Fuente: theconversation.com
Este artículo publicado en The Conversation hace un recorrido por las debilidades y retos que enfrentaron buena parte de los países africanos para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en 2015 y cómo se puede aprender de ese proceso para alcanzar ahora los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030.
En la revisión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los países africanos fueron los que mostraron menos avances en muchos de los objetivos. Por ejemplo, fue el único continente que no logró reducir a la mitad la pobreza extrema para el año 2015. Ahora, con los ODS vigentes, las lecciones aprendidas de los ODM son de gran utilidad para no caer en los mismos errores.
Existe consenso en que el cumplimiento de los ODM era imposible sin que se fortalecieran algunas áreas clave como la democracia, la infraestructura, la industria, la ciencia, la tecnología y la transformación de la agricultura.
Sin embargo, los ODM no fueron un fracaso completo para África. El impacto de los ODM fue positivo en los países de África y muchos de ellos lograron grandes avances en uno u otro objetivo. Por ello, un punto de inicio para la nueva agenda puede pasar por identificar los éxitos logrados por algunos países y determinar cómo pueden ser replicados y qué se podría hacer de manera diferente.
Una de las principales críticas a la comunidad internacional en el apoyo a los países africanos para la implementación de los ODM fue el enfoque de “arriba-abajo” (“top-down”) de los donantes. Este enfoque aplicado a la financiación fue considerado parcial e injusto, ya que muchos países no podían cumplir las exigencias institucionales requeridas para atraer la financiación.
También cabe destacar un gran reto que los países africanos deben abordar para dar respuesta a la Agenda 2030: la falta de datos fiables para evaluar si se han alcanzado los objetivos. Ejemplo de ello es que el 61% de los países africanos no dispone de datos adecuados para supervisar los avances en la reducción de la pobreza y otros objetivos relacionados con los ODS.
Por último, debido a la complejidad de la Agenda 2030, es necesario poner más empeño en entender que la mayoría de los ODS están interrelacionados. Por lo tanto, la búsqueda de soluciones a través de la innovación es primordial. Fomentar la innovación en sectores como la agricultura y la energía puede contribuir muy favorablemente en la lucha contra el impacto del cambio climático y la mejora de la calidad de vida.