La vida entera, David Grossman

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David Grossman

Cuando en la noche del sábado al domingo, a las tres menos veinte, llamaron a nuestra puerta y por el interfono se oyó la voz de un oficial… pensé: ya está, la vida se ha terminado. Cinco horas después… entramos en la habitación de Ruti para darle la terrible noticia, ella, tras las primeras lágrimas, dijo: “Pero seguiremos viviendo, ¿verdad? Viviremos y nos pasearemos como antes…”. Es un extracto de la carta que escribió Grossman tras la muerte de su hijo, Uri, en Líbano, en 2006. Con este precedente es inevitable leer este libro a la luz de una acrecentada empatía y dotar de sentimientos a todas esas personas que pueblan los telediarios y de las que sólo cuentan qué les sucede, pero no cómo se sienten.

Y es que nadie está a salvo de la inseguridad diaria, ni del persistente eco bélico de las fronteras que estremece las vidas familiares, nunca ajenas a ninguna contienda. Nadie como Grossman para describir ese dolor anónimo de quien no quiere ser víctima ni enemigo y que anhela, simplemente, una vida larga, normal y estable.

El miedo de una madre a perder a su hijo, alistado en el ejército israelí, es el núcleo de esta descomunal obra. La historia gira alrededor de Ora, Ilan y Abram, tres personajes con demasiadas guerras vividas (la de los Seis Días, 1967; Yom Kippur, 1973 y Líbano, 2006), que se conocieron en un hospital de aislamiento cuando eran adolescentes. Años después Ora inicia un viaje para evitar recibir la carta de comunicación de la muerte de su hijo. A través de la palabra toma conciencia de su propia vida, de la de su hijo, y nos muestra la sociedad israelí: la rutina del miedo, la difícil convivencia con los árabes, la incómoda desconfianza mutua.

La obsesión de Grossman por hallar las palabras que expliquen la complejidad del conflicto interior en una realidad conflictiva, es su gran mérito. Su lentitud, el exceso de detalles, no resta en absoluto valor al libro, más bien le otorga profundidad a esta novela surgida de la intensa necesidad de contar, porque “el arte es el único lugar donde las cosas y su pérdida coexisten”.

David Grossman, comenzó escribiendo literatura para niños y jóvenes. Es uno de los más importantes escritores de la literatura contemporánea israelí y un activista por la paz. Ha participado, junto a Amos Oz, en conferencias de prensa para instar al gobierno israelí a aceptar el alto el fuego. Sus obras han sido traducidas a muchos idiomas y ha recibido innumerables premios.

Rosa Molina

Continente salvaje. Keith Lowe

Cubierta de Continente salvaje, Keith LoweContinente salvaje
Keith Lowe
Galaxia Gutenberg, 2012
Traducción de Irene Cifuentes

Continente salvaje nos sumerge en la Europa de posguerra de la Segunda Guerra Mundial, un mundo caótico, lleno de vandalismo, venganzas, guerras civiles, deportaciones y destrucción. ¿Cómo subsistir en ese ambiente de inestabilidad, hambre y violencia? Lowe nos muestra, a través de numerosos testimonios y un estilo tan accesible como eficaz, la degradación moral, el próspero mercado negro, la delincuencia, el destino de los prisioneros de guerra alemanes, el odio acumulado de los presos liberados de los campos de concentración. “La historia de Europa en el periodo inmediato de posguerra no es por lo tanto, y sobre todo, una de reconstrucción y rehabilitación; es, en primer lugar, una historia de la caída en la anarquía”.

La guerra borró las fronteras de Europa, sus instituciones, leyes, gobiernos y a casi 40 millones de personas que, entre civiles y militares, murieron en la contienda. En ese mundo sin referencias sobrevivir dependió, en gran parte, del grupo de pertenencia y, una vez vencido el enemigo común: el nazismo, esos grupos aprovecharon la inercia de odio y violencia para ajustar posiciones en sus respectivos países y eliminar a sus contrarios mediante guerras raciales, étnicas, religiosas, civiles o de clase. Partisanos contra fascistas; polacos contra alemanes; serbios contra croatas…. y un antisemitismo común que, lejos de apagarse, resurgió con más fuerza. Antiguos conflictos y nacionalismos que, manejados hábilmente por soviéticos y aliados, sirvieron para instaurar un nuevo orden mundial.

Fotogradía de Berlín, enero 1945

Años después de la guerra fría, los odios siguen latentes. Resultó imposible crear estados étnica, religiosa o socialmente homogéneos y en todos lados quedaron ascuas que aún se encienden. Pero conocer la historia es poner las cosas en su sitio, asumir responsabilidades y encontrar el punto exacto entre la memoria y el olvido, entre lo que unos quieren recordar y otros necesitan olvidar. Desmontar falsos mitos y victimismos es evitar que se haga política con la Historia. Y leer este libro es un buen comienzo.

Keith Lowe es un historiador londinense, nacido en 1970, experto en la II Guerra Mundial. Es autor de Inferno: The Devastation of Hamburg, 1943.

Rosa Molina

En la orilla. Rafael Chirbes

En la orilla, Rafael ChirbesEn la orilla.
Rafael Chirbes.
Editorial Anagrama.

Dice Rafael Chirbes que, quien quiera entender su tiempo, tiene que encontrar cómo contarlo y, en ese mejor entendimiento de lo de fuera, se encuentran los más hermosos instantes del placer literario. De esta reflexión nacen sus últimas obras (Crematorio y En la orilla), consideradas dos de las mejores novelas de la literatura española de los últimos tiempos. A través de ellas reflexiona sobre nuestra historia más reciente, la historia vivida, la intrahistoria de la que habló Unamuno, con todas sus implicaciones y consecuencias personales y emocionales, del logro a su derrumbe.

Esteban es el protagonista sobre el que se articula la telaraña de personajes y tiempos. El silencio de la posguerra, el ruido de los vencedores, la ruina tras el espejismo de riqueza de una burbuja que convirtió en deudores, más que en ricos, a toda una generación que ahora sobrevive tan enfangados como el marjal, en cuyas aguas estancadas, antes limpias, aparece un cadáver que inicia el mosaico de voces que completan toda una realidad social: Liliana, la colombiana que cuida al padre de Esteban; los trabajadores de la carpintería, en paro tras su cierre; sus partidas de mus con los amigos, oportunistas o fracasados, con los que desgrana la política y la economía. Todo este paisaje humano completa la radiografía de un país en transición que pasa de mutilado a corrompido.

Y es que en esta obra no hay ideología, sentimientos ni malestar sin explorar. El autor desmenuza el alma humana sin dejar resquicio a la confusión, sin que nada le sea ajeno, y avanza implacable hasta completar, con una potente voz narrativa, el dilema moral de los nuevos tiempos, con una novela que conmueve al lector y le obliga a tomar partido.

Rafael Chirbes

Rafael Chirbes (Tavernes de Valldigna, 1949) estudió, desde los ocho años, en colegios de huérfanos de ferroviarios, se licenció en Historia Moderna y Contemporánea y fue profesor de español en Marruecos. Se ha dedicado a actividades periodísticas y a la crítica literaria. Con un feroz realismo y un abandono estético, Chirbes muestra al lector cómo son las cosas, cómo las sentimos y hasta qué profundo nivel nos dejan huella.

Un libro, en definitiva, que se lee y nos lee.

 

Rafael Chirbes en la Biblioteca de la UPM

Rosa Molina

 

Hombres buenos. Arturo Pérez-Reverte

Cubierta de Hombres buenos, Arturo Pérez ReverteHombres buenos
Arturo Pérez-Reverte
[Barcelona] : Alfaguara, 2015

En busca de la enciclopedia prohibida

Reunido en su sede de la Casa del Tesoro y obtenidos los necesarios permisos del Rey Nuestro Señor y de la Autoridad Eclesiástica, el pleno de la Real Academia Española aprueba por mayoría designar entre los señores académicos a dos hombres buenos que, provistos de los correspondientes viáticos para transporte y subsistencia, viajen a París para adquirir la obra completa conocida como ‘Encyclopédie, ou dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers’, y la traigan a la Academia para que, en su biblioteca, quede en disposición de libre consulta y lectura para los miembros de número de esta institución.

Arturo Pérez-Reverte (2016), “Hombres buenos”.

Portada del primer tomo de la primera edición de la “Encyclopédie”. Fuente: Wikimedia Commons (http://minilink.es/442y).

Portada del primer tomo de la primera edición de la “Encyclopédie”. Fuente: Wikimedia Commons (http://minilink.es/442y).

Nos hallamos en 1781, año en el que la famosa “Encyclopédie”, monumental compendio del saber ilustrado, sigue prohibida en España. Ante semejante panorama, la Real Academia de la Lengua, que considera esta obra imprescindible, decide enviar a dos de sus miembros a París para que la adquieran allí. Los elegidos serán don Pedro Zárate (alias el “Almirante”) y el bibliotecario don Hermógenes Molina (don Hermes para los amigos).

Sexagenarios ambos, los encargados de traer las luces de la razón a nuestro país no pueden ser más distintos. Así, mientras que el elegante don Pedro es un hombre adusto y escéptico, don Hermes es religioso, bonachón y desaliñado. Sin embargo, la buena educación y el respeto que se profesan mutuamente harán que, desde el primer momento, los dos caballeros convivan en harmonía.

Ignorantes de que sobre ellos planea la sombra de un peligroso complot que pretende evitar a toda costa que la “Encyclopédie” llegue a España, don Pedro y don Hermes parten hacia Francia. Su esforzada empresa les llevará a enfrentarse a saboteadores, bandoleros, funcionarios corruptos, matasanos y amantes despechados. Pero también, les deparará la oportunidad de participar en la vida social y cultural del fascinante París prerrevolucionario y, sobre todo, de conocer tanto a famosos ilustrados como a personajes interesantes, pintorescos y hasta seductores.

Complejo ejercicio metaliterario que conjuga hábilmente realidad y ficción, “Hombres buenos” tiene su origen en la investigación que Pérez-Reverte inició al descubrir que la “Encyclopédie” atesorada por la RAE llegó allí cuando todavía estaba prohibida en nuestro país. Investigación que es rigurosamente detallada por el supuesto autor del libro. Un académico de la Lengua, anónimo y bibliófilo, creador de dos personajes a los que se termina cogiendo cariño. Dos eruditos, auténticos adalides del diálogo respetuoso y de la educación y la cultura, que, tras mil peripecias, terminan unidos por una inquebrantable amistad.

Arturo Pérez-Reverte en la Biblioteca UPM

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