El terremoto es un fenómeno originado por una ruptura en el interior de la Tierra que conlleva la liberación de una gran cantidad de energía. Esta energía se propaga en todas direcciones en forma de ondas sísmicas. Al llegar a la superficie terrestre, el movimiento sísmico puede producir una sacudida del terreno importante, llegando a causar daño en edificios e infraestructura y pudiendo disparar otras amenazas naturales, como deslizamientos de tierra.
Normalmente los terremotos ocurren acompañados de otros terremotos. Los grupos de terremotos cercanos en espacio y tiempo se llaman series sísmicas. Para estudiar las series sísmicas se recurre a métodos estadísticos para determinar los parámetros que caracterizan las series en espacio, tiempo y magnitud. El estudio de las series sísmicas nos da información sobre las características sísmicas del territorio y los agentes causantes de la sismicidad. Esta línea de investigación tiene mucho interés para el pronóstico de terremotos
Cuando ocurre una ruptura sísmica, el estado tensional al que se ven sometidas las rocas del entorno cambia sustancialmente. Este cambio, que es función de las características de la ruptura y del terreno afectado, puede alterar el estado de esfuerzos de otra falla y acercarla al estado crítico de ruptura. El estudio del cambio de esfuerzos en el espacio y en el tiempo asociados a un terremoto ayuda a establecer relaciones causa-efecto entre terremotos y a delimitar escenarios de probabilidad de ruptura incrementada.
El terremoto genera una sacudida sísmica en la superficie que supone una amenaza para el ser humano. Con vistas a estimar la severidad de dicha sacudida, los estudios de peligrosidad sísmica proporcionan estimaciones de la aceleración del terreno para un nivel de probabilidad y un horizonte temporal dados. Los resultados de los estudios de peligrosidad se usan en la elaboración de códigos de diseño sismorresistente de edificios e infraestructuras y en los estudios de riesgo sísmico.
Los estudios de riesgo sísmico tienen por objetivo estimar el nivel de daño y pérdidas asociados a una acción sísmica, que habitualmente corresponde a un terremoto concreto o a una estimación probabilista. Para ello, es necesario conocer el nivel de exposición en el territorio de estudio y la vulnerabilidad de los elementos expuestos. Los resultados del estudio de riesgo sísmico ayudan a confeccionar planes de protección civil para la gestión de la emergencia y a desarrollar escenarios sintéticos que ayuden a prever los posibles efectos del terremoto en un lugar concreto.
