puertos de interés general. Con ello se han sacado conclusiones sobre productividades (empleos/TN o VAB/Tn y VAB/empleo) y el diferente impacto en función del tipo de tráfico.
Estos estudios se han recopilado en el trabajo “Employment and Gross Value Added Generated by Port Infrastructures: A Bibliographical Review and Empirical Findings to Support Policy Maker Decisions” publicado por la revista Transactions of Marine Scicence en Abril de 2021 y que puedes consultar y descargar siguiendo este enlace.
En el el artículo titulado “Estudios de Impacto Económico en Infraestructuras de Transporte: EL caso Portuario” que será publicado en Junio de 2021 en la Revista de Métodos Cuantitativos para la Economía y la Empresa editado por el Departamento de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica de la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla (España) analizamos en profundidad todas las técnicas disponibles, realizando una revisión bibliográfica extensiva y analizando su evolución histórica y clasificación , para después discutir su utilización y justificación realizando una revisión crítica de los diferentes métodos, comparar los extendidos EIE mediante metodología Input-Output (I-O) con los estudios Coste – Beneficio y finalizando con una revisión de los resultados obtenidos en diversos estudios, conclusiones y recomendaciones para próximas líneas de investigación .
Por último en el marco de nuestra tésis doctoral “Historia, evolución y perspectivas de futuro en la utilización de técnicas de simulación en la gestión portuaria” analizamos, entre otros aspectos, como las técnicas de simulación han proporcionado una herramienta adicional para evaluar el impacto económico de infraestructuras portuarias y en concreto como las técnicas usando el paradigma de Sistemas Dinámicos (en contraposición con los de Eventos Discretos y Simulación Basada en Agente) permiten parametrizar estos estudios a través de las relaciones que se producen entre la actividad portuaria y determinadas macroeconómicas.
Historia de los Estudios de Impacto Económico en Puertos
El desarrollo de los estudios de impacto económico de los puertos, al menos en lo que respecta a su difusión científica, comenzó en Estados Unidos a mediados de la década de los 60. Anderson (1964) investiga el puerto de Ensenada (México), Schenker (1965) se centra en el impacto de un puerto de su comunidad urbana, Schenker (1967), Hille y Suelflow (1969) y Schenker et al. (1970) sientan las bases para la realización de estudios cuantitativos del impacto de los puertos en su hinterland.
En la década de los 70 destacan las investigaciones de Watson et al. (1970), Francis (1970), Rose (1970), Port of Seattle Commision (1971), Schenker (1972), Condor y Tynerson (1972), Dunphy et al. (1973), Ryan y Adams (1973), Bragg et al. (1974) y Pender y Wilder (1974). Como denominador común, todos estos estudios trataban de evaluar el impacto total o la repercusión media por tonelada de las actividades portuarias en el empleo y en la renta de una región.
Waters (1977) realiza una crítica a estas investigaciones señalando que no pueden ser utilizadas como una herramienta de planificación portuaria al adolecer de defectos teóricos que no cuantifican los efectos marginales derivados de las inversiones públicas en los puertos. Las carencias más significativas que señala este autor son: no capturar los cambios en las relaciones entre agentes que pueden venir derivados de cambios tecnológicos; no tener en consideración el impacto de las importaciones en la región portuaria; incorpora una hipótesis cuestionable de que las exportaciones de una región incrementan los ingresos de la misma permaneciendo los precios constantes; y que los gastos de la industria portuaria tienen un efecto inducido en los ingresos de dicha región.
Como solución a estas carencias propone que se utilice la metodología de tablas input-output en el contexto de desarrollo de los estudios de impacto económico en los puertos. Destaca las ventajas de este análisis frente a otros tales como el análisis de base económica, que se centra en un estudio de ingresos y gastos y los multiplicadores provenientes de estudios de otros puertos.
Chang (1978) defiende los estudios de impacto económico e indica que los defectos metodológicos se deben a la propia naturaleza estática de los modelos aplicados (TIO). Según este autor los modelos deben utilizarse para analizar el impacto de las actividades portuarias en un año en particular, siendo herramientas necesarias para justificar las inversiones a realizar en un puerto y para testar la rentabilidad de las mismas.
Recomienda que se empleen junto con análisis de productividad y otros estudios sobre la utilización del puerto de forma que el análisis de impacto económico no sustituya sino se complementen el de coste-beneficio.
Little (1979) realiza una investigación donde trata de presentar una estandarización metodológica que permita su comparación. Esta metodología es una adaptación portuaria “ad hoc” del clásico modelo TIO. Posteriormente, se han realizado sucesivas adaptaciones MARAD (1982; 1995; 2000). En el último informe se analizan 30 sectores incluyendo la modelización de las operaciones relativas a todo tipo de tráficos (contenedores, graneles líquidos, sólidos, carga general, automóviles, cruceros, pasajeros, ferries, etc…) y obras de construcción y dragados.
Little (op.cit) establecía una metodología para determinar, por un lado, los impactos directamente relacionados con las actividades del puerto y, por otro, lo que denomina estimación de efectos secundarios. Para conocer los impactos directos señala la necesidad de hacer estudios de campo específicos considerando los usuarios y prestatarios de servicios, y el grado de dependencia de los mismos con el puerto y, en una segunda fase, se procede a la obtención de los datos de su actividad. Para el establecimiento de efectos secundarios enuncia que se podrían implementar tres métodos: la utilización de multiplicadores de base económica y las TIO.
La utilización de multiplicadores de base económica se basa en la consideración de dos grupos dentro de la región sometida a estudio. El primero con las empresas que producen bienes y servicios que son exportados fuera de la región y un segundo con las empresas de carácter local.
El empleo de multiplicadores de comercio interregional en estudios de impacto económico se desarrolla partiendo de la teoría de determinación de ingresos (Keynes, 1936) y basados en la relación entre los ingresos y las componentes del mismo (consumo,inversiones, gastos gubernamentales, importaciones y exportaciones).
Sin embargo, la premisa básica de la metodología TIO es establecer las relaciones por las que cada industria vende su producción a otras industrias o consumidores finales y en contrapartida compra bienes y servicios de otras industrias o productores primarios (capital o mano de obra). El rendimiento de cada sector, por tanto, se ve afectada por la demanda final y las interrelaciones sectoriales. Desde el punto de vista teórico, la desagregación sectorial es la que permite una mejor y más acertada aplicación al caso portuario si bien, pero se trata de un método costoso en cuanto a la confección de dichas tablas y deben tomarse como referencia las publicaciones de organismos oficiales encargados de recopilar estos datos.
A partir de la década de los 80 los estudios de impacto económico en los puertos son muy significativos y se pone de manifiesto a través de numerosos autores, Davis, 1983, Suykens, 1989, Gripaios y Gripaios, 1995, Verbeke y Debisschop, 1996, Gripaios, 1999, Crompton, 2006, Benaccio et al., 2000, Musso y Benacchio, 2006, Musso et al., 2011 y Danielis y Gregori, 2012.
En los últimos años estos estudios han ido homogeneizando las metodologías, sobre todo, en relación a la interpretación de los resultados. Actualmente, se consideran una herramienta útil para dar a conocer los beneficios de un puerto en la comunidad en la que está asentado y, para utilizarla como un indicador más de la rentabilidad, productividad, competencia y competitividad de los puertos (Villaverde-Castro y Maza-Fernández, 2015).