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MUSEO COLECCIONES REALES

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En este post se va a analizar la integración con su entorno del Museo de Colecciones reales, un edificio de reciente construcción ubicado junto al Palacio Real y a la Catedral de la Almudena de Madrid. Vamos a hablar de varios factores dentro de la integración:

Arqueológica

El museo está ubicado en la zona que se sospechaba que podían estar los orígenes de Madrid, y efectivamente, durante la construcción se encontraron restos arqueológicos, que aportaron nuevos datos sobre el origen de la ciudad. Y es que los expertos que estudiaron el yacimiento extrajeron la conclusión de que Madrid como población no nació hasta el S XII, después de la conquista cristiana; que anteriormente solo había sido una fortaleza fronteriza musulmana. Plantearon esta hipótesis debido a que, si bien los restos de la fortaleza del S IX eran abundantes, no aparecen ruinas de casas y calles hasta el S. XII.

Tras el descubrimiento el proyecto se adaptó para se pudiese visitar parte del yacimiento desde el propio museo y también se respetase y protegiese las partes que iban a quedar ocultas o enterradas. Así se podrán visitar restos de murallas, de una casa y una calle desde el propio museo, por lo que la integración arqueológica se resolvió de manera muy adecuada.

Artística

Como hemos dicho, el Museo está franqueado por dos edificios de enorme valor artístico; el Palacio Real, y la Catedral de la Almudena.

El Palacio Real fue mandado construir por Felipe V después de que se incendiase el Alcázar de Madrid. Su construcción duró de 1738 a 1764. Es un gran edificio construido en granito y caliza, con una fachada dividida en dos cuerpos; un basamento almohadillado y un cuerpo superior formado por ventanas, balcones y pilastras de orden dórico y jónico, rematado por una balaustrada con multitud de esculturas y ornamentación. Su estilo arquitectónico podríamos decir que se encuentra entre el barroco y el neoclásico.

La Catedral de la Almudena se empezó a construir en 1883. El primer proyecto que se siguió para su construcción era de estilo neogótico. La guerra y la falta detuvieron la construcción, habiéndose realizado solo la cripta y parte del interior. Se retomaría en 1950, siguiendo un nuevo diseño, que intentaba aunar los movimientos de la época y la tradición clásica española, buscando una mayor armonización con el Palacio Real. Esto fue debido a que se había criticado, no sin cierta razón, que un edificio neogótico no iba a encajar al lado de un edificio barroco-clasicista como el Palacio. Finalmente se concluyó en 1993 y el resultado fue un edificio que, si bien no contentó a muchos, lograba la integración con el Palacio al usar sus mismos materiales y un gran conjunto de columnatas, esculturas y frontones que, si bien a veces se combinaban de un modo extraño, no desentonaban para nada con la arquitectura del palacio ni del Madrid de los Austrias.

El reto entonces de diseñar un edificio que se integrase artísticamente era enorme para los arquitectos del museo, además sabiendo que como en el caso de la Almudena, la solución podía despertar polémica. Se optó por un edificio dividido en tres niveles, formados por una hilera de pilares cuadrados a imitación de una columnata. La integración con el palacio y la catedral se buscó usando materiales similares, destacando el granito, y con los pilares modo columnata que hemos dicho.

Mientras que el edificio recibió el aplauso de la mayoría de la comunidad experta, destacando el premio COAM 2016 otorgado por el Colegio de Arquitectos de Madrid, en la calle o entre ‘el pueblo de Madrid’, se perciben opiniones más variadas, o por lo menos un poco más críticas, contando con que se trata de una actuación en uno de los entornos más notables de la capital y que se espera que el edificio permanezca en ese lugar cientos de años como sus dos vecinos. El redactor de esta entrada, que no es ningún experto, está más cerca de la desconfianza o aptitud critica con la que el pueblo juzga el edificio, que de la admiración que al parecer le profesan los arquitectos. Para empezar, llama la atención la no incorporación de ningún elemento no digamos clásico, si no figurativo en el edificio, como si la arquitectura moderna no pudiese incorporar tales elementos sin perder su sofisticada y a la vez minimalista ‘modernidad’. Puede que un edificio con alguna escultura o algo parecido a un capitel dórico perdiese parte de su ‘pureza moderna’ pero creemos que el escenario no era el más adecuado para hacer gala de estricta ortodoxia. Además, mientras que tanto en el Palacio (esculturas de los reyes españoles), como en la Catedral (tejados de pizarra, propios de la arquitectura de los Austrias) encontramos elementos que nos conectan con la tradición española o madrileña, nada nos niega en el estilo del Museo la posibilidad de construirlo en Nairobi o Tokio. Sin duda alguna es un edificio muy notable, pero la integración con el entorno no se consigue plenamente a nuestro entender.

Paisajística

La mejor forma para analizar la integración paisajística del edificio consiste en comparar dos postales del conjunto antes y después de su construcción, como las mostradas a continuación:

Madrid Proyecta 🏗️ в Твиттере: «🤝¿Museo de las Colecciones Reales para  2022? Patrimonio Nacional y Ayuntamiento firman un convenio para impulsar  el conjunto histórico del Palacio Real (Palacio Real, Plaza de la

Paisaje después de la construcción

 

Aunque modifique la emblemática vista, no hay duda de que el nuevo edificio se inserta paisajísticamente de forma adecuada, tapando el ladrillo anterior, homogeneizando los colores de la postal, pero respetando la visión del museo y la catedral desde la lejanía.

Social-económica

La inmensa mayoría de las obras que se mostrarán en el museo están ya expuestas en la Armería, la Farmacia o el resto de reales sitios repartidos por la geografía española. Es decir, van a ser muy pocas las obras nuevas o desconocidas que podrá visitar el público. Esto sumado al presupuesto del proyecto, unos 192 millones de euros en principio, nos hacen pensar que quizá no era muy necesaria o urgente su construcción, y más en el contexto actual en el que no abunda el dinero en las arcas estatales.

 

ALBERTO JORDÁ LAGUNA 1142

 

Bibliografía

Ramón Guerra de la Vega (1995) El Palacio Real y la arquitectura de Felipe V de Borbón. Colección editada por Ramón Guerra de la Vega y Patrimonio Nacional

Ramón Guerra de la Vega(1996) Guía de las iglesias del antiguo Madrid. Colección editada por Ramón Guerra de la Vega y Patrimonio Nacional

http://dpa-etsam.aq.upm.es/gi/arkrit/blog/la-carpeta-de-cintas-otra-version-del-museo-de-las-colecciones-reales/

https://www.elconfidencial.com/cultura/2017-11-03/museo-colecciones-reales-enero-2020-madrid-palacio-real-turismo_1471850/

https://www.elconfidencial.com/cultura/2015-12-17/el-museo-espanol-de-los-171-millones-de-euros-de-presupuesto-ya-esta-listo_1121140/

https://www.elespanol.com/cultura/arte/20170914/246726225_0.html

http://www.espormadrid.es/search/label/Museo%20de%20Colecciones%20Reales

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