Inés González Doncel
Recently, a modification of the Spanish Forest Law (Ley 43/2003) was passed. Alarming opinions have been published in general-interest newspapers. These opinions are based in confusing clichés, such as unsustainable harvesting practice promotion, misunderstandings about the causes of forest fires,… This article was created with the intention of fostering to understand better the forest problems causes and the impact of the law modification.
El 9 de enero de 2015 el Consejo de Ministros aprobó un proyecto de ley para modificar la ley 43/2003 de Montes, que ya había sido modificada en 2006. Las reacciones que hemos leído en prensa a tal iniciativa dejan a cualquiera aterrorizados; si nos atenemos a ellas en unos años España será un desierto. Los múltiples tópicos que se han difundido no hacen más que engañar sobre la realidad de un recurso y un sector que, como consecuencia de ellos, está agonizando.
He leído varias veces el proyecto y soy consciente que es difícil dar gusto a todos, en especial a 17 comunidades autónomas, pero hay muchos cambios que son pertinentes. El más evidente y uno de los más voceados se relaciona, cómo no, con los incendios. El proyecto ha relajado, tímidamente, la injusta e ineficaz prohibición de modificar el uso de un suelo forestal incendiado durante 30 años. La prohibición existe en el Código Penal desde 1995 que, en su artículo 355, deja al juez la potestad de aplicarla en el caso de que existan indicios de intencionalidad, lo que parece lógico. A nadie se le puede penalizar por una falta que no ha cometido. Pero quien dice que la reforma abre la puerta a los incendios especulativos ignora la realidad, desconoce que las estadísticas sobre la causalidad de los incendios forestales le otorgan a este motivo valores insignificantes, próximos al cero, y desvía la atención de los verdaderos responsables. ¿O alguien cree que en España sin más que quitar el arbolado ya dispone de permiso para edificar? La mencionada prohibición ni solucionará el problema del desarrollo urbanístico ni el de los incendios forestales.