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La invención del teléfono, al igual que otras grandes innovaciones tecnológicas de la época, tuvo importantes polémicas y disputas legales. El primer desarrollo no fue, como se cree, de A. Graham Bell (aunque sí la primera patente), ni tampoco del inventor y fabricante Elisha Gray, que presento una solicitud de inscripción previa de su invento en la oficina de patentes de Estados Unidos, el mismo día (el 14 de febrero de 1876), pero con dos horas de diferencia, con respecto a la presentada por Bell.

Alexander Graham Bell
Edimburgo. 1847-1922
Elisha Gray
Ohio, U.S. 1835-1901

El honor de la invención del teléfono es de Antonio Meucci, como reconoció el Congreso de los Estados Unidos en junio del año 2002 recogiendo que: A. Meucci transmitió por primera vez la voz humana en 1849, mediante un aparato llamado “teletrófono” y lo perfeccionó posteriormente en 1854 cuando su mujer quedo paralítica, llegando a instalar un enlace permanente entre su laboratorio en el sótano y la habitación de su esposa en el segundo piso. Por motivos económicos no pudo comercializar su invento y aunque registró una aviso de invención (“caveat” más económico que la patente) el 28 de diciembre de 1871, requería una renovación anual que no pudo prorrogar en 1874.

Antonio S. Giuseppe Meucci.
Florencia- Italia, 1808-1889
Aparatos telefónicos desarrollados por A. Meucci, 1871

Por otro lado, Philipp Reis, nacido en Alemania, fue el primero que en 1860 realizó la transmisión eléctrica de una melodía a distancia, y también parece que algunas palabras poco inteligibles mediante un aparato denominado “teléfono musical”, por lo que es considerado por algunos autores como el inventor del teléfono, aunque nunca llegó a perfeccionar el invento.


El teléfono que patentó Bell constaba de un transmisor y un receptor unidos por un cable metálico conductor de la electricidad. Las vibraciones producidas por la voz en la lámina metálica del transmisor provocaban por medio de un electroimán oscilaciones eléctricas que, transmitidas por el cable, eran transformadas por el electroimán del receptor en vibraciones mecánicas, que a través de la lámina reproducían el sonido emitido desde el emisor. En la primitiva comunicación telefónica el mismo aparato podía hacer de transmisor y de receptor.

Patente del teléfono de Bell: Esquema. 1876

Graham Bell tuvo que hacer frente a un elevado número de demandas por parte de sus competidores, entablándose una batalla legal y técnica sobre que patente llegó primero a la oficina, sobre si plagió Bell el transmisor de Gray o el de Meucci, al tener acceso a su aviso de patente. Aunque la patente aceptada de Bell utilizaba un transmisor de inducción, en la primera demostración de funcionamiento, el 13 de marzo de 1876, 3 días después de que se emitiera su patente, utilizó un transmisor líquido similar al de Gray. En esa demostración pronunció la famosa frase: “Mr. Watson venga aquí, quiero verle”, que su ayudante recibió con claridad.

Primeros modelos de teléfonos, 1876

En sus primeros tiempos, el teléfono no produjo un especial impacto. La “Western Union Telegraph”, la mayor empresa de telegrafía en aquellos años, rechazo la oferta de compra por 100.000 dólares de los derechos del teléfono de Bell. El informe que estudio la oferta, declaró: ““No creemos que este dispositivo pueda enviar un mensaje de voz reconocible a una distancia de varios kilómetros. …. y en una postura de ignorar las limitaciones obvias de su dispositivo, que no es más que un juguete… Este dispositivo no nos sirve de nada en sí mismo. No recomendamos su compra.”

A.G. Bell, sin embargo, crea en 1877 la “Bell Telephone Company”, que lideró el desarrollo tecnológico en los años sucesivos, adquiriendo, o controlando las nuevas patentes, como la patente del micrófono de carbón de Edison comprada en 1879, que permitía aumentar de forma considerable la potencia emitida y por tanto el alcance de la comunicación.

A pesar de la construcción rudimentaria y de la mediocre calidad de las comunicaciones que ofrecían los primeros aparatos telefónicos, éstos tuvieron una rápida expansión en los Estados Unidos, estableciéndose líneas telefónicas de larga distancia, así como centralitas manuales en los años siguientes a la patente de Bell. Así, en 1886 había más de 150.000 teléfonos en EE. UU.

En Europa, sin embargo, el desarrollo fue mucho menos rápido, donde en la mayor parte de los países los gobiernos y las autoridades telegráficas que dependían de ellos se hicieron cargo de las comunicaciones telefónicas antes de la finalización del siglo XIX, lo que retrasó su implantación.

Historia del Teléfono. José María Romeo
Referencias
  • Del semáforo al satélite. 1965. Unión Internacional de Telecomunicaciones.
  • H.Res.269 – Expressing the sense of the House of Representatives to honor the life and achievements of 19th Century Italian-American inventor Antonio Meucci, and his work in the invention of the telephone. https://www.congress.gov/bill/107th-congress/house-resolution/269/text
  • The Bell Versus Gray Telephone Dispute: Resolving a 144-Year-Old Controversy. Proceedings of the IEEE ( Volume: 108, Issue: 11, November 2020). Page(s): 2083 – 2096
  • Sobre la difusión del teléfono de Bell en sus Comienzos (1876-1877). Jesús Sánchez Miñana; Carlos Sánchez Ruiz. Actes d’història de la ciència i de la tècnica / Volum 4 / 2011, p. 33-53
  • Romeo López. J. M., Museo de Telecomunicaciones. EUIT de Telecomunicación. Madrid, 2005

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