El pasado 24 de septiembre, desde el Centro Espacial de Esrange, en Suecia, HERCCULES ponía rumbo a la estratosfera a bordo del globo BEXUS 32. Un grupo de estudiantes e investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) tuvo la oportunidad de disfrutar de este momento in situ siguiendo desde la Estación de Tierra el vuelo completo, que finalizó exitosamente 4 horas después.

Durante toda la campaña de lanzamiento, el grupo de la UPM se encargó de integrar el experimento en la góndola junto a otros tres experimentos, ROMULUS, SBGA y HERMES, desarrollados por estudiantes italianos, alemanes y suizos. Una vez en la góndola, fue necesario comprobar que el sistema de comunicaciones y potencia proporcionado por esta funcionaba correctamente y que los equipos eran capaces de recibir datos desde la Estación de Tierra.

Tras varios test de compatibilidad exitosos, llegó el momento de la llamada Flight Rediness Review en la cual la UPM cedía al SSC el control sobre HERCCULES para lanzarlo a la estratosfera. Sin embargo, no todo fue tan sencillo. El Centro Espacial de Esrange está situado en el norte de Suecia, 200 km por encima del círculo polar ártico, prácticamente lindando con las fronteras de Noruega, Finlandia y Rusia. El vuelo debía desarrollarse de manera que el aterrizaje se produjese antes de cruzar la frontera Noruega y, por supuesto, sin entrar en el espacio aéreo ruso. Además, el lanzamiento del globo es un momento crítico que requiere que las condiciones meteorológicas sean muy específicas. Sin lluvia que pueda aumentar el peso del globo y estropear los experimento; sin viento excesivo en superficie, pero tampoco en altura que pueda desviarlo a zonas pobladas…

Evidentemente todo no podía salir a la primera. Tras varios días con condiciones óptimas en los cuales el equipo de la UPM se encontraba aún en preparativos, llegó la nieve. Casi 30 cm de nieve acumulada, lo que por razones obvias impedía el lanzamiento. Aprovechando uno de los pocos claros que dejaron esos días, la góndola BEXUS 33 pudo despegar con los experimentos CASTOR, TOTORO, SPACIS y ALMA. Nuestro experimento HERCCULES aún tenía que esperar. Las previsiones meteorológicas no eran buenas para los próximos días. Hasta en dos ocasiones se inició la cuenta atrás sin éxito. La primera de ellas, en la madrugada del jueves, cuando la niebla y el exceso de humedad era tal que impedía que el globo se desplegase con seguridad. La segunda, el sábado a las 12 de la mañana, cuando una velocidad del viento excesiva en altura forzó a paralizar la cuenta atrás una hora antes del lanzamiento.

La última oportunidad quedaba para el domingo, el último día y fuera de la ventana de lanzamiento. Esta vez sí que fue posible y a las 8:07 de la mañana HERCCULES despegaba. El vuelo duró unas 4 horas y consiguió aterrizar en perfectas condiciones a escasos 10 km de la frontera noruega. Hasta dicho lugar se desplazó un helicóptero y un camión, para regresar a Esrange con todos los experimentos intactos.

El vuelo de HERCCULES fue todo un éxito. Todo el funcionó según lo esperado y los datos que se tomaron en perfectas condiciones ya están siendo analizados por los investigadores del Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio Da Riva (IDR/UPM).

Pero al margen del vuelo, la experiencia vivida por el equipo fue increíble. Pudimos disfrutar de un ambiente internacional y compartir experiencias con otros grupos europeos. Vivimos la nieve en el círculo polar ártico, disfrutamos de las auroras boreales durante varios días, conocimos las diferentes plataformas de lanzamiento de cohetes del centro espacial más importante en territorio europeo y pudimos vivir el lanzamiento de nuestro propio experimento de primera mano. Sin duda es una experiencia única y esperamos que pueda convertirse en algo mucho más habitual dentro de la Universidad para futuros estudiantes.

Categorías: Nota de prensa

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