La cámara oscura es un instrumento óptico que, en su versión más simple, consiste en una caja cerrada con un pequeño orificio en su cara frontal que, actuando como objetivo, permite el paso de la luz y crea una imagen en la pared opuesta, aunque invertida.
Aunque su origen podría remontarse al filósofo chino Mo Ti (s. V a.C.), habría que esperar más de un milenio a tener una descripción de una observación de una imagen formada mediante este dispositivo, debida al también chino Tuan Cheng Shih (siglo IX d. C.). Pero sería el astrónomo y matemático iraquí Abu Alí al-Hasan Ibn al-Haytham (965 – ca.1039), conocido por el occidentalizado nombre de Alhazen, el primero en dar una descripción de cómo se forma la imagen en este instrumento óptico, contribuyendo de paso a hacer sólida la teoría de que la luz no emanaba de los ojos, sino del objeto emisor. Ya en el siglo XIII, el filósofo franciscano inglés Roger Bacon (1214 -1294) habla sobre la utilización de la cámara oscura para observar eclipses de Sol, lo cual fue considerado por la Iglesia como una herejía que invocaba a los muertos. En el siglo XV, varios artistas, entre ellos el polímata florentino Leonardo da Vinci (1452-1519), usan la cámara oscura como herramienta auxiliar para el dibujo y la pintura y, en el s. XVI, se colocan lentes como objetivo en el orificio de entrada de la cámara para mejorar la imagen obtenida. Finalmente, sería en la primera mitad del siglo XIX cuando la cámara oscura se convierte en la primera cámara fotográfica al recoger la imagen, no en una pantalla, sino ya en una placa de material fotosensible, gracias a Niepce (1824) y, sobre todo, Daguerre (1839).
En realidad, las primeras versiones de “cámara oscura” eran más bien una “sala oscura”, puesto que consistían en hacer un pequeño orificio en una contraventana de madera y recoger la luz sobre una pared de una habitación. Hacia 1569 en el lugar del orificio se empezaría a colocar una lente convexa para mejorar la imagen recogida en una pantalla. Como la imagen formada es invertida, hacia 1570 se empezó a introducir un espejo, colocado a 45º respecto a la luz de entrada, para volver a invertir la imagen antes de que se recogiera en la pantalla. Sería ya en el s. XVII cuando se empiezan a usar salas móviles, con una tienda de campaña y, poco después, se empiezan a fabricar las primeras cámaras oscuras en sí mismas, ya consistentes en una pequeña caja de madera. De hecho, sería el astrónomo y matemático alemán Johannes Kepler (1571-1630) quien introduciría el nombre de “cámara oscura” para este instrumento en su libro “Dióptrica” (1611) y quien usaría ya cámaras de tienda de campaña. El propio Kepler usó esta cámara como un modelo para entender mejor el ojo humano, basándose en una analogía entre las parejas lente-pantalla y cristalino-retina.
Las cámaras de caja de madera, ya portátiles, surgirían hacia 1657, como refleja el científico jesuita alemán Gaspar Schott (1608-1666) en su libro “Magia universalis”, aunque quizá ya se usaran hacia 1622, fecha en la que el poeta y diplomático neerlandés Constantijn Huygens (1596-1687) —padre del que luego sería el famoso físico y astrónomo Christiaan Huygens— dice haber adquirido una en Londres fabricada por el prestigioso inventor, ingeniero y fabricante de microscopios neerlandés Cornelis J. Drebbel (1572-1633). Con todo ello, en el s. XVII la cámara oscura fue muy usada tanto para dibujar paisajes por parte de los pintores como para observar eclipses solares o para cartografía, topografía y agrimensura.
Esta cámara oscura, en madera, bronce y vidrio, tiene unas dimensiones de 41,0 cm x 19,6 cm x 25,2 cm. El cuerpo es un doble cajón de madera, pudiéndose desplazar la caja trasera sobre un raíl para enfocar la imagen. La entrada de la luz se hace a través de un objetivo, enroscable y regulable, de tubo de bronce, de 12 cm de largo, con dos lentes (doblete), de 6,5 cm de diámetro, y 10 cm de separación entre ellas. El objetivo permite enfocar la imagen y mejora la calidad de la misma al reducir la aberración cromática que sucede cuando se usa sólo una lente. En la tapa trasera de la caja posterior figura una tapa levantable, de vidrio esmerilado, con un aspa grabada diagonalmente, donde se recoge la imagen invertida.
En una placa de latón del equipo aparece grabada la inscripción del fabricante, “Fabre & Kunemann. Succrs de Pixii. Paris”, una casa muy importante de fabricación europea de instrumentos científicos a mediados del s. XIX. Dado que Fabre de Lagrange fue el sucesor de la firma de Nicolas Constant Pixii (1776-1861), quien se retiró en 1855 y que esta firma pasó entonces a ser “Fabre & Kunemann”, hasta que, en 1858, se convertiría en “Fabre de Lagrange”, hasta 1862, esta información apuntaría a que este instrumento fue fabricado entre 1855 y 1858, siendo pues uno de los objetos más antiguos de nuestro museo.
Catalogación, documentación, texto y fotografía: Prof. A. Vitores (2021 y 2022)
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