Para establecer una comunicación telefónica, en las primeras instalaciones entre cada par de teléfonos y después para la conexión del abonado con la central y para los enlaces entre centrales, se utilizaron pares de hilos metálicos. Al principio, los hilos utilizados eran de hierro, cobre o cinc, y sin cubierta de protección. Posteriormente se utilizó exclusivamente el hilo de cobre y una envoltura de protección, en primer lugar de papel y luego de plástico.
Los pares de hilos metálicos empleados en las primeras líneas telefónicas sólo podían utilizarse para distancias cortas, dado que la calidad de la comunicación se degradaba rápidamente cuando aumentaba la distancia de los enlaces. Esta degradación era producida por la atenuación en las corrientes de frecuencias vocales transmitidas por ese medio. El invento, en el año 1900 por un profesor de física de la Universidad de Columbia, Michael I. Pupin, consistente en la inserción de bobinas de carga de forma regular (a intervalos de 1 km aproximadamente) en los circuitos telefónicos, con el fin de aumentar la inductancia, fue capaz de resolver este problema. A esta técnica se le llama “pupinización”.
El tendido de esos hilos se realizó inicialmente de forma exclusivamente aérea, apoyados en postes y torres, al igual que se había hecho con los que enlazaban las centrales telegráficas. La principal ventaja residía en que su instalación era relativamente sencilla y rápida, pero tenía varios inconvenientes, especialmente en las ciudades por el impacto visual que suponía el enmarañamiento cerca de las centrales, el incremento de las tareas de mantenimiento al ser afectados por las condiciones meteorológicas y los problemas de tendido cuando el número de instalaciones iba aumentando. La alternativa es el soterramiento de esos pares telefónicos agrupados formando cables, que aunque resulta mucho más caro debido a las obras de canalización, ofrece ciertas ventajas evitando la visión de los mismos y alargando su vida útil al estar más protegidos. En España hubo escaso soterramiento de cables antes de 1924. La eliminación del tendido aéreo urbano formaba parte del contrato original suscrito por la CTNE y el Estado.

La agrupación de varios pares telefónicos aislados entre sí y con una cubierta de protección forman un cable. Para distancias relativamente cortas, como en los enlaces urbanos, se utilizaban cables de pares, en los que los dos hilos conductores se aíslan y entrelazan en forma helicoidal, con el fin de evitar interferencias y diafonía (acoplamiento de las conversaciones) de los pares adyacentes. Para mayores distancias, como en los enlaces interurbanos, se utilizaron los cables denominados de cuadretes, en los que se asocian cuatro conductores. Este tipo de agrupamientos puede llegar a tener miles de pares. La red de cables telefónicos se fue extendiendo a distancias cada vez más largas, alcanzando en 1925 miles de kilómetros de líneas telefónicas en los principales países europeos y decenas de miles de kilómetros en EE. UU.
El 7 de enero de 1927 se estableció el primer servicio telefónico trasatlántico entre Europa y América, pero tuvo que realizarse mediante la utilización de comunicaciones radioeléctricas en en frecuencias bajas, dado que la elevada atenuación de un cable de tal longitud impedía las comunicaciones vocales. A partir de los años 30, comienzan a utilizarse los primeros radioenlaces en alta frecuencia para transmitir simultáneamente varios canales telefónicos
También en esos años, y ya de forma generalizada a partir de la Segunda Guerra Mundial, los cables de pares para enlaces entre centrales fueron sustituidos por cables coaxiales, permitiendo mayores distancias debido a su menor atenuación y muchos más canales debido a su elevada capacidad, mediante la transmisión de varias comunicaciones telefónicas multiplexadas por cada línea (MDF: multiplexación por división de frecuencia). En 1936 se tiende uno de los primeros cables coaxiales entre Nueva York y Filadelfia (150 km) con 240 comunicaciones simultáneas y también en ese año un cable submarino de 300 km en Australia.
Este tipo de cable está constituido por un hilo de cobre central y un tubo, también de cobre exterior, separados y aislados por un material dieléctrico (no conductor, bien en forma continua o por discos espaciados regularmente) y todo recubierto por una cubierta formada por varias capas de diferentes materiales. Tanto los cables coaxiales, como los radioenlaces en frecuencias de microondas, han sido ampliamente utilizados también para las transmisiones de televisión. Las primeras imágenes de televisión se transmiten a través de cable coaxial desde los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín a Leipzig, a unos 190 kilómetros de distancia.

El tendido de cables submarinos telefónicos para elevadas distancias tuvo de esperar a que se inventaran y construyen los repetidores que pudieran insertarse en el cable coaxial con el fin de amplificar la atenuación que esos cables producían y que fueran capaces de permanecer durante años en el fondo del océano sin posibilidad de mantenimiento. Así, el primer enlace telefónico submarino transatlántico, denominado TAT-1, no se tendió hasta 1956 entre Estados Unidos y Gran Bretaña. Este enlace estaba constituido por dos cables, uno para cada sentido de la comunicación con una longitud 3620 km, tenía una capacidad de 36 canales (35 llamadas telefónicas y 22 líneas telegráficas) y utilizaba repetidores cada 69 km. En 1960 se registraron ya mas de 3 millones de conversaciones telefónicas trasatlánticas.

Primer cable telefónico trasatlántico. 1956
Posteriormente, en 1962, se establecieron las primeras comunicaciones telefónicas por satélite mediante el uso del primer satélite geoestacionario operativo, el Telstar. A partir de aquí varias generaciones de satélites internacionales, como Intelsat, regionales e incluso nacionales, como Hispasat, han transportado comunicaciones telefónicas, datos o canales de televisión.
El descubrimiento del láser en a principios de la década de los años 60 y de la fibra óptica como medio de transmisión poco después y su comercialización a finales de los años 70, junto con la digitalización de todas las comunicaciones han permitido velocidades de comunicación de centenares de Gigabits/s, convirtiéndose los cables de fibra óptica en el principal medio de transmisión tanto para telefonía y televisión, como para el acceso a Internet.
Referencias
- Del semáforo al satélite. 1965. Unión Internacional de Telecomunicaciones.
- Colección Histórico-Tecnológica de Telefónica. Coordinación Rafael Romero Frías. Fundación Arte y Tecnología.(Telefónica). Madrid, 1994
- La influencia de la ITT en la automatización del sistema telefónico de Madrid. Antonio Pérez Yuste, Magdalena Salazar (2003): XVIII Simposium Nacional de la Unión Científica Internacional de Radio, 10-12 septiembre 2003.
- https://www.showmecables.com/blog/post/history-of-coax-cables
- https://collection.sciencemuseumgroup.org.uk/objects/co33334/specimen-of-the-first-transatlantic-telephone-cable-1956
- Romeo López. J. M., Museo de Telecomunicaciones. EUIT de Telecomunicación. Madrid, 2005