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Paleoecología, dendrocronología y anatomía de la madera

IR: Juan Manuel Rubiales Jiménez

El objetivo principal de esta línea es establecer bases
científicas para una mejor interpretación del paisaje vegetal. Se
estudian también las respuestas de las comunidades vegetales
a perturbaciones y a la acción antrópica del pasado. En este
contexto, la Paleoecología es fundamental para comprender las
líneas base de la biodiversidad y los procesos que explican la
actual distribución de las plantas. Para ello se utiliza la
Paleobotánica como eje central de desarrollo, basado
principalmente en la información proporcionada por
macrofósiles vegetales (maderas, hojas, carbones o estróbilos)
y polen fósil obtenido a partir de secuencias sedimentarias. Se
trabaja en un amplio marco, tanto espacial como temporal,
desde periodos geológicos antiguos (Mesozoico y Cenozoico)
e incluyendo momentos más recientes del Cuaternario
(Pleistoceno, Holoceno).
(2) Los estudios anatómicos en la madera tienen a su vez
aplicaciones en otros campos científicos. Se desarrollan,
siguiendo esta línea, trabajos relacionados con la taxonomía
(identificación), arqueología (estudio de carbones en
asentamientos humanos), pedoantracología (estudio de
carbones en suelos) o dendrogeomorfología (respuesta del
xilema a procesos geodinámicos).
(3) Los anillos de crecimiento de árboles, por medio de la
dendrocronología, permiten datar objetos leñosos, pero
también un gran abanico de aplicaciones. A través del análisis
de los patrones de crecimiento secundario de los árboles, es
posible reconstruir parámetros climáticos del pasado y
también identificar eventos climáticos extremos, cambios en la
disponibilidad hídrica o en otros factores ambientales que
afectaron al crecimiento de los árboles.
(4) El estudio de los caracteres epidérmicos de hojas fósiles
constituye también otra perspectiva metodológica para estimar
las concentraciones de CO2 en la atmósfera en el pasado.
Esto se logra analizando las densidades estomáticas (la
cantidad de estomas por unidad de área) y otras
características morfológicas de las hojas fósiles, que varían en
respuesta a los niveles de CO2 atmosférico.

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