También esto pasará. Milena Busquets.

Cubierta de También esto pasará. Milena BusquetsTambién esto pasará
Milena Busquets
Anagrama, 2015

 

Yves Saint Laurent (uno de los poetas más importantes del siglo XX) dijo una vez: “La prenda más bonita que puede vestir a una mujer son los brazos del hombre que ama. Pero para aquellas que no tienen esa suerte, estoy aquí”.

Esta cita es de Milena Busquets, pero no pertenece al libro que recomiendo hoy sino a su blog. Desde esas páginas nos llega su latido en directo, sin trampa ni cartón.

Para las que no tenemos ningunos brazos aparte de los nuestros, para las que (de momento) no compramos en YSL, tengo la solución para este invierno: El Poncho.

Y lo dice en serio porque a continuación nos informa de dónde podemos comprar el poncho que más le ha gustado esta temporada.

Se trata de un blog delicioso, que regala alegría de vivir y buen gusto y que ha abandonado por sus nuevas obligaciones como escritora de éxito. Yo pido cada mañana a la suerte que lo retome.

También esto pasará es realmente un diario. Milena se llama Blanca en el libro, los nombres están cambiados,  pero todo lo demás es biográfico. Se trata de un trozo de su vida, el peor, la enfermedad y muerte de la persona más importante de su vida: su madre. Su madre era la escritora y editora Esther Tusquets. Milena logra, en el libro o en el blog, llegar a lo más profundo, a lo esencial, como un rayo, y toca lo sensible con una eficacia que asombra.

Fotografía Milena busquets: Abrigo masculinoPor eso no me sorprende nada que se haya vendido el libro a veintinueve editoriales, ni que fuera tan valorado en la última Feria de Frankfurt.

Es a ratos una narración terrible, su dolor no encuentra consuelo y piensa que sólo el amor de los demás nos salva realmente. Ella necesita que la salven deprisa, con urgencia.

Rapiña miradas, gestos, la sonrisa de la dependienta del supermercado al darle la vuelta, todo, por mínimo que sea, todo para no sentir tan fuerte que se ha quedado espantosamente sola.

Viviré sin ti hasta que me muera.

Al final del libro hace una lista, a Milena le gustan mucho las listas, de las cosas que le ha dado su madre. Vayan algunas.

Me diste los flechazos como única forma de enamoramiento (tenías razón), el amor al arte, a los libros, a los museos. Me regalaste la alegría de vivir, la entrega absoluta, los grandes gestos en los momentos adecuados, la afición a todos los juegos…

Milena Busquets

Pero acabemos este comentario como le gustaría a Milena, con una sonrisa y hablando de hombres. Volvemos a su blog:

¿Qué hay que robarles a los hombres?, se pregunta.

– La camisa. En una mujer, una camisa de hombre siempre es sugerente, siempre funciona.
– La bufanda. Las de hombre son más sobrias, más grandes, más envolventes.
– El corazón. A ellos no les sirve para nada, solo para dárnoslo.

 

Milena Busquets en la Biblioteca UPM

 

Al sur de Granada, Gerald Brenan

Cubierta de Al sur de Granada, Gerald BrenanAl sur de Granada

(South from Granada: Seven Years in an Andalusian village)

Gerald Brenan

Tusquets

2003

Gerald Brenan (Malta 1894 – Alhaurín el Grande, Málaga 1987) es seguramente el hispanista más conocido y no es una casualidad. Al sur de Granada su obra mas popular no es un estudio sesudo sobre nuestra historia o nuestra literatura, qu etambién lo hizo, sino un trozo de su vida, el mejor, disfrutado con fascinación en un pueblo de la Alpujarras que se llama Yegen.

  

El libro ha dado a conocer la Alpujarra en el mundo entero y de paso nos la ha descubierto a muchos españoles que, si no hubieramos leído a Brenan, seguramente no habríamos ido jamás por allí o desde luego no habríamos parado precisamente en Yegen.

Fotografía de Yegen (Granada)

 

En la orillita del mar

suspiraba una ballena

y en sus suspiros decía:

quien tiene amor, tiene pena.

Copla popular recogida en Yegen por G. Brenan

Pero esta obra es algo más. Es un trabajo minucioso en el que se recoge la manera de vivir todos los días en Yegen, las palabras que más se utilizaban, las supersticiones,  los usos amorosos, las canciones que se cantaban  y las leyendas pero… tampoco esto, con ser mucho, lo dice todo.

Es también un diario de su vida en aquel lugar remoto tan diferente a su refinado mundo. De los libros que había seleccionado para leer aqui y así recuperar el tiempo que había perdido combatiendo en la I Guerra Mundial,  era capitán del ejército británico, de sus amores complicados con Dora Carrington una pintora inglesa que le visitó en 1920 y que prefería  la compañía de Lytton Strachey un importante intelectual perteneciente al Grupo de Bloomsbury que llegó con ella a Yegen a lomos de burro con verdaderas dificultades…

 

Fotografía de Gerald Brenan y Dora Carrington

Era una aldea pobre, elevada sobre el mar, con un panorama inmenso a su frente. Sus casas grises de forma cúbica de un mellado estilo Corbusier pegadas unas a otras con sus techos planos y sus pequeñas chimeneas humeantes sugerían algo construido por insectos.

No hay que contar mucho más, no hace falta… quizás que la mismísima Virginia Woolf  estuvo en Yegen para visitar a Brenan…

Da  lo mismo, la clave que explica el encanto del libro entero es el cariño y el interés que despliega Brenan por todo lo que descubre en aquellas sierras y lo feliz que fue allí.

Se trata de un libro en estado de gracia.

 

En mi aldea se observaban estrictamente algunas curiosas costumbres con respecto al pan. Antes de cortar una nueva hogaza, se debía trazar la señal de la cruz sobre ella con un cuchillo. Si la hogaza o rosca caía al suelo, el que la recogiera debía besarla y decir: Es pan de Dios. Una vez pinché una hogaza con mi cuchillo y la gente reprobó mi acción diciendo que “estaba pinchando el rostro de Cristo”.

 

Gerald Brenan en la Biblioteca de la UPM

 

 

Paul Auster. Diario de invierno

Portada "Diario de Invierno" Paul AusterPaul Auster, Diario de invierno (Ed. Anagrama en español, Edicions 62 en catalán), 2012.

“Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quien jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro”

 

El recorrido literario de Paul Auster es largo y fructífero. Empezando por su primera novela, Trilogía de Nueva York, hasta ésta última, Diario de invierno recientemente publicada, como siempre en la editorial Anagrama. Curiosamente el libro se ha publicado antes en castellano que en inglés (saldrá en agosto).

En esta novela el autor vuelve la mirada sobre sí mismo a partir de la llegada de las primeras señales de la vejez, para evocar episodios de su vida y ofrecer un magistral autorretrato hecho a base de retazos desordenados de su vida, flases y recuerdos, sensaciones, experiencias.

Se suceden las historias. Una amalgama de recuerdos. No es un diario, porque los recuerdos están desordenados. Los temas (la infancia, el miedo a la muerte, la enfermedad, el amor, los placeres...) aparecen y desaparecen como en una conversación. En este libro habla extensamentede su madre, fallecida en 2002, tema del que no había sido capaz de escribir hasta ahora.

También es una declaración de amor a su actual mujer, la también escritora Siri Hustvedt.

Entonces, el 23 de febrero de 1981, veinte días después de tu trigésimo cuarto cumpleaños, justo a los cuatro días de su vigésimo sexto aniversario, llegaste a conocerla, te presentaron a la Única, a la mujer que ha estado contigo desde aquella noche de hace treinta años, tu esposa, el gran amor que te saltó por sorpresa cuando menos lo esperabas…Paul Auster y Siri

Como él mismo cuenta está narrada en segunda persona para “tomar distancia”, para poder “establecer una especie de conversación conmigo mismo” que huya de “la vanidad de la primera persona”, usada en sus otros libros (entrevista publicada en El Mundo).

Es una novela atípica de Paul Auster, muy melancólica, y como todas las suyas, te atrapa y la lees de un tirón.

Me ha gustado especialmente el recorrido por los múltiples apartamentos, habitaciones y casas por las que ha discurrido su vida.

20A. Octava Avenida, 3000, Apartamento 1-I; Brooklyn… Entorno espartano, sí, pero el ambiente nunca había tenido importancia en cuanto al trabajo se refería, pues el único espacio que ocupas al escribir tus libros es la página que tienes delante de la nariz…con la misma máquina que utilizas desde que volviste de Francia en 1974, una Olympia portátil que compraste de segunda mano a un amigo por cuarenta dólares: una reliquia que sigue funcionando…

 

Paul Auster nació en 1947 en Nueva Jersey. Tras un breve período como marino en un petrolero, vivió tres años en Francia, donde trabajó como traductor, negro literario y cuidador de una finca; desde 1974 reside en Nueva York. En 2006 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.

Podéis ver la entrevista que el programa Pagina2 le ha hecho en este enlace.

Abrazando a tus hijos pequeños. Abrazando a tu mujer. Tus pies descalzos cuando te levantas de la cama y vas a la ventana. Tienes sesenta y cuatro años. Afuera, la atmósfera es gris, casi blanca, no se ve el sol. Te preguntas: ¿cuántas mañanas quedan? Se ha cerrado una puerta. Otra se ha abierto. Has entrado en el invierno de tu vida.

Paul Auster en la Biblioteca UPM.

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