Etnobiología: plantas, animales y cultura

LA ETNOBOTÁNICA: BREVE HISTORIA DE UNA CIENCIA INTERDISCIPLINAR

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Dependiendo de la época y del autor, la etnobotánica, ciencia interdisciplinar que recoge y analiza los usos, conocimientos, costumbres, ritos y creencias que tienen origen en las interacciones hombre-plantas ha sido definida y enfocada de distintas formas. Así, Harshberger, el primero en utilizar este término, se refirió a ella como al estudio de los vegetales empleados por los pueblos con escaso desarrollo tecnológico1.

Con el paso de los años el objeto de estudio de la etnobotánica se fue extendiendo a la totalidad de las relaciones ser humano-mundo vegetal, incluyendo no solo los aspectos utilitarios sino también los cognitivos y simbólicos. Es decir, que en su concepción más amplia esta disciplina analiza el lugar de las plantas en los distintos contextos culturales.

Conviene aclarar que aunque las plantas constituyen un elemento clave para cualquier cultura (no hay que olvidar que son fuente de alimentos, de remedios curativos, de materias primas textiles, para la construcción, para la fabricación de papel, . . . ), durante mucho tiempo los estudios etnobotánicos se han centrado en aquellos grupos humanos que se relacionan de una manera más estrecha con el medio. Es decir, en las poblaciones con escaso desarrollo tecnológico y en las sociedades rurales.

Pionero en el campo de los estudios etnobotánicos centrados en grupos humanos primitivos fue Schultes, quien durante la II Guerra Mundial viajó a Sudamérica para obtener datos sobre ciertos vegetales de importancia económica (entre ellos el caucho)2. Tan aguerrido como excéntrico, este investigador residió en la Amazonia durante catorce años, integrándose en la vida de las tribus locales y reuniendo la información sobre plantas medicinales y alucinógenas que sería recogida en una obra ya clásica: The healing forest3. A partir de entonces la cantidad de trabajos etnobotánicos ha ido aumentando de forma continuada hasta hoy4.

El Dr. Richard Evan Schultes con niños macuna (río Apaporis, 1940s). Schultes puede ser considerado el padre de la etnobotánica moderna. Foto: Schultes. Fuente: HSL.

Resulta innegable que en Europa la cultura campesina, que es la que custodia los conocimientos sobre plantas, se ha visto erosionada por un proceso que se inició con la Revolución Industrial, en la segunda mitad del s. XIX, y que avanzó rápidamente a lo largo del XX, culminando con la llegada de la revolución verde (1950-1980)5. Esto explica por qué nuestro continente ha recibido mucha menos atención que otras zonas del mundo desde el punto de vista de los estudios etnobotánicos. Lo cual debería ser justo al revés, ya que es precisamente en Europa donde están desapareciendo con mayor velocidad los conocimientos ligados a las sociedades rurales. Algo en lo que tienen mucho que ver los procesos de aculturación y globalización que comenzaron, al finalizar la II Guerra Mundial, a través de instituciones tales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, organismos que asumieron la tarea de imponer una mal llamada modernización6.

En lo que a nuestro país respecta hay que dejar bien claro que, si bien en España la ciencia que nos ocupa es una disciplina relativamente joven, a estas alturas existen ya suficientes trabajos como para que haya quedado más que demostrada la riqueza de nuestro patrimonio etnobotánico. Lo cual, por otro lado, no debería extrañarnos ya que:

– Nuestro territorio destaca entre los europeos por su abundancia florística7.

– La Península Ibérica constituye un auténtico crisol cultural debido a los numerosos pueblos (iberos, celtas, fenicios, griegos, romanos, bárbaros, judíos, árabes, etc.) que a lo largo de la historia se han asentado en estas tierras. Pueblos entre los que hay que destacar a los romanos y los árabes ya que, además de introducir una serie de plantas útiles, dieron a conocer eficaces técnicas de cultivo8.

– El estrecho contacto existente entre España y América posibilitó la llegada de nuevos vegetales a nuestro país antes de que lo hicieran al resto de Europa.

Espardenyers (alpargateros) de Quatretonda (Valencia) (1950). Fuente: Espartopedia.

Durante mucho tiempo las investigaciones etnobotánicas han tendido a centrarse en los aspectos prácticos de la ciencia que nos ocupa, infravalorando los cognitivos y simbólicos. Algo que no deja de ser discutible, ya que la comprensión en profundidad de las complejas interacciones ser humano-mundo vegetal implica necesariamente la recogida y el análisis no solo de los usos sino también de los conocimientos, costumbres, ritos y creencias que tienen su origen en estas interacciones. Lo cual debe ser tenido muy en cuenta.

Bibliografía

Balick, M.J. & P.A. Cox (2020). Plants, People, and Culture: The Science of Ethnobotany. Garland Science. New York.

Cotton, C.M. (1996). Ethnobotany: principles and applications. John Wiley & Sons. Chichester.

Harshberger, J.W. (1896). The purpose of ethnobotany. The Botanical gazette 21(3): 146-154.

Mesa, S. (1996). Estudio etnobotánico y agroecológico de la Sierra de Mágina (Jaén). Tesis doctoral inédita. Departamento de Biología Vegetal I, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Complutense de Madrid. Madrid.

Pérez, M.T. (1994). La disolución de las sociedades campesinas tradicionales en el mundo mediterráneo. In: A. Sánchez (coord.), Agriculturas mediterráneas y mundo campesino: cambios históricos y retos actuales: actas de las Jornadas de Historia Agraria: Almería, 19-23 de abril de 1993: 15-43. Actas 19. Instituto de Estudios Almerienses, Diputación de Almería. Almería.

Sainz, H. & J.E. Hernández-Bermejo (1981). Síntesis corológica de las dicotiledóneas endémicas de la Península Ibérica e Islas Baleares. Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias. Madrid.

Schultes, R.E. & R.F. Raffauf (1990). The healing forest: medicinal and toxic plants of the Northwest Amazonia. Historical, Ethno- & Economic Botany Series 2. Dioscorides Press. Portland, Oregon.

Sevilla, E. & A.M. Alonso (1995). Para una teoría etnoecológica centro-periferia desde la agroecología. Prácticas ecológicas para una agricultura de calidad: actas del I Congreso de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (S.E.A.E.), celebrado en Toledo los días 28-29 de septiembre de 1994: 448-460. Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Toledo.

  1. Harshberger (1896). ↩︎
  2. Balick & Cox (2020). ↩︎
  3. Schultes & Raffauf (1990). ↩︎
  4. Cotton (1996). ↩︎
  5. Pérez (1994). ↩︎
  6. Sevilla & Alonso (1995). ↩︎
  7. Sainz & Hernández-Bermejo (1981). ↩︎
  8. Mesa (1996). ↩︎

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