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El reto demográfico y herramientas de la ecología industrial para abordarlo

El desarrollo económico de las sociedades humanas desde la mitad del siglo pasado, así como el aumento exponencial de la población mundial, está provocando que en las ciudades viva cada vez más y más gente. Según la base de datos del World Bank, la población mundial ha aumentado desde 3.032 millones de personas en 1960 hasta 7.594 millones en 2018. En 1960 la población urbana suponía el 33,61% del total y en 2018 supuso el 55,27%; es decir, a día de hoy viven 3.148 millones de personas más en las ciudades que hace 60 años. Las estimaciones apuntan que esta tendencia continuará al alza en todo el mundo y más rápidamente en los países que se encuentran en vías de desarrollo. En ocasiones se utiliza el porcentaje de población urbana como índice de desarrollo de los países.

España no es ajena a esta situación. Tras el espectacular éxodo rural sufrido entre 1950 y 1980, las urbes han seguido creciendo paulatinamente, y en 2019 ya concentraban el 80,6% de la población española. Para 2050, según la ONU, España alcanzará el 88% de población urbana. Cabe recalcar que este descenso en términos relativos de la población rural, también lo es en términos absolutos.

Figura: Evolución de la población mundial. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la ONU

La despoblación rural española suele simultanear crecimiento vegetativo negativo y saldo migratorio negativo. Las causas de las migraciones hacia el medio urbano son bien conocidas: amplia oferta de empleo y más cualificado, mejores servicios (en especial sanidad y educación), mayores relaciones sociales, la mecanización agraria,… El resultado es que, pese a que la densidad de población de España es de 93 hab/km2, grandes extensiones no alcanzan a día de hoy más de 10 hab/km2, como aparece en el mapa inferior del año 2018.

Mapa de densidad de población en España 2018 (hab/km2). Fuente: Wikipedia

El abandono de estas zonas rurales lleva implícito riesgos medioambientales, sociales y económicos que resumo a continuación:

  • Desertización poblacional que provoca desertización edáfica: el cambio climático, el clima semiárido de España y el abandono de tierras son tres ingredientes que facilitan enormemente la desertificación de gran parte del territorio español. La pérdida de fertilidad y erosión del suelo ponen en jaque a la capacidad española de autoabastecerse de alimentos.
  • Incendios Forestales: el abandono del monte, de las explotaciones forestales, silvicultura, pastos herbáceos, etc. Lleva consigo la acumulación de biomasa en los bosques españoles; combustible perfecto para la propagación de grandes incendios forestales.
  • Modelos de ganadería y agricultura intensiva: la despoblación rural provoca que el abastecimiento alimentario se asiente sobre modelos de producción agropecuaria con un gran impacto ambiental como el que puedan tener los purines, las emisiones de gases de efecto invernadero, los fertilizantes, pesticidas…
  • Cambios en la propiedad y usos del suelo: estrechamente relacionado con lo anterior, la tendencia apunta a que la propiedad de la tierra en España se está reduciendo a unas pocas manos de fondos de inversión y grandes capitales. En la uva de mesa, tres grupos empresariales controlan ya el 85% de la producción y comercialización según COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos). La rentabilidad que buscan a medio y corto plazo es incompatible con la sostenibilidad social y ambiental que requiere el campo español.
  • Pérdida del patrimonio y legado cultural: la desaparición de cientos de aldeas y pueblos del territorio español viene acompañada de la pérdida de valores intangibles no monetizados como son el saber tradicional, el conocimiento de las especies y la biodiversidad, el patrimonio artístico y arquitectónico, fiestas populares, gastronomía etc.
  • Presión demográfica sobre ciudades: el crecimiento de las ciudades, entre otras causas, por la despoblación rural; supone un desafío en muchos aspectos. Gestión de residuos, de las aguas residuales, calidad del aire, transporte y movilidad, vivienda, igualdad social o conciliación laboral. Descongestionar las grandes urbes pasa por repoblar el medio rural.
Logo del ODS número 11 de las Naciones Unidas que hace referencia a la sostenibilidad de ciudades y comunidades humanas (Agenda 2030)

Diagnosticado el problema, ¿qué podemos hacer al respecto?

Desde la ecología industrial y su visión de la industria y las actividades humanas como un ecosistema, se nos ofrecen varias alternativas que pueden ayudar a retener población en el medio rural. Recordemos que toda solución que se plantee debe pasar por ofrecer un medio de vida digno dentro de una comunidad. Algunas de las soluciones son:

  • Pago por Servicios Ambientales (PSA): Los pagos por servicios ambientales suponen un sistema de incentivos al propietario de la tierra de modo que este recibe una retribución por mantener o dedicar dicho terreno a una actividad beneficiosa para el medio ambiente. Si bien este sistema viene siendo utilizado desde hace ya bastantes años, veo necesaria su ampliación y modificación. Si sabemos que el medio rural es indispensable para el medio ambiente, todas las administraciones han de trabajar de forma coordinada para que las ayudas económicas lleguen al destinatario que debe. La Política Agrícola Común la considero una forma de PSA, o al menos debería serlo. Supone una parte muy importante de las ayudas al desarrollo rural, así como una fracción de los ingresos en los agricultores y ganaderos españoles que ronda de media el 30%. Los avances en esta política en los últimos años pese a seguir una línea positiva son muy escasos. Se ha de lograr una PAC con un presupuesto mayor, acorde al desafío que supone. A su vez, un modelo de PAC más equitativo que limite las ayudas por hectárea a un mismo perceptor, y que de esta manera beneficie a más gente y a los trabajadores del campo con menos recursos, para evitar así su migración. En la misma línea, dedicar parte del presupuesto a atraer a jóvenes de las ciudades es vital para el rejuvenecimiento del campo español. Actualmente, la agricultura ecológica ya recibe más ayudas que la convencional intensiva, sin embargo, también debería buscarse fomentar un modelo de producción y consumo local, agroecológico.
  • Sistemas de Producción Integrada: Son modelos de producción que integran y complementan entre sí el uso y manejo de cultivos agrícolas, silvícolas y diferentes especies de animales domésticos, con el fin de mejorar la productividad y la sostenibilidad económica y ambiental de la explotación. Estos sistemas optimizan las entradas de materia y energía, aumentando la cantidad de producto y reaprovechando subproductos; de manera que la rentabilidad frente a la producción agropecuaria convencional es mucho mayor. Ejemplos de estos sistemas son desde el tradicional silvopastoreo de las dehesas, hasta la innovadora acuaponía. Otros sistemas son: la agrosilvicultura, agrosilvopastoreo, la agroacuicultura y, cobrando especial relevancia, la acuicultura multitrófica integrada. La mayor rentabilidad de estas explotaciones, así como su sostenibilidad ambiental, puede suponer un gran atractivo para jóvenes emprendedores de la ciudad y para retener a los jóvenes del medio rural.
  • Simbiosis Industrial: Si de verdad pretendemos una transformación profunda y un cambio de tendencia en las migraciones campo-ciudad, esto pasa por la reindustralización en España. El modelo económico español muy asentado en la construcción y el turismo ha estado ligado a especulación e insostenibilidad. Más allá de redefinir el modelo turístico que necesitamos a uno más nacional, de interior y en sintonía con el medio natural; la industria tiene que volver a cobrar importancia. Numerosos pueblos poseen polígonos abandonados o semi-abandonados que deben ser la sede de empresas que formen una red donde los subproductos de algunas sean utilizados como materias primas por otras. A este intercambio de materiales y energía se le conoce como simbiosis industrial y trata de convertir la economía lineal en una circular, reduciendo las salidas únicamente al producto y minimizando los recursos naturales necesarios. Para llevar a cabo esta industrialización, es necesario una gran red de empresas conectadas de forma eficiente por su cercanía geográfica o por vía ferroviaria. El tren, a mi modo de ver, tiene un papel fundamental en la recuperación del mundo rural.
  • Energía y recursos naturales: Como no se puede contradecir el segundo Principio de la Termodinámica, siempre serán necesarios energía y recursos naturales. Por suerte, España cuenta con multitud de posibilidades para obtener recursos y energías renovables. Se ha de aprovechar la silvicultura para biomasa, papel, resinas, caucho, corcho,… Y lograr así la revitalización del mundo rural. La instalación de plantas de energía eólica y fotovoltaica (y su mantenimiento), también tiene que ser un vector para la repoblación de estas áreas. Por último y muy importante, España cuenta con reservas de minerales y tierras raras necesarias para la transición energética que se avecina. No podemos desaprovechar esta oportunidad de fijar trabajadores en estas zonas y contribuir también a la sostenibilidad social. Además, estos minerales son típicamente extraídos en países con normativa ambiental más laxa o que carecen de ella, por lo que es una forma de apostar por la sostenibilidad ambiental a nivel global.

A lo largo del artículo he tratado de exponer de forma concisa la importancia del reto demográfico en España y algunas ideas que pueden resultar útiles para afrontarlo. Para poder llevarlas a cabo con éxito, es necesario una convicción política en la técnica, así como un modelo de propiedad de la tierra más justo y equitativo. Por último, se incluye un esquema extraído del informe Making the best of Europe’s Sparsely Populated Areas” elaborado por el Nordic Centre for Spatial Development y que organiza desafíos y oportunidades del reto demográfico.

Fuente: Nordic Centre for Spatial Development

Autor del post: Joaquín Caballero Chacón

Estudiante del Grado en Ingeniería en Tecnologías Ambientales de la UPM

Asignatura: Ecología industrial – Profesor: Jorge Rodríguez Chueca

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César García Aranda

Administrador del blog / Profesor en la UPM / Twitter: @cg_aranda

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