por Diego Villalón. Alumno UPM
Seguro que has oído la palabra liderazgo alguna vez. Tal vez en clase, en el trabajo, quizás la has escuchado en alguna charla, igual las has leído en algún libro o hasta lo has visto en el nombre de algún máster. Quizás te has elaborado ya una idea de lo que significa para ti esa palabra.
A veces lo percibimos como algo reservado para unos pocos, para las grandes figuras de la historia: los Steve Jobs, los Elon Musk, las Teresa de Calcuta o los Gandhi… Un concepto que parece entrañar muchas cosas: responsabilidad, pasión, altruismo, humildad, valentía, visión… Un vistazo rápido al diccionario o a Google nos acerca una visión cuya idea principal parece estar ubicada en la superioridad, anclada en la meritocracia y desligada de la persona.
Una cosa está clara, es una palabra que últimamente suena mucho, tal vez demasiado. Quizás quiere recoger ese “toque mágico” que tienen estas figuras especiales, sonar extravagante y excepcional, como queriendo ser algo a lo que solo unos pocos elegidos pueden tener acceso y conocimiento. En el fondo a veces la siento como una palabra ajena y extraña a mí, a mi vocabulario, a mi mundo y mis capacidades.
Entonces ¿qué significa realmente el liderazgo? ¿Qué significa ser un líder?
Hoy escribo para proponerte una definición diferente. Piensa en el liderazgo como una habilidad. La habilidad que tenemos todas las personas para alinear, entusiasmar y crear un objetivo común, ya sea en nuestra propia vida, o en un grupo de personas.
Todos tenemos un líder, todos lideramos, en nuestra medida, nuestras vidas. Todos sentimos entusiasmo por algo, nos proponemos objetivos o nos alineamos con algo o alguien. Alguna vez te has preguntado ¿Quién soy? ¿Por qué hago lo que hago? ¿A que quiero dedicar mi vida, o qué quiero hacer con mi tiempo? ¿Te has cuestionado alguna vez a ti mismo? ¿Qué valores te definen? Esto es el autoliderazgo, y todo, absolutamente todo, comienza aquí, dentro de ti.
Muchas veces cuando me pregunto esto, una voz me empieza a susurrar cosas, como un loro cuya inocente finalidad fuese evitarme el miedo, el dolor y la duda. Siento incomodidad, malestar. La parte buena es que el liderazgo, como habilidad, se puede aprender y trabajar. Todas las personas tenemos la capacidad y el potencial de ser líderes. Y todo comienza en el autoliderazgo.
Hoy mi verdadera intención es hacerte una propuesta. Te propongo que eches un vistazo al Centro de Liderazgo de la UPM. La primera vez que escuché hablar sobre él fue en un correo institucional de los que llegan al correo de alumnos.upm. El título decía “[Alumnos.UPM] Programa Liderazgo”. Ya puedes hacerte una idea sobre lo que pensé al leer la palabra liderazgo. Por alguna extraña razón, quizás inquietud o la necesidad de experimentar algo nuevo, un cambio, algo diferente al ambiente habitual y repetitivo de la rutina, decidí explorar que había ahí dentro. Tenía un adjunto, y me lo descargué. Aun lo tengo guardado. Era una página web impresa en PDF. De repente vi el título del primer bloque LIDERO COMO SOY, luego el segundo BRILLANTE Y EFICIENTE… Y pensé, ¿qué es esto? Si mi idea de liderazgo es “esa cosa” que desde luego no se parece en nada a esto y que desde luego no va sobre uno mismo.
Ahí fue cuando tomé la decisión de aventurarme en este camino. A través de varios talleres fui trabajando en diferentes dimensiones de mi interior. Un proceso turbulento, confuso y a veces doloroso; pero iluminador. Trabajarás en la autoconsciencia, en descubrir y definir cuáles son tus valores, en conocer, gestionar y ponerles nombre a las emociones, en entender que procesos rigen tu inconsciente. No solo eso, hay más bloques enfocados en muchos más aspectos de tu vida tanto personal como profesional que estoy seguro de que te aportarán mucho. Todo esto lo harás acompañado de personas que, además de haber vivido este proceso, son excelentes guías y profesionales que dedican entusiasmadamente su vida a ello.
Hasta aquí llegamos juntos. Espero haberte abierto una puerta, una posibilidad nueva e inspiradora en tu vida. Te propongo un reto: permítete probar y acercarte a lo desconocido, hay algo cautivador y profundo cuando te abres a ello. Me gustaría terminar pidiéndote que seas valiente y que busques una razón sincera y autentica que te mueva a abrirte al cambio y asistir a estos talleres. ¡Prueba!
Te deseo lo mejor en tu camino. ¡Hasta pronto!