De acuerdo al estudio General de Amenaza Sísmica de Colombia (1996), y Normativa actual (Norma NSR-10. (2010)), Neiva se encuentra en una zona de amenaza sísmica alta. Ello es debido a la proximidad a dos zonas de subducción asociadas a los límites de las placas de Nazca y Caribe con la placa de Sudamérica, unido a la presencia de un sistema de fallas locales.
Una vez definidas las características de la sismicidad de las zonas que rodean a la población de Neiva, se precisa conocer el movimiento esperado del terreno a causa de los sismos originados en cualquiera de esas fuentes. Esto se hace aplicando modelos del movimiento fuerte, que permiten estimar el movimiento causado en un cierto emplazamiento por el movimiento generado en la fuente, a una cierta distancia del mismo.
La norma colombiana de diseño sismorresistente NSR (2010) establece las especificaciones para la caracterización de la demanda sísmica en un sitio mediante un espectro de respuesta de aceleraciones. Este se define partiendo de un mapa de amenaza del que se deducen los valores de aceleración en roca, que se combinan con una forma espectral y con los factores de amplificación indicados dependiendo del tipo de suelo. Además, se utiliza un factor de importancia según el tipo de estructura cuyo valor implica la adopción de diferente periodo de retorno según la importancia de la estructura.
Finalmente, se ha construido un mapa de limitantes constructivas que sintetiza el conjunto de resultados obtenidos y que pretende servir de base para la planificación de la expansión de la ciudad, considerando al mismo tiempo una posible mitigación del riesgo sísmico existente.