El objetivo es aplicar los TRES PRINCIPIOS de la economía circular al sector de la Construcción:
Acabar con el desperdicio, de manera que los productos sean diseñados y optimizados para un ciclo continuo de desmontaje, recuperación y reutilización al final de su vida útil.
Cuidar la gestión del flujo de materiales, teniendo en cuenta dos tipos de flujo: nutrientes biológicos, diseñados para su reincorporación al ecosistema sin generar impacto ambiental negativo, contribuyendo así al crecimiento del capital natural; y nutrientes tecnológicos, diseñados para su reincorporación al sistema industrial sin pérdidas, contribuyendo al crecimiento del capital económico.
Alimentar el ciclo con energías renovables, reduciendo así la dependencia de los recursos y aumentando la resiliencia del sistema natural y el sistema económico.
