María Medina Torres

El uso de rotondas como solución a problemas derivados de la congestión de tráfico es una práctica muy habitual en las ciudades.

Las ventajas de las rotondas son más una cuestión de planificación del tráfico que del propio urbanismo. Permite, por un lado, la decoración de las rotondas lo cual, se puede computar como espacio verde dentro de los propios desarrollos sostenibles, y es una forma tanto de resolver los problemas de tráficos como de añadir espacios verdes de las propias indicaciones de los PAU (programas de actuación urbanística).

El motivo de que haya tantas rotondas en España responde básicamente a dar solución a un sistema de planeamiento que prima a los conductores frente a los peatones. Es una solución al tráfico como intersección, pero da una mejor solución a modelos de ciudad donde la forma principal de movilidad es el coche.

Pero a veces, más que una solución supone un problema económico, ya que suponen un coste muy elevado para la ciudadanía, difícil de cuantificar.

Son construcciones que se pueden fiscalizar fácilmente ya que el interior de las rotondas se puede decorar con espacios verdes o esculturas que al ser consideradas arte tienen una cuantificación económica muy ambigua.

Debido a la dificultad de su evaluación económica, se han convertido en un punto de corrupción urbanística donde las malas prácticas políticas han llevado a construir rotondas carentes de sentido.

Surgen así rotondas absurdas, sin sentido alguno, como las siguientes:

• La rotonda de los Pavos de Jaén.

Se trata de una de las rotondas más nuevas y singulares de toda la provincia. En ésta, vemos dos pavos de grandes dimensiones realizados con materiales de la construcción y señalización vial. Es obra del artista jienense José Fernández Ríos.

Foto 1. Rotonda de los Pavos en Jaén. Fuente: Google Maps

• Rotonda en Segovia

En la siguiente imagen se puede apreciar la construcción de una rotonda en el que sólo hay una salida, anulando así, la función principal de intersección.

Foto 2. Rotonda en el polígono de Valverde del Majano, Segovia. Fuente: Google Maps

• Rotonda en Salamanca

En este ejemplo de rotonda absurda, se puede observar como han creado una rotonda sin salidas, únicamente con una entrada, cuando justo al lado, ya hay varios cambios de sentido.

Foto 3. Rotonda en la carretera de Santibáñez del Río. Salamanca. Fuente: Google Maps

• Rotondas en Tarragona

En estas rotondas se puede apreciar, como sólo tienen una salida. Son tramos carentes de problemas de tráfico y sin necesidad de rotondas. Se podría haber continuado con la carretera sin necesidad de rotondas.

Foto 4. Rotondas en Ametlla de Mar, Tarragona. Fuente: Google Maps

• Rotondas en Granada

Como sucede en los ejemplos anteriores, se puede apreciar la construcción de varias rotondas como mala práctica urbanística, ya que se podría haber prescindido de la rotonda grande central.

Foto 5. Rotondas en Escúzar, Granada. Fuente: Google Maps

Todas estas infraestructuras urbanísticas conllevan a una serie de repercusiones ambientales, económicas y sociales que afectan al entorno de cada una de ellas.

En relación al impacto ambiental, la magnitud de este tipo de construcciones puede provocar el desplazamiento de especies autóctonas, la alteración del suelo, la contaminación del aire como consecuencia de la construcción de la propia infraestructura, así como el impacto visual provocando la modificación del paisaje.

En cuanto al impacto socio-económico, es evidente, el coste tan elevado que los propios ciudadanos deben de pagar por una infraestructura de tal magnitud completamente innecesaria.

En definitiva, esto son sólo algunos ejemplos de las malas prácticas urbanísticas derivadas de la burbuja inmobiliaria, demostrando una vez más, el uso del urbanismo como instrumento de corrupción.