A partir de la invención del teléfono, y del inicio de su expansión en el último cuarto del siglo XIX, los aparatos telefónicos han ido cambiando tanto en su forma como en su tecnología. Los teléfonos fijos que en sus inicios no tuvieron una importante aceptación, revolucionaron las comunicaciones durante el siglo XX y han sido prácticamente sustituidos por los teléfonos móviles en el siglo XXI.
Los teléfonos de magneto y batería local
Los teléfonos de batería local y llamada por magneto fueron utilizados en las primeras líneas telefónicas en el siglo XIX. La magneto es un generador de corriente alterna que se usaba en los teléfonos y centrales manuales para producir la señal de corriente de llamada y hacer sonar el timbre del abonado llamado o activar un indicador en las centrales, mientras que la corriente de conversación provenía de dos pilas húmedas o secas.
La magneto telefónica está constituida por varios imanes permanentes en forma de herradura (inductor) unidos por sus polos de mismo tipo. En el interior del inductor gira el inducido, formado por un tambor de hierro dulce que lleva enrollado una bobina de hilo de cobre. Al hacer girar la manivela de la magneto se genera en la bobina una tensión eléctrica de unos 30 a 80 voltios en función del número de imanes y de revoluciones por minuto de la armadura y entre 17 y 25 Hz de frecuencia. Un timbre electromagnético en el lado receptor suena a la frecuencia producida.
La ventaja del teléfono tipo Magneto es la simplicidad y la capacidad de enviar una señal de timbre a través de líneas de larga distancia.
Teléfonos de batería central
La utilización de baterías locales y magneto en los terminales telefónicos conllevaba además del gran volumen del propio terminal o de la caja asociada que en otros casos también se utilizaba, la necesidad de mantenimiento y sustitución cada cierto tiempo de esas baterías.
Los teléfonos de batería central o batería común permitieron solucionar esos problemas, instalando en la central de conmutación las baterías que proporcionaban la corriente necesaria a través de la línea para la señalización y la conversación a todos los teléfonos conectados a esa central. No se utilizan baterías ni generadores manuales en el teléfono, dado que la conexión se establece al levantar el auricular del gancho del aparato telefónico, indicando al operador el inicio de la llamada de un abonado en el cuadro de la central mediante la bajada de una placa o mediante lamparas. Una vez establecida la llamada, la batería central suministra también la corriente continua para el micrófono. El timbre de llamada en el terminal de abonado es accionado por una corriente alterna en la línea.
Modelos de teléfonos
Después de los primeros teléfonos experimentales, se fabricaron grandes aparatos de pared, que integraban en una estructura de madera los diferentes elementos del teléfono: micrófono, auricular, timbre, baterías y magneto, estos últimos metidos en una caja.
Ya en la década de 1890 se introdujeron nuevos estilos de teléfonos más pequeños: como los de estilo “candelabro” de metal, fundamentalmente utilizados en EE. UU y países anglosajones; los teléfonos de pared y los denominados de cuna, más populares en Europa, fabricados tanto en madera como en metal. En estos modelos se estableció la separación de los elementos de comunicación y los de llamada en la denominada caja de “timbre”. Esta caja incluía el timbre o “campanería” y la bobina de inducción y en el caso de sistemas de batería local, también la magneto y las baterías.
Los teléfonos para centrales automáticas con marcación
Con la aparición de las centrales de conmutación automática y el establecimiento de un sistema de numeración, era necesario un dispositivo que permitiera marcar el número del abonado al que se quería llamar, en vez de solicitar ese abonado a un operador. Aunque esta idea ya fue propuesta por A. Strower en su central electromecánica, no fue hasta 1919 cuando el desarrollo de la tecnología permitió su inclusión en los teléfonos comerciales.
Este sistema consistió en un dial o disco rotatorio con una perforaciones y una base con las cifras del 0 al 9, en algunos países también con letras incluidas que indicaban los prefijos de las provincias o departamentos. Para marcar el número deseado era preciso introducir el dedo en el orificio correspondiente a cada cifra de ese número y hacerlo girar hacia la derecha hasta un tope. En el retroceso del disco se abría y cerraba el circuito de línea tantas veces como la cifra marcada, lo que permitía a los elementos de conmutación de la central encaminar adecuadamente la llamada.
En 1961, AT&T introdujo un nuevo método de “marcación” telefónica: el sistema de tonos, que permitía “marcar” los números con pulsadores en lugar del dial rotatorio. El sistema de tonos utiliza señalización multifrecuencia de doble tono (DTMF), en la que se transmiten simultáneamente un par de tonos en la línea por cada número o dígito. La tabla muestra la matriz de frecuencias DTMF. Estos sistemas se instalaron a partir de la década de 1970.
Los teléfonos de baquelita
La baquelita es la primera sustancia plástica totalmente sintética, inventada en 1907 por el químico norteamericano Leo Baekeland. Esta se podía moldear con calor y, una vez fría, se convertía en un material termoestable, resistente y aislante, muy adecuada para su utilización en los aparatos telefónicos y otros equipos de telecomunicación. La utilización de este material permitió la industrialización de la producción, disminuyendo en gran medida los tiempos de fabricación y por tanto el precio de esos equipos.
El teléfono de baquelita ( bakelittelefon ) DBH 1001 de Ericsson, fue el primer modelo fabricado en 1931 con baquelita que integraba la base, el dial y el timbre en el mismo aparato. Anteriormente en 1925, la empresa estadounidense Automatic Electric fabricó un teléfono de baquelita con caja de timbre, en el que todo, excepto la base metálica, estaba hecho de plástico. El modelo de Ericsson, conocido como teléfono sueco, se extendió a otros modelos en diferentes países, como el modelo Western Electric 302, fabricado desde 1937, fue el primer teléfono del “Bell System” que incluía el timbre y el resto de componentes del aparato de abonado dentro de la carcasa del teléfono. Este tipo de teléfono llegó a España a finales de los años 40, cuando Standard Eléctrica, filial de la compañía estadounidense Internacional Telephone and Telegraph (ITT) y con participación de Telefónica, lanzó el modelo 5523A, que se convirtió en el teléfono antiguo español de sobremesa por excelencia. A este modelo le siguieron varias series durante la década de los años 50 del siglo XX.
Teléfonos de diseño: Ericofono
Algunos de los modelos de teléfonos han tenido importantes premios al diseño y han conseguido un lugar en diferentes museos de arte. Así el anterior modelo de bakelita, el DBH1001 de Ericsson se puede encontrar en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, (MoMA), al igual que otro modelo muy conocido como es el Ericofon, también de Ericsson. Este último estaba diseñado en una sola pieza: el micrófono, el auricular y el dial estaban montados en una sola unidad y se pretendía que fuera pequeño, ligero, cómodo de sostener y fácil de usar. Para conseguirlo se utilizó un nuevo termoplástico el ABS, desarrollado en 1948, pero que no se comercializó hasta 1954. Poseía todas las cualidades que necesitaban: era rígido, duro, resistente a los impactos y a los productos químicos y, lo que es más novedoso, podía adoptar cualquier color. La producción comenzó en 1954, primero en instituciones suecas como hospitales, pero dos años después se comercializó en toda Europa y Australia y también en el mercado independiente americano. Por su forma, se lo conocía también como el teléfono “cobra”.
Modelos de Telefónica
En 1961 Telefónica lanzó al mercado español el modelo llamado Heraldo, que era una adaptación del modelo americano Assistant, tanto en formato mural como de sobremesa. Como sustituto del modelo de baquelita fue el primer teléfono para muchos de los hogares españoles, aparato que hasta entonces solo se usaba en las empresas y en pocas viviendas particulares. Sin embargo, en los años 60 y 70 se generaliza su uso, y comienza a fabricarse por CITESA, filial de Standard Eléctrica, en diversos colores: blanco, gris, crema, verde, azul y rojo. Se mantuvo su producción hasta finales de los años 80, ya en esa década con teclado multifrecuencia. La variante del modelo Heraldo para uso en oficinas con diferentes funcionalidades se denominó Satai.
Del denominado teléfono Góndola aparecen sus primeras unidades en el año 1968, también fabricadas por la compañía CITESA en sus instalaciones en Málaga y utilizando como referencia, realmente una copia, el modelo “Trim-line” que Western Electric produjo para la Bell System a partir de 1965. Este modelo presentaba un diseño muy atractivo, llegando a estar expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Este equipo incluye una base estrecha con el gancho sobre la que se apoya el micro teléfono con el micrófono y auricular y en el que se incluye el disco de marcado, que se iluminaba al descolgar, y posteriormente con teclado multi-tono. Fue fabricado en varios colores y aunque inicialmente la producción era sólo para la CTNE, debido a su calidad y ajustado precio, fue exportado a diferentes países.
A finales de los años 70 y principios de los 80 aparecen dos nuevos modelos, el Teide y el Benjamín, pensados para sustituir al Heraldo y el Góndola. El diseño de ambos era con líneas rectas más acorde con las tendencias de aquellos años y ya se produjeron sólo con teclado, decádico por pulsos al principio y luego multifrecuencia.
El modelo Teide se fabricó entre 1978 y 1994 en varias versiones por Standard, Amper y Alcatel e incorporaba las teclas de asterisco y almohadilla que no se habían visto hasta entonces con acceso a nuevos servicios ofrecidos por Telefónica. El modelo Benjamín, distribuido por la empresa Telyco, fue fabricado en colores blanco y rojo desde mediados de los años 80 hasta mediados de los 90. Tenía unas dimensiones reducidas y una tapa que ocultaba el teclado y realizaba las funciones de colgado y descolgado, y también incorporaba las teclas especiales.
Otros modelos de teléfonos /Videoteléfonos
Otra de las novedades en la evolución de los terminales fue la aparición de los teléfonos inalámbricos “cordless”, a finales de los años 80 del siglo XX, que permitían la comunicación por radio del terminal, y por lo tanto la libertad de desplazamiento dentro del área de cobertura, con la base conectada a la línea. Uno de los primeros modelos fue el 5000 Cordless Telephone producido por AT&T en 1987. Este tipo de teléfonos fueron muy utilizados en los hogares a partir de los años 90.
Otra de las innovaciones fue la posibilidad de realizar videollamadas, es decir poder enviar también imágenes en movimiento a través de la línea telefónica. En el año 1964 AT&T presentó en la Feria Mundial el Picturephone, que permitía realizar videollamadas en blanco y negro, pero que necesitaba 2 líneas de teléfono adicionales a la voz para el envío de imágenes una para cada sentido. En el año 1969 lanzó el Picturephone MOD II con mejores prestaciones y un servicio comercial pero con limitaciones en las comunicaciones múltiples. Estos desarrollos supusieron un importante fracaso para ATT al no poder recuperar la inversión realizada, dado que sólo se vendieron algunos cientos de terminales. El primer videoteléfono en color que funcionaba en las líneas telefónicas ordinarias fue el modelo Videophone 2500, producido en 1992, que permitía el envío de vídeo por el coste de una llamada de voz. En España la compañía Telefónica ofreció un modelo de videoteléfono a sus abonados en el año 1999, pero igualmente tuvo muy poca aceptación entre los usuarios.
A partir de los años 90 la telefonía cambia de forma radical: por un lado, con la generalización del uso de los teléfonos móviles, que se convertían en los años siguientes en el principal medio de comunicación personal, pasando el teléfono fijo a un segundo plano; y por otro lado con la liberalización de los servicios. Esto produjo una oferta muy variada, tanto en lo referente a las empresas que comercializaban los servicios de telefonía y telefonía móvil y posteriormente el acceso a Internet por la línea telefónica, como por la oferta de una enorme variedad de terminales diferentes.
Referencias
- Memorial of Bell System: 1876-1983. https://memorial.bellsystem.com/
- Telephony magazine, Telephony Publishing Co., Chicago, Vol. 73, No. 10, September 8, 1917, p. 33
- https://www.britishtelephones.com/ericsson/cd1140.htm
- https://www.ericsson.com/en/about-us/history/products/the-telephones/the-ericofon–cobra-1956-1954
- https://historiatelefonia.com/2014/11/14/todos-los-telefonos-de-telefonica/