En la actualidad, el mundo se enfrenta a grandes amenazas como sequías, inundaciones, huracanes, eventos con consecuencias nefastas que han aumentado su frecuencia producto de los efectos del cambio climático. Las constantes y grandes emisiones de CO2 a la atmosfera han provocado un aumento de su temperatura media a nivel global, lo que ha traído consigo un desajuste en los niveles climáticos, generando así el aumento de eventos meteorológicos extremos.
Un informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés) presentó un análisis de alrededor de 11.000 desastres naturales que tuvieron escenario entre los años 1970 a 2019. En el estudio se abordaron aspectos como la mortalidad en las poblaciones afectadas y las pérdidas económicas generadas. Concluyendo que en este lapso de tiempo más de dos millones de personas perdieron la vida a causa de desastres naturales y las pérdidas económicas generadas fueron alrededor de 3,64 billones de dólares.
Adicionalmente, el informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial sugiere que en zonas de América del Norte y Asia las lluvias aumentarán su intensidad y las temperaturas seguirán incrementándose. Por otra parte, un informe presentado por el Bando Interamericano de Desarrollo indica que en la región de América Latina y el Caribe se espera un mayor incremento de inundaciones, huracanes y terremotos, especialmente “presentan mayor vulnerabilidad los países que tienen costa en el Mar Caribe y/o en el Océano Pacífico”.
Es por esta razón que los sistemas de alerta temprana y los recursos como material cartográfico para lograr establecer planes de emergencia para la prevención o gestión en situaciones de desastre naturales, así como la correcta divulgación de información a la población en general, juegan un papel fundamental para hacer frente a los escenarios del cambio climático.
Los Sistemas de información Geográfica constituyen una herramienta que puede ser utilizada para realizar la identificación de zonas vulnerables a fenómenos meteorológicos a través de mapas de riesgo; con esto se podrían establecer o mejorar los procesos de toma de decisiones. Estos mapas emplean una técnica que establece un nivel aproximado de riesgo, integrando factores de amenazas y vulnerabilidad que incluye aspectos sociales y económicos.
Fuente: https://www.usgs.gov/media/images/usgs-flood-inundation-mapper-water-depth-38-feet
Para realizar análisis relacionados al manejo de riesgo utilizando los Sistemas de información Geográfica, es necesario contar con tres categorías de información: (1) amenazas naturales: que debe incluir la ubicación, severidad y probabilidad de ocurrencia, (2) ecosistemas naturales: indicando aspectos como los caudales de los ríos, uso de suelo, topografía, etc., (3) población e infraestructuras: proporcionando información para cuantificar el impacto que podría generar un desastre.
Uno de los principales inconvenientes al momento de emplear los Sistemas de información Geográfica en el análisis de riesgo, corresponde a la disponibilidad y calidad de los datos, principalmente la ausencia de datos históricos. Por otra parte, en algunos países existe la problemática de la difusión de la información por parte de las instituciones a la población en general y/o la falta de personal capacitado para realizar este tipo de estudios a nivel local, dificultando los procesos de generación de alternativas para actuar frente a desastres naturales.
El uso de los Sistemas de Información Geográfica juega un papel importante en la actualidad como sistema de apoyo para los procesos de toma de decisiones para planes de ordenación del territorio, prevención, mitigación y gestión de zonas vulnerables a desastres naturales. Estos sistemas pueden ser empleados para desarrollar sistemas de alerta temprana; tal es el caso del Proyecto Morazán en Centroamérica, región categorizada como una de las más vulnerables a nivel mundial y afectada fuertemente por el paso de los fenómenos hidrometeorológicos (huracán ETA e IOTA) en el 2020. El Proyecto Morazán es un sistema de alerta que tendrá como objetivo tres aspectos fundamentales: 1) el monitoreo de zonas vulnerables a inundaciones, 2) servir de plataforma para la descarga de imágenes satelitales y 3) funcionar como plataforma de comunicación para comunidades afectadas por desastres naturales permitiendo enviar mensajes de emergencia.
Los sistemas de alerta temprana se constituyen en un conjunto integrado de sistemas de comunicación que recolectan y procesan información sobre amenazas previsibles, teniendo como objetivo alertar a las poblaciones sobre posibles desastres. Estos sistemas son especialmente utilizados para mejorar la respuesta en casos de emergencia, ayudando a salvaguardar la integridad de la población mediante la reducción de pérdidas de vidas humanas. Es importante destacar que este tipo de sistemas deben ser considerados parte de una estructura multiinstitucional, necesitando la cooperación de instituciones científicas y/o académicas, autoridades y agencias de protección civil y comunidades o población en general.
Bibliografía:
http://www.oas.org/dsd/publications/unit/oea57s/ch012.htm
http://www.funsepa.net/soluciones/pubs/MzQ3.pdf
