Guadalix de la Sierra es un municipio de la Comunidad de Madrid, situado en la Cuenca del Manzanares, en la Sierra de Guadarrama. En los últimos años ha sufrido un gran crecimiento debido a factores como el turismo rural, favorecido por el transporte público.

En los años 80 se decidió construir un EDAR en la localidad de Guadalix debido a que anteriormente a esto, las aguas residuales se desechaban directamente sin tratar al Embalse de Pedrezuela. Actualmente, tras el tratamiento, las aguas se vierten al río Guadalix (río afluente del Jarama). A 200 metros de la EDAR se encuentra dicho embalse (también denominado Embalse de El Vellón), consecuencia de la represa de este río; poseedor de gran biodiversidad y lugar de ocio para la práctica de deportes acuáticos. El embalse de Pedrezuela, está incluido en el Catálogo de Embalses y Humedales de la Comunidad de Madrid por la Ley 7/1990, de 28 de junio, de Protección de Embalses y Zonas Húmedas de la Comunidad de Madrid. El Plan de Ordenación de este espacio, aprobado por el Decreto 19/1994, de 24 de febrero, y revisado por el Decreto 116/2002, de 5 de julio, establece una serie de medidas y condiciones de uso, enfocados a fomentar los valores naturales pertenecientes, y en consecuencia, a proteger sus recursos hidráulicos.

Fig. 2: Imagen de la estación tomada desde el exterior

Podría parecer una obra cualquiera, salvo por un motivo; la depuradora se encuentra dentro del pueblo, es decir, a unos escasos metros existen viviendas habitadas, un complejo deportivo y un parque. Especialmente en los meses de más calor, en las proximidades a la depuradora, suele haber un olor bastante apreciable y algo desagradable, además de que es totalmente visible desde la calle (anteriormente había una barrera de cipreses). Traigo este tema porque muchas veces me he planteado por qué construyeron una depuradora tan cerca del pueblo en vez de alejarla un poco más y así no perturbar a las personas residentes en la zona.

¿Por qué en el proyecto se decidió la ubicación actual? Parece lógico pensar que lo más inteligente habría sido situar la estación en una zona más lejana del pueblo, también previendo un crecimiento futuro del municipio, pero los ingenieros que realizaron este proyecto se encontraron con un problema, y es la topografía de la localidad. Guadalix se encuentra en un valle y es uno de los pueblos más llanos de toda la sierra madrileña, lo que dificulta en gran medida la conducción de las aguas residuales, que suele hacerse por gravedad.

La posibilidad de realizar un EDAR más alejado supondría el soterramiento parcial o total de la depuradora, lo que habría supuesto un sobrecoste importante, puesto que la pendiente que precisan las tuberías de conducción (para conducir el agua por gravedad y autolimpieza) es mayor a la del propio terreno. Además, la cota de entrada de las aguas negras a la depuradora está dos metros por encima de la tubería de llegada, de forma que cuando se llena el arquetón de entrada es cuando pasa a la estación (es decir, la depuradora ya está por encima de lo deseable). Además de esto se suma otro problema importante; la entrada posee un diámetro de 60 cm, mientras que una parte importante de los ramales modernos tiene 100 cm de diámetro, lo cual imposibilita el bombeo (pues debería realizarse una obra de acondicionamiento).

Entonces, ¿no hay otra alternativa ante esta situación? Para la localización de la estación depuradora, incuestionablemente no, por todas las razones anteriormente citadas. Cabría destacar que las viviendas fueron construidas muchos años después de la puesta en marcha de la EDAR, por lo que se podría concluir con la idea de que se trata de una mala práctica por parte de los promotores, que deberían haber previsto y tomado medidas ante esta coyuntura.

AURORA GARCÍA GONZÁLEZ

Universidad Politécnica de Madrid