COMUNIDAD –

Barrio ordenado por 12 plazas; en torno a estas plazas se generan espacios de convivencia, que se dividen en dos tipos, plazas de carácter natural y urbano. En este caso el proyecto se centra en el entorno natural.

Seis plazas rodeadas por varios edificios. Estos edificios tienen la misma tipología pero se adaptan al lugar donde se emplaza cada uno.

Cooperativa de viviendas. Espacio común al que se adhieren células individuales. Los espacios compartidos aportan flexibilidad al uso que se les da y permiten integrar distintos modelos de convivencia. Esto es posible gracias a la atomización de los núcleos de comunicación y la compartimentación de los espacios: unas puertas correderas permiten cerrar por completo un espacio o abrirlo, pero también permiten una situación intermedia en la que se produce una permeabilidad entre dos espacios contiguos.

La misma tipología se adapta al contorno de diferentes plazas de carácter ‘natural’. De ahí, su variación en tamaño de los tres edificios.

Se accede a través de unos prismas de vidrio que siguen la modulación de los espacios individuales, de esta manera también actúan como cortavientos y protegen la verdadera entrada al edificio.

El principio constructivo que se sigue es el siguiente: varios muros de hormigón de diferentes longitudes van configurando el espacio colectivo a lo largo de la planta, y sobre este, se adhieren los distintos módulos de carácter individual. Estos módulos van anclados al muro de la siguiente manera: una cercha metálica ligera atornillada a una placa de anclaje, se sostiene en voladizo y sobre esta, se coloca un forjado ligero y una cubierta deck. La fachada de estos módulos es una fachada ventilada con acabado de acero cortén, lo que sigue aportando ligereza a la estructura.

De esta manera se produce una dualidad entre lo pesado del hormigón y la ligereza del acero.

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