Dos visiones opuestas para la economía Moderna
Las teorías de John Maynard Keynes y Friedrich Hayek, figuras icónicas del pensamiento económico, han marcado el debate económico y político durante el último siglo. Representantes de dos visiones diametralmente opuestas, sus ideas sobre cómo gestionar las economías en crisis y cómo asegurar el crecimiento a largo plazo se han convertido en referentes para académicos y políticos en todo el mundo. A continuación, exploraremos sus vidas, sus principales obras, los puntos de desencuentro entre sus teorías y el legado que dejaron, que aún hoy sigue generando controversia.
1. ¿Quién es Keynes? ¿Quién es Hayek?
John Maynard Keynes (1883-1946), economista británico, es considerado el padre de la macroeconomía moderna. Keynes nació en una familia acomodada, con una madre que fue la primera alcaldesa de Cambridge y un padre académico en la misma ciudad. Formado en la Universidad de Cambridge, se destacó rápidamente por sus habilidades intelectuales y su capacidad de análisis económico. Keynes revolucionó el pensamiento económico al proponer que, en tiempos de recesión, el Estado debía intervenir en la economía para evitar el desempleo y reactivar la demanda, teoría que cobró gran relevancia en el contexto de la Gran Depresión.
Por otro lado, Friedrich Hayek (1899-1992), economista y filósofo austriaco, es conocido por su defensa del libre mercado y sus críticas a la intervención estatal. Educado en Viena, Hayek pertenecía a la Escuela Austriaca de Economía, que enfatiza el papel de la libertad individual y los mecanismos espontáneos del mercado. Aunque comenzó como defensor del socialismo, Hayek cambió de perspectiva, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial, argumentando que la intervención del Estado amenazaba la libertad y la eficiencia de los mercados. Sus trabajos han sido cruciales en el desarrollo de la economía liberal.
Los principales libros de Hayek son Camino de Servidumbre y La Fatal Arrogancia.
2. Keynes en Cambridge, Hayek en Londres y Chicago
El entorno académico de ambos economistas influyó enormemente en sus ideas y carreras. Keynes, quien trabajó casi toda su vida en Cambridge, estaba rodeado de un grupo de intelectuales que compartían su interés por mejorar la economía británica. Durante su estancia en Cambridge, se unió al “Bloomsbury Group”, una red de artistas y pensadores británicos que alentaban el debate sobre temas económicos y sociales. Keynes, con su enfoque práctico y político, utilizó sus teorías para asesorar al gobierno británico y a organizaciones internacionales, en particular, al elaborar el plan para la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por su parte, Hayek desarrolló su carrera en varios lugares. Tras sus primeros años en Viena, fue invitado por Lionel Robbins a dar conferencias en la London School of Economics, donde se enfrentó por primera vez con Keynes, tanto a nivel académico como personal. Posteriormente, aceptó una cátedra en la Universidad de Chicago, donde su influencia creció y donde ayudó a formar la Escuela de Chicago, un bastión del pensamiento neoliberal. Esta etapa de su carrera consolidó su posición en el debate económico y lo preparó para sus escritos más influyentes.
3. Principales obras de cada autor
Las obras de Keynes y Hayek son piedras angulares en la literatura económica. Entre los trabajos más influyentes de Keynes se encuentra “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero” (1936), donde expone la teoría keynesiana que propone la intervención estatal para estimular la economía en momentos de recesión. En este libro, Keynes introdujo conceptos como la “demanda agregada” y el “multiplicador”, y argumentó que en situaciones de crisis, una caída de la inversión privada debía ser compensada por el gasto público.
Por su parte, Hayek escribió “Camino de Servidumbre” (1944), una crítica a la planificación central y la intervención del Estado en la economía. Hayek argumentó que cualquier forma de planificación económica llevaría inevitablemente a la pérdida de libertad individual y terminaría en un régimen totalitario. Su obra se convirtió en un símbolo para los defensores de la economía de libre mercado, y su visión sobre el papel del Estado en la economía contrastaba radicalmente con la de Keynes. Además, Hayek también publicó otros trabajos importantes, como “Los fundamentos de la libertad” y “La fatal arrogancia”, donde exploró el poder del mercado y sus críticas a las intervenciones estatales.
4. Principales puntos de desacuerdo
Los desacuerdos entre Keynes y Hayek reflejan dos filosofías opuestas sobre la naturaleza y el funcionamiento de la economía. Para Keynes, las economías no se autorregulan y, durante las recesiones, es necesaria la intervención del Estado para incrementar la demanda y reducir el desempleo. Argumentaba que el mercado no es eficiente y que, en tiempos de crisis, solo el Estado tiene el poder de intervenir para evitar una espiral descendente de la economía.
Hayek, en cambio, creía firmemente en la capacidad del mercado para autoregularse y sostenía que cualquier intervención estatal desincentiva la competencia y crea distorsiones que empeoran los problemas económicos. Para Hayek, la intervención del Estado era el primer paso hacia la tiranía, y cualquier esfuerzo por controlar la economía socavaba la libertad y la eficiencia del mercado. En lugar de confiar en el gasto público, Hayek creía que el libre mercado, impulsado por el “orden espontáneo”, resolvería los problemas de forma más eficiente que cualquier intervención.
Otro punto de discordancia fue la visión del ciclo económico. Mientras que Keynes consideraba que las fluctuaciones económicas debían ser suavizadas por el gasto público en tiempos de recesión, Hayek veía estas fluctuaciones como ajustes naturales del mercado que no deberían ser interrumpidos. Para Hayek, las recesiones son el resultado de malas inversiones alentadas por políticas monetarias expansivas y deben ser resueltas permitiendo que el mercado elimine las ineficiencias.
5. Legado: Neo-keynesianos contra la Escuela Austriaca y el Premio Nobel
El legado de Keynes y Hayek ha dado forma a escuelas de pensamiento que persisten hasta hoy. Las teorías keynesianas dieron lugar a la corriente neo-keynesiana, que defendía la intervención del Estado y fue muy influyente en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Estas ideas fueron adoptadas por gobiernos en todo el mundo, que aplicaron políticas fiscales expansivas para estimular la economía. Con el tiempo, sin embargo, algunos economistas keynesianos comenzaron a incluir elementos de racionalidad microeconómica en sus modelos, creando lo que hoy conocemos como la Nueva Economía Keynesiana.
Por otro lado, la Escuela Austriaca, de la que Hayek es una de sus figuras más importantes, se centró en la crítica a la intervención del Estado y en el estudio de los ciclos económicos desde una perspectiva de libre mercado. Otras figuras pertenecientes a esta Escuela son Carl Menger, Ludwig von Mises, Murray Rothbar, Israel Kirzner y Jesús Huerta de Soto, por citar algunos. Todos ellos defienden la economía de mercado sin intervenciones y se oponen a los modelos matemáticos de los keynesianos. La Escuela Austriaca continúa siendo una corriente influyente entre economistas y políticos que abogan por el libre mercado.
El Premio Nobel de Economía fue otorgado a Hayek en 1974, junto con el economista sueco Gunnar Myrdal, marcando un reconocimiento oficial a sus contribuciones al pensamiento económico. Este premio no solo consolidó el estatus de Hayek como una figura influyente, sino que también reflejó la relevancia de su crítica a las políticas keynesianas en un momento en que estas estaban siendo cuestionadas por problemas de inflación en las economías occidentales. Keynes, quien falleció en 1946, no recibió el Nobel, ya que el Nobel de Economía no se establece hasta 1969. Pero el impacto de Keynes en la política económica moderna es innegable, con sus teorías influyendo en las decisiones económicas de gobiernos y organizaciones internacionales hasta la fecha.
En la redacción de este post nos hemos inspirado vagamente en el libro “Keynes vs Hayek”, de Nicholas Wapshott.
Conclusión
La rivalidad intelectual entre Keynes y Hayek encarna un debate central en la economía: ¿debe el Estado intervenir en la economía o deben dejarse los mercados funcionar libremente? Aunque Keynes y Hayek no lograron ponerse de acuerdo en vida, su legado sigue vivo, y el análisis de sus ideas continúa ayudando a comprender las decisiones económicas de hoy. Sus teorías, desde perspectivas opuestas, han dotado a la economía moderna de un conjunto diverso de herramientas que permite enfrentar los desafíos de la economía global. Al final, tanto Keynes como Hayek aportaron ideas que permiten encontrar soluciones en tiempos de crisis y expansión, aunque desde caminos muy distintos.