RESUMEN
Bajo el acrónimo GRC (Gobernabilidad – Riesgo – Cumplimiento) se engloban un conjunto de técnicas y estrategias que una organización debiera implantar para administrar de una manera holística y eficiente su gobierno corporativo y gestionar adecuadamente los riesgos empresariales a los que está expuesta, todo ello en un contexto de cumplimiento de sus obligaciones regulatorios o estatutarias.
Un enfoque integrado del buen gobierno, de la gestión de los riesgos y del cumplimiento es una ventaja competitiva. Toda organización con un eficaz sistema GRC tiene un mayor conocimiento propio, un mayor nivel de control de los riesgos que asume, y por lo tanto desarrolla con mayor criterio su planificación estratégica, alcanzando con mayor facilidad sus objetivos, mejorando su reputación en un entorno donde la imagen pública y el respeto reputacional son claves.
Salvo muy pocas excepciones, parece que esta onda no ha alcanzado todavía con fuerza a las Autoridades Portuarias. No tardará mucho en hacerlo y se sumará a otras tendencias que hoy parecen capitalizar la atención de los líderes portuarios.
El gestor portuario está obligado a identificar y optimizar la gestión de sus procesos y los riesgos aparejados, controlar continuamente el cumplimiento regulatorio e identificar los costes de este cumplimiento tratando de maximizar beneficios que proporciona un enfoque conjunto de alienar estos aspectos con la estrategia de su puerto.
Eventos de los últimos años como el reto que en la seguridad introdujo los atentados de Septiembre de 2011 que afectaron directamente a la Autoridad Portuaria de New York – New Jersey, las explosiones que arrasaron terminales en Tianjin en 2015 o Beirut en 2021, el hundimiento del buque Prestige y otros que le precedieron, los ciberataques sufridos por ciertos puertos como los de San Diego o Barcelona y navieras como Mearsk, las consecuencias que se prevé pueda introducir el cambio climático en las infraestructuras y servicios portuarios, o los efectos en los puertos de las crisis financieras de 2008 o del COVID 2019 son algunos ejemplos que han hecho tomar conciencia de la necesidad de reforzar el análisis de riesgo en los puertos.
El bloqueo del Canal de Suez durante 6 días en marzo de 2021 como consecuencia del accidente del buque portacontenedores Ever Given puede suponer, sin duda, el detonante definitivo de un nuevo enfoque y la apertura de un debate sobre los riesgos asociados a la alta dependencia del comercio global en relación a ciertas rutas y a los que introduce el incremento constante del tamaño de los buques y lo que esto supone en relación a infraestructuras básicas en puertos y canales de navegación.
ABSTRACT
Under the acronym GRC (Governance – Risk – Compliance) there is a set of techniques and strategies that any organization should implement to comprehensively and efficiently manage its corporate governance and properly manage the business risks to which it is exposed, all in a context of compliance with its regulatory or statutory obligations.
Having an integrated approach to governance, risk, and compliance management is a competitive advantage. Every organization with an effective GRC system has greater self-knowledge, a higher level of control of the risks it assumes, and therefore develops with greater criteria its strategic planning, thus achieving its objectives more easily and improving its reputation in an environment where public image and reputational respect are key.
With very few exceptions, it appears that this wave has not yet reached the Port Authorities strongly. It will not take long to do so and will add to other trends that now seem to capitalize on the attention of port managers.
Any port manager is obliged to identify and optimize the process management and related risks, continuously control regulatory compliance and identify the costs of this compliance by trying to maximize benefits that provide a joint approach to aligning these aspects with the strategy of their port.
Events in recent years such as the security challenge introduced by the September 11 attacks affecting directly the Port Authority of New York and New Jersey , the explosions that swept the terminals in Tianjin in 2015 and Beirut in 2020, the sinking of the Prestige ship and others that preceded it, the cyber attacks suffered by certain ports such as those in San Diego and Barcelona and shipping companies such as Maersk, the expected consequences of climate change in port infrastructures and services, and the port effects of the 2008 financial crisis or COVID-19 are some examples that have raised awareness of the need to strengthen risk analysis at ports.
The Suez Canal blockage for 6 days in March 2021 as a result of the accident of the Ever Given Mega – Container Vessel may undoubtedly involve the trigger for a new approach and the opening of a debate about the risks associated with the high dependence on global trade in relation to certain routes and to which it introduces the steady increase in the size of ships and what this entails in relation to basic infrastructures in ports and navigation channels