1. Una familia de libertarios: Milton Friedman, Rose Friedman, Aaron Director y David Friedman
Milton Friedman es conocido por ser uno de los economistas más influyentes del siglo XX en la defensa de los mercados libres y el liberalismo económico, pero también estuvo rodeado de una familia que compartía sus ideas y sus contribuciones. Su esposa, Rose Friedman, economista y coautora en importantes obras como Libertad de elegir, fue una figura clave en su vida profesional y personal. Rose, además de ser coautora del libro, también participó en la serie de televisión que lleva el mismo nombre, donde ambos explicaron de manera accesible y sencilla los principios fundamentales del libre mercado y de la libertad individual. Su complicidad era evidente tanto en sus investigaciones como en la serie televisiva, donde su estilo amigable y apasionado acercó a muchos a la economía liberal.
Por otro lado, Aaron Director, cuñado de Friedman, también fue una figura relevante en el pensamiento liberal y cofundador de la Escuela de Chicago, centro neurálgico de la economía de libre mercado y del análisis económico del derecho. Director defendía que la intervención estatal en los mercados debería ser mínima y que el precio es el mecanismo óptimo para la asignación de recursos.
Por último, el legado familiar se extiende con su hijo, David Friedman, un economista y pensador libertario que ha continuado desarrollando y defendiendo las ideas sobre el libre mercado. David es conocido por su obra La maquinaria de la libertad, donde plantea ideas más radicales en defensa de una sociedad sin estado. En conjunto, esta familia de pensadores ha tenido una influencia notable en la difusión del liberalismo económico y en la defensa de la libertad individual en todos sus aspectos.
2. Los libros de Friedman: Capitalismo y libertad y Libertad de elegir
Milton Friedman fue un prolífico escritor, y dos de sus obras destacan especialmente en la defensa de la economía de libre mercado: Capitalismo y libertad (1962) y Libertad de elegir (1980).
En Capitalismo y libertad, Friedman defiende que la libertad económica es esencial para la libertad política y social. Este libro fue un manifiesto en favor de la reducción del gobierno en la economía y una defensa del capitalismo como el sistema que mejor permite alcanzar la libertad individual y el progreso económico. Allí, Friedman argumenta que el gobierno debería desempeñar un rol limitado, protegiendo los derechos individuales y proporcionando un marco legal estable.
Posteriormente, en Libertad de elegir, escrito junto con Rose Friedman, los Friedman desarrollaron estas ideas y las presentaron de forma accesible para el público general. Libertad de elegir no solo fue un libro sino también una exitosa serie de televisión, que llegó a millones de personas en los Estados Unidos y el mundo, difundiendo la idea de que los mercados libres y las decisiones individuales son el motor del crecimiento económico y la prosperidad. Aquí, Friedman popularizó la idea de que las personas, cuando se les permite actuar libremente en el mercado, generan un orden espontáneo que beneficia a toda la sociedad.
3. El primer capítulo de Libertad de Elegir: “El poder de los mercados”
En el primer capítulo de Libertad de Elegir, titulado “El poder de los mercados”, Friedman explica cómo los mercados libres permiten a los individuos tomar decisiones económicas sin la necesidad de una intervención gubernamental. Según Friedman, los mercados funcionan mejor cuando los precios reflejan las preferencias y necesidades de los consumidores, y no las imposiciones de un ente regulador. Para ejemplificar este punto, recurre a una analogía famosa: “Nadie sabe producir un lápiz”.
En esta analogía, Friedman argumenta que la producción de algo tan aparentemente simple como un lápiz depende de la cooperación de millones de personas alrededor del mundo, cada una de ellas con conocimientos y habilidades específicas. Desde los trabajadores que extraen el grafito hasta quienes cosechan la madera y producen el caucho, todas estas personas participan en un proceso que no está dirigido por una autoridad central, sino por el mecanismo de precios que coordina sus esfuerzos. Ninguna persona posee el conocimiento completo para producir un lápiz de principio a fin, y sin embargo, el sistema de precios permite que los recursos se asignen de manera eficiente para satisfacer las demandas del mercado.
Este concepto se conecta con su afirmación de que la libertad económica es la base de la libertad individual. Para Friedman, una economía de mercado no solo es el sistema más eficiente, sino también el único que garantiza la libertad personal y política. Argumenta que cualquier intento de planificar la economía centralmente conduce a la erosión de las libertades individuales, pues cuando el gobierno regula los precios o interviene en el mercado, distorsiona el mecanismo natural de asignación de recursos, llevando a ineficiencias y, en última instancia, a una pérdida de libertad.
4. Comparación con otros autores
Las ideas de Friedman en este primer capítulo están profundamente conectadas con las teorías de otros economistas de la Escuela Austriaca, como Ludwig von Mises, Friedrich Hayek y Carl Menger.
Ludwig von Mises, uno de los padres del pensamiento austriaco, destacó que el sistema de precios es esencial para la asignación eficiente de recursos en una economía. Sin un mercado libre de precios, como ocurre en las economías centralizadas, los planificadores carecen de la información necesaria para tomar decisiones racionales, lo que inevitablemente lleva al mal uso de los recursos. Esta idea es fundamental en el pensamiento de Friedman y se refleja en su defensa del mercado como el mecanismo óptimo para organizar la producción y distribución de bienes.
Asimismo, Friedrich Hayek, compañero de Friedman en la defensa de la libertad económica, aportó el concepto de “conocimiento disperso” en la economía. Según Hayek, el sistema de precios actúa como un mecanismo de comunicación que coordina las acciones de millones de personas, cada una de las cuales tiene información única y particular sobre sus propios deseos y recursos. En un mercado libre, los precios reflejan esta información dispersa, permitiendo que los individuos tomen decisiones informadas. Friedman y Hayek compartían esta visión de los precios como un vehículo de información crucial en la economía.
Por último, Carl Menger, fundador de la Escuela Austriaca, sostenía que el valor de los bienes no está determinado por su costo de producción, sino por la percepción subjetiva de los consumidores. Esta teoría del valor subjetivo también está presente en el trabajo de Friedman, quien defendía que los precios en un mercado libre reflejan las preferencias individuales y no simplemente los costos.
Si bien Friedman no compartía todas las posiciones de los economistas austriacos, su obra tiene profundas conexiones con sus ideas, especialmente en lo referente al rol de los precios y el libre mercado como fundamento de una economía próspera. A diferencia de los austriacos, Friedman era más pragmático en cuanto a ciertas intervenciones estatales, como la política monetaria, defendiendo la idea de una “regla monetaria” que limitara el poder de los bancos centrales. Pero en la esencia de su pensamiento sobre el mercado, se mantuvo en línea con la importancia de la libertad económica y del orden espontáneo que defiende la escuela austriaca.
Conclusión
El primer capítulo de Libertad de Elegir resume la creencia de Friedman en el poder de los mercados libres como la mejor vía para la prosperidad y la libertad individual. A través de su metáfora del lápiz, Friedman ilustra cómo el mercado coordina las acciones de millones de personas, y cómo los precios reflejan la información necesaria para la asignación eficiente de recursos. La influencia de su pensamiento ha sido crucial, y sus ideas sobre el mercado siguen siendo puntos de referencia en el debate económico actual, recordándonos que los mercados libres, cuando funcionan sin interferencias, permiten una coordinación y un progreso que ninguna planificación central puede igualar.