Los terremotos de 2001 han sugerido la existencia de un mecanismo de disparo asociado a la transferencia de esfuerzos estáticos controlado por la interacción de fallas normales situadas en la zona de subducción Centroamericana, con fallas de desgarre situadas a lo largo de la zona volcánica de El Salvador. Los datos geológicos locales, así como las imágenes de satélite analizadas, apuntan la existencia de una gran zona de falla de desgarre de más de 100 km de longitud, por primera vez identificada como tal, que se ha denominado Zona de Falla de El Salvador (ZFES).




Monitoreo del Volcán Ilamatepec en Santa Ana
