La cuestión humana. François Emmanuel

Cubierta La cuestión humana, François EmmanuelLa cuestión humana

François Emmanuel

2000

Novela corta de ficción con tintes dramáticos que gira alrededor de una turbia cuestión ética en el seno de una multinacional; plantea cuestiones morales de fondo y trae a la luz un documento técnico de la época nazi (1942) en el que un/unos ingeniero/s describen las modificaciones a realizar en un dispositivo mecánico para mejorar su eficacia. El perfeccionismo y la atención prestada a los detalles más nimios, y la referencia a ensayos experimentales que los validan o descartan nos van cautivando por su laboriosidad y dedicación, mientras aflora paulatinamente el horror de identificar el ingenio con una cámara de exterminio portátil, un vehículo que emplea los propios gases de escape como mecanismo de asfixia. Las digresiones relativas a los problemas del desplazamiento del centro de gravedad debido al movimiento de la carga, al interés de hacer predecible la reacción de la carga ante una eventual oscuridad (entre otros aspectos) emplean deliberadamente un lenguaje neutro, aséptico, distante que tiene como claro objetivo la deshumanización: cosificado el objetivo, parecería que el dilema ético desaparece…o no.

La novela en su lengua original comienza así:

“J’ai été pendant sept ans employé d’une multinationale que je désignerai sous le nom de SC Farb. Cette entreprise, d’origine allemande, détenait une importante filiale dans une ville houillère du nord-est de la France. J’y avais qualité de psychologue, affecté au département dit des ressources humaines…”

Esta novela crece en torno al interés que suscita establecer cierto paralelismo entre el lenguaje empresarial moderno, y sus modernas técnicas de recursos humanos y ciertos procedimientos asépticos de manipulación del comportamiento. Tiene claramente la intención de generar polémica a partir de una yuxtaposición probablemente superlativa, exagerada pero inherente a la trama. Es una novela de intriga que atrapa, aunque no es fácil de interpretar en su desarrollo. Es en este sentido deliberadamente ambigua, no tiene una única lectura ni una interpretación sencilla.

Lo que inicialmente parece un simple diagnóstico de los problemas psíquicos de un alto ejecutivo, pasa a interpretarse en clave de sabotaje, e incluso se reinterpreta posteriormente con el descubrimiento de un oscuro pasado y de un sufrimiento múltiple heredado (un boomerang que se alarga en el tiempo mucho más allá de lo evidente); termina con un final digno de un cine fórum.

El tratamiento del tema es compresible dado el perfil de su autor: François Emmanuel, médico psiquiatra psicoanalista belga (1952) que mantiene su actividad profesional junto a una laboriosa actividad literaria que le ha llevado a ser nombrado miembro de la Academia de lengua y de literatura francesas de Bélgica (2004).

Elijo la cuestión humana, como antídoto contra los mecanismos que nos convierten en seres autoinmunes al dilema fundamental: la necesidad de sensibilización en las situaciones vitales ordinarias y su contraposición con la deshumanización de lo que se desea olvidar, rechazar o exterminar.

“A veces creo que es mi acto de resistencia íntimo a Tiergarten 4. Y creo que me gusta estar en los márgenes del mundo”

El olimpo de los desdichados. Yasmina Khadra

Cubierta El olimpo de los desdichados, Yasmina KhadraEl olimpo de los desdichados
Yasmina Khadra
Destino
Colección Ancora & Delfín, 2016

Novela fácil de una metáfora compleja es otra forma de decir: pseudónimo de mujer para un exmilitar argelino: un oxímoron creíble. El lenguaje empleado es sencillo pero no simple, con ráfagas poéticas. Uno puede imaginar la necesidad del autor de expresar en forma de metáfora realidades difíciles de asumir, que tienen un carácter universal, aunque quizás sean más intensas, más desalmadas, cuanto más despótico sea el régimen que cobija al país.

A ratos me ha recordado por su humanidad a Camus, aunque es difícil estar a la altura de Sísifo. Claramente no es su mejor texto. La autobiografía (L’écrivain) de Yasmina (Mohammed) es espectacular porque está bañada en sangre propia. A mí, en todo caso, este Olimpo me ha gustado porque a veces hay que hablar en abstracto para ser concretos, y aunque tiene un deje de desesperanza, abre la puerta a que eventualmente otro mundo sea posible.Imagen del autor

Insisto, es un cuento, una metáfora que aborda la vida de un grupo de Horrs (indigentes) que viven al margen de la sociedad en un vertedero con su propias normas comunitarias y con un sentido fraternal a pesar de la marginalidad. No parece razonable ir más allá en la sinopsis de la novela, la exégesis queda para los comentarios de esta reseña.

De Yasmina Khadra encontramos en Nosólotécnica otra reseña: La ecuación de la vida, que aborda la naturaleza del instinto de supervivencia que lleva a las personas en el límite de lo soportable a luchar por la existencia, y se queda sin palabras ante la abdicación anónima en sociedades opulentas.

Uno tiene la sensación de que Mohammed Moulessehoul no sólo escribe para vivir, vive de la re-escritura de sus pensamientos, y evidentemente makes a living from it como otros personajes inigualables: G.H. Chesterton, Stefan Zweig o Mary Wollstonecraft.

Pongamos un par de perlas como ejemplos:

“No (hay) por qué tomarse los consejos como prohibiciones, ni las amonestaciones ilustradas como insultos. Un fulano que de verdad quiera aprender tiene que estar al loro de todo lo que ocurre y seguir los consejos que le dan…

Cita

El dinero es la madre de todas las desgracias. Cuando lo sirves, te roba la vista: y cuando te sirve te deja sin corazón…

Yo os he convertido en Horr: o sea en auténticos hombres que viven al margen de la sociedad, de las vacunas y de los censos, que no reciben correo ni oyen hablar de impuestos, ni de recibos, entre otras putadas… Hombres que viven como los de la prehistoria.”

Yasmina Khadra en la Biblioteca UPM

Frantz, Rilke y Margarit

Cartel del film FrantzFrantz, Rilke y Margarit,

reflexiones acerca de la semejanza (metáfora) y de la simpatía (metonimia)

Esta reseña es un crisol, un destilado que aúna: un descubrimiento reciente, la película Frantz (pincha aquí) dirigida por François Ozon (premiada en el Festival de San Sebastián 2016); la canción de amor y muerte del alférez Christoph Rilke (Rainer María Rilke) inmediatamente evocada por la película; y, por simpatía (cercanía), las nuevas cartas a un joven poeta de Joan Margarit.

Frantz podría representar al soldado desconocido, que en el contexto de la primera guerra mundial europea (1914-1918) estuvo encarnado por jóvenes de todas las clases sociales, incluso de la burguesía acomodada o de la nobleza; en aquel momento se hubiera considerado un deshonor la cobardía, tanto como el pacifismo.

La película dirigida por François Ozon aborda con una enorme sensibilidad la sinrazón de la guerra, y la intolerancia y cerrazón de los grandes ideales que arrastran a los más débiles y/o vulnerables a vivencias traumáticas de difícil superación. Emplea para ello el argumento de la canción de amor y muerte del alférez Christoph Rilke traspuesto al contexto del conflicto mundial; transposición tanto más justificada cuando dicho texto se convirtió en un Best Seller precisamente en la postguerra de la Gran Guerra. Para aquellos que disfruten con las películas en versión original, es además un rara perla pues los personajes son profundamente tras-culturales y son capaces de mudar no sólo de lengua, sino de sentirse igualmente cómodos tanto en el mundo galo como en el teutón, y sirve de canto a un mundo multicultural aún ajeno a los nacionalismos exacerbados pero no por ello cosmopolita, es decir acultural. Pienso que es un homenaje a lo mejor de la cultura europea, a pesar de nuestros contrasentidos internos.

La canción de amor y muerte del alférez Christoph Rilke, es un extenso poema (de ahí quizás el epíteto de canción o gesta) editado en versión bilingüe por Hiperión. Precioso…

Reiten, reiten, reiten

Durch den Tag

Durch die Nacht

Reiten, reiten, reiten

Cabalgar, cabalgar, cabalgar

A través de los días

A través de las noches

Cabalgar, cabalgar, cabalgar

(Quién puede evitar evocar a Rafael Alberti en estos versos; de donde se deduce que la inspiración no es lo mismo que el plagio)Cubierta de La canción de amor y muerte del alférez Christoph Rilke, Rainer Maria Rilke

Y finalmente, la nuevas cartas a un joven poeta (las primeras delicadamente escritas por Rilke). Joan Margarit es un personaje curioso: Arquitecto, Catedrático de Universidad Politécnica de Cataluña (imparte su docencia en el ámbito del cálculo de estructuras), Premio Nacional (a nivel estatal) de Poesía, además de Premio Nacional de Literatura de la Generalidad de Cataluña.

“El instrumento del lector es su sensibilidad, su cultura, sus sentimientos, su estado de anímo, sus frustraciones, sus miedos, su pasado…”

Tuve la oportunidad de escuchar a Joan Margarit en una conferencia en la Fundación Juan March, e incluso la bendición de aprovecharme de una breve pregunta al término: ¿Debemos forzar a los jóvenes a conocer la poesía? ¿Hasta donde? Quizás sí, aunque sólo sea para que no puedan echarnos en cara su carencia cuando maduren (esa sería a grandes rasgos su respuesta).

“Escribo… desde la inteligencia sentimental, que desconfía de la ausencia de reglas y que en lugar de rehusarlas, se abre a todo tipo de posibilidades formales, negando sólo la intervención de la irracionalidad”

carátula del libro Nuevas cartas a un joven poeta, Joan Margarit

François Ozon en la Biblioteca UPM

Rainer Maria Rilke en la Biblioteca UPM

Joan Margarit en la Biblioteca UPM

Avenger, Frederick Forsyth

carátulaFrederick Forsyth
Avenger / Vengador
(y/o Hablando con el diablo)

Confieso que soy refractaria a los Best Sellers, es un prejuicio (no sé si absurdo), tangible en mi caso. Convendremos que en principio el exceso de audiencia no necesariamente implica falta de calidad literaria. Ahí tenemos el claro ejemplo de la Biblia, con toda seguridad el mayor best seller de todos los tiempos; preguntado Bernard Shaw (reconocido escéptico) sobre el carácter divino de la Biblia, declaró que cualquier libro con su calidad literaria está animado por un espíritu bendito (blessed by a holy spirit).

En este caso, he tenido que quedarme aislada, sin lectura, después de devorar una indolente novela negra (la trilogía del Baztán) y con un claro síndrome de abstinencia, para decidirme por Avenger (Vengador) de Frederick Forsyth. Parte del desagrado inicial parte del título traducido que suena a novela del oeste tipo serie B.

Mi sorpresa ha sido notoria cuando me he encontrado un texto sobrio, de estilo periodístico, muy bien informado sobre los entresijos de las guerras de Vietnam y de Bosnia; sobre el funcionamiento del FBI y la CIA; sobre el mercado armamentístico y la impunidad de los criminales de guerra. No es un texto bulímico, en el sentido de que es factible leerlo detalladamente, sin glotonería, pero con gusto. En todo caso es una novela negra, que animada por una base real, describe la desaparición de un joven americano en la guerra de Yugoslavia y aprovecha el contexto para dar una variedad de pincelas de inclemente realismo.

foto del autor

El periplo vital del británico Frederick Forsyth (1938) parece la base de este informado discurso: piloto de la RAF a los 19, trabaja posteriormente para la BBC y es enviado en 1965 a Biafra. En 1969 escribe su primera novela basada en su experiencia como periodista para Reuters en Francia. El caso es que me habían avisado que los seguidores de Forsyth son numerosos y devotos, y reconozco que no está carente de un cierto estilo (no alcanzaría a decir encanto).

En todo caso para aquellos millennials (jóvenes nacidos al amor del cambio de milenio o ligeramente antes) que sientan una cierta intriga de base histórica por conocer las naturaleza y brutalidad de las matanzas que tuvieron lugar en los años 90 del siglo pasado en Bosnia, me atrevería a decir que es un texto muy revelador, aunque para evitar apologías o sesgos puedo recomendar como contrapunto: Hablando con el diablo (entrevistas con dictadores), entre los que se encuentra Milošević (curiosamente entrevistan a su mujer, doctora y profesora, que parece ser que era la que mandaba). Este libro editado por Turner (Fondo de Cultura Económica) recorre 8 entrevistas con dictadores y allegados desde África, a Europa, pasando por América; duro pero recomendable.

Y como muestra un botón en palabras de la profesora Mira Marković, señora de Milošević:Cubierta: Hablando con el diablo : entrevistas con dictadores

No veo el terrorismo como un fenómeno ligado a un solo pueblo, a un solo estado, a una sola religión. El terrorismo es simplemente un método más de hacer la guerra.

Vengador y otras obras de Frederick Forsyth en: Biblioteca UPM

Dos amigas. Elena Ferrante

Dos amigas

Elena Ferrante

Lumen

Dos amigas es una saga de cuatro libros: La amiga estupenda, Un mal nombre, Las deudas del cuerpo y La niña perdida.

Narra en tono autobiográfico la vida de un conjunto de familias de un barrio humilde de Nápoles, y más concretamente de una pareja de amigas cuya relación transita entre la fusión y la fricción. Recorre (así como de pasada, sin pontificar) 60 años de la historia de Italia, desde los años cincuenta del siglo pasado hasta la actualidad, y va ampliando el espectro de personajes para incluir perfiles de la intelectualidad universitaria y del mundo editorial italiano. Son cuatro novelas cautivadoras, que te atrapan desde el primer momento; está sembrada de personajes secundarios muy bien perfilados; transmite honesta vitalidad.

Carátulas

“procuraba no olvidar que somos seres muy abarrotados de física, astrofísica, biología, religión, alma, burguesía, proletariado, capital, trabajo, beneficios, política, montones de frases armónicas, montones de frases disonantes, caos dentro y caos fuera”

Esta saga de más de 1500 páginas se ha traducido y distribuido en más de treinta países y ha generado no poca curiosidad en parte porque el autor/a (ahora sabemos autora) se esconde tras un pseudónimo: Elena Ferrante.

Seudónimo

El reciente desenmascaramiento de la autora (octubre de 2016) ha generado no poca controversia (pincha aquí), dado que para llevarlo a cabo el periodista ha recurrido a analizar las cuentas de la pequeña editorial matriz, y de sus traductores (entre los que se cuenta la autora). En cierto modo yo me solidarizo con ella; se intuye innecesario dar notoriedad a alguien que aspira a pasar inadvertido, carente de intenciones taimadas o hirientes. Es una investigación bien llevada con un fin de dudosa relevancia, quizás para simple gloria del periodista implicado.

 “ se sintió humillada por haber vivido atribuyendo poder a cosas que en jerarquías corrientes contaban poco: el alfabeto, la escritura, los libros. Hoy pienso que ella, que parecía tan desencantada, tan adulta, puso fin a su infancia justo en esos días.”

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