Una imagen para visualizar el Big Bang.
Ya desde 1965 se conocía que en el Universo había una radiación de fondo omnipresente. Estaba allí donde enfocásemos nuestros aparatos. Y siempre era igual: con una longitud de onda de 1,9 mm se corresponde con la radiación de cuerpo negro a una temperatura de 2,725 K.
Esto validaba, en gran medida, la teoría del Big Bang -planteada en 1948 por George A. Gamow-, dado que era una consecuencia de la liberación de fotones hace unos 13700 millones de años. Pero mantenía muchos interrogantes, que podían dar lugar a teorías alternativas (como la de que era el resultado de la luz dispersada emitida por galaxias distantes).
Uno de los mayores era su absoluta isotropía (es decir, que la radiación es exactamente la misma miremos hacia donde miremos). Las limitaciones técnicas de observación desde la superficie terrestre de la época no daban para más. Y, si realmente era isótropa, entonces… ¿cómo se habían formado las galaxias? Porque para eso necesitamos una ligera diferencia entre puntos distintos, para que la materia tenga gérmenes donde concentrarse.
Para resolver este (y otros) problema se lanzó en 1989 el COBE (Cosmic Background Explorer), el primer satélite diseñado específicamente para estudios cosmológicos.
En 1992, el equipo dirigido por George F. Smoot y John C. Mather publicaron un estudio en el que se identificaban anisotropías en el fondo del orden de 10-5 K. Fue el espaldarazo definitivo para la teoría del Big Bang inflaccionario, y recibieron el premio nobel por ello en 2006.
Para saber más:
- Radiación de fondo de microondas (MWB): https://es.wikipedia.org/wiki/Radiacion_de_fondo_de_microondas
- COBE: https://lambda.gsfc.nasa.gov/product/cobe/
- Más sobre COBE y su misión: https://es.wikipedia.org/wiki/COBE
- La teoría sobre el Big Bang no habla del Big Bang: https://www.youtube.com/watch?v=In85bmP5rk0