Artículo de Víctor González
Es conocido el mensaje que se ha trasmitido a la sociedad sobre la relación directa entre reciclar papel y salvar árboles. Un importante número de emails de los que recibimos diariamente incluyen advertencias sobre la trascendencia del gesto de imprimir el mensaje. Y claramente recomiendan que no lo hagamos. Además, en los últimos tiempos grandes compañías emisoras de facturas en papel están justificando su intención de pasarse a medios electrónicos por el negativo efecto que tiene su consumo sobre la naturaleza.
La recogida de papel y cartón en España, que se mantuvo en niveles bajos hasta hace quince años, ha experimentado desde entonces un impresionante aumento. ¿Ha conllevado esto un descenso de las cortas de madera para celulosa o en general? ¿sería positivo que así sucediera?
Los datos estadísticos de la producción de papel y su reciclado aparecen en el cuadro 1. Para interpretarlo es preciso aclarar antes tres conceptos con denominación similar:
· La tasa de recogida es el cociente entre el papel recuperado y el consumo de papel y cartón expresado en porcentaje.
· La tasa de utilización se calcula como el cociente entre el papel recuperado y el papel producido expresado en porcentaje.
· La tasa de reciclado se calcula como el cociente entre el papel recuperado y el consumo aparente de papel y cartón. El consumo aparente se calcula añadiendo a la cantidad producida las cantidades importadas y restando las exportadas.
Cuadro 1: Evolución de los datos del sector papelero entre 2005 y 2012. Fuente: Aspapel.
En España el papel recuperado se usa ya para fabricar más del 80% del total de papel. Es decir, que para fabricar 100 toneladas de papel de todo tipo, se utilizan 80 de papel recuperado y 20 de celulosa virgen. La utilización de árboles, por tanto, es claramente minoritaria en la fabricación de papel y cartón. Además, el reciclado del papel en España crece a un 5,2% anual. La tasa de recogida en 2012 se situó en el 73,9%. Esto significa que se recoge para su reciclaje casi el 74%.
Este incremento, sin embargo, no ha modificado el volumen histórico de cortas en nuestros montes. La evolución de las tasas de recogida y reciclaje frente a las cortas de madera para fabricar celulosa puede verse en la figura 1. Las cortas empiezan y acaban en puntos similares pese al enorme aumento de los porcentajes de reciclado. Si en vez de % usamos cantidades de papelote (papel usado) recogido en España, lo que es más correcto, obtenemos la figura 2. Tampoco aparece relación en la evolución de cortas y recogida: el papelote recogido aumenta (véase inicio y final de la curva) y las cortas se mantienen, con altibajos propios de la demanda de celulosa en la crisis. Ambos gráficos reflejan que no hay relación directa entre reciclar papel y salvar árboles en España.
Figura 1: Evolución de la tasa de recogida, la tasa de reciclaje y las cortas de madera para celulosa en España entre 2004 y 2013. Fuente: Aspapel.
Figura 2: Comparación evolutiva entre cortas de madera para celulosa realizadas en España, consumo de madera para celulosa total (nacional e importada) y cantidad de papel usado recogido. Fuente: Aspapel.
En España se cortan unos 5 millones de m3 para celulosa cada año y se consumen unos 6 millones, al importarse alrededor del 20% del suministro total. Las cortas anuales totales de madera en España, es decir, las dedicadas a celulosa más las destinadas a cualquier otro uso (tableros, aserraderos, chapas, postes etc) llevan décadas alrededor de 15 millones de m3 c/c (figura 3).
Figura 3: Evolución histórica de las cortas de madera en rollo en España. Fuente: Pinillos, 2014.
Este dato representa apenas el 35% de la “posibilidad” de corta anual que es 52,5 millones de m3 c/c y representa tanto el límite máximo sostenible de corta como el objetivo necesario y deseable para favorecer la evolución ecológica de los montes, ya que se calcula en base a su posibilidad de regeneración, buen estado sanitario y crecimiento vegetativo. El nivel de cortas frente a esta posibilidad es claramente inferior en España que en otros países de la UE (figura 4).
Figura 4: Comparación de las cortas y la posibilidad de diferentes países de la UE. Fuente: Informe UE sobre bosques, 2011.
La conclusión de estos datos es clara: pese a que se haya manifestado así tradicionalmente, en España no se observa relación directa entre el avance del reciclaje y la disminución de las cortas. Además, por motivos de gestión forestal sería deseable que estas no solo no disminuyeran sino que aumentaran, independientemente de que su destino final sea la celulosa o cualquier otro. El elevado porcentaje de papel reciclado que se fabrica en España no es un dato positivo para el bosque. En este contexto pueden entenderse mensajes como el de Greenpeace en 2011 solicitando aumentar las cortas (figura 5).
Figura 5: Nota de prensa de Greenpeace con motivo de la celebración en 2011 del año internacional de los bosques.