Para la consecución de los objetivos trazados en este proyecto se trabajó en la segmentación de la zona de la Falla de El Salvador (ESZF), definiendo las principales zonas sismogenéticas que la integran, y proponiendo una zonificación que podemos denominar “de cadena Volcánica”. Además, se propuso una zonificación complementaria para la zona de subducción y para el sistema de fallas Norte America-Caribe, estableciendo el modelo de zonas sismogenéticas que sirvieron para la evaluación de la peligrosidad sísmica. Para todo lo referente a la zonificación se contó con la colaboración del grupo de Geodinámica de la UCM, que aportó el criterio tectónico necesario para la definición de unidades sismogenéticas. Seguidamente se realizaó una re-evaluación de la peligrosidad sísmica empleando la zonificación definida.

Asimismo, se emplearon técnicas de regresión logística para el desarrollo de modelos de amenaza de deslizamientos inducidos por sismos. Dichos modelos se calibraron con el inventario de deslizamientos existente, y fueron usados para evaluaciones de amenaza de deslizamientos tomando como input sísmico el mapa de peligrosidad desarrollado, lo que supuso la obtención de un mapa probabilista de amenaza por sismos futuros ante los movimientos esperados.
Por último, se realizó una visita a El Salvador entre los días 10-20 de Septiembre de 2006, en la que se llevaron a cabo campañas de campo junto con el grupo de Geodinámica de la UCM y campañas de análisis de ruido en las estaciones acelerométricas, para conocimiento del efecto local del suelo. Esta visita permitió promover un nuevo convenio de colaboración entre la UPM y el Instituto Geográfico y del Catastro Nacional de El Salvador y se valoró la posibilidad de introducir técnicas GPS para el estudio de la Geodinámica en zonas de interés.

En fases posteriores, la adquisición de nueva información, especialmente fotografías aéreas a través de un convenio con el IGN de El Salvador, abrió nuevas vías de investigación en el tema del proyecto, permitiendo aplicaciones metodológicas con las que obtener nuevos modelos de peligro de deslizamientos. Estos fueron mejor calibrados a partir de un inventario más completo que el disponible en los fases previas.

Los resultados de todas las fases de este proyecto fueron incorporados a las bases de datos del SNET, para el desarrollo de políticas de mitigación de riesgos y la adopción de medidas correctoras.