El metano se produce “de modo natural por la descomposición en falta de oxígeno de restos de seres vivos”, explica D. Agustín Rubio Sánchez, catedrático de Ecología y Edafología de la ETSI Montes, Forestal y del Medio Natural (UPM). También señala otras formas de producción de estos gases, como “escapes o fugas normales en el uso, transporte y almacenamiento del gas natural”. Nos explica que el metano “no es el gas de efecto invernadero que más producimos, pero desafortunadamente tiene un poder de calentamiento 25 veces superior al del dióxido de carbono”.