A lo lejos. Hernán Díaz

Cubierta de A lo lejos, Hernán DíazMadrid : Impedimenta, 2020
In the distance (2017)
Traducción: Jon Bilbao

Håkan Södertström, apenas un niño, deslumbrado ante tanta novedad, pierde de vista a su hermano Linus en el bullicioso puerto de Portsmouth. Van de camino a Nueva York en busca de las oportunidades que su padre no puede darles en Suecia. De repente sin compañía, asustado, sin saber dónde podría estar su hermano, prueba a subir a un barco que está a punto de partir. No conoce el idioma y no se da cuenta de que no es el barco correcto. Semanas más tarde en lugar de la costa este lo que se encuentra ante sus ojos es el otro lado, San Francisco. Estamos en mitad del siglo XIX, en plena Fiebre del Oro. Mientras los colonos viajan hacia el oeste jugándose la vida por un trozo de tierra y un sueño, Håkan Södertström emprende el camino inverso, de San Francisco a Nueva York, con la quimérica idea de reencontrarse con su hermano.

Es el punto de partida de la odisea a través de las grandes llanuras americanas de un muchacho que acabará siendo conocido como el Halcón. Se cruzará en el camino con mineros, con bandas de forajidos, con una expedición científica, con la caravana de colonos… Todo ello irá curtiendo su carácter, dotándole de una personalidad cada vez más silenciosa y ensimismada. Pero sobre todo será el enfrentamiento con la Naturaleza, con el espacio infinito y su voluntad ciega de sobrevivir los que hagan de Håkan el hombre que llega a ser.

A lo lejos es una novela épica que proporciona al lector una buena cantidad de emociones y de escenas inolvidables. Un viaje en sentido inverso. Un personaje a la contra con cuerpo enorme: un gigante ante sus semejantes, un diminuto grano de polvo en el camino.

Merece la pena mencionar al autor de la traducción, Jon Bilbao, su última novela, Basilisco, es otro western a la contra, diferente, que por momentos parece respirar entre estas páginas.

En otro país. David Constantine

Barcelona : Libros del Asteroide, 2021
Traductora: Celia Filipetto

Cubierta de En otro país de David ConstantineNo sabemos si el señor Mercer le habló alguna vez a la señora Mercer de Katya. Si lo hizo, ella lo tenía bien guardado en un cajón remoto de la memoria. Donde se guardan las cosas que a uno no le caben entre las manos. Pero ahora después de cuarenta años de matrimonio, cuando todas las respuestas deberían estar dadas y el significado de los años en convivencia claro, el señor Mercer sostiene entre las manos temblorosas una carta que trae de vuelta a Katya. El anuncio de que han encontrado su cuerpo en el hielo, conservado todos esos años, desde que aquel fatídico día resbaló por accidente en un glaciar en los Alpes. Y con el anuncio vuelven los días con Katya, aquel amor antes de la señora Mercer, aquel amor con que atravesaban el país, las montañas, dejando atrás el horror de la Alemania de Hitler. Este relato es la nieve que se descongela, unas flores azules que no pueden ser más frágiles y aun así asoman entre el hielo cuando tienen oportunidad. Es el deshielo del corazón.

Un relato triste, de belleza fulgurante que une la precisión de la palabra con la poesía delicada y el silencio. Apenas unas páginas cuentan la vida entera.

Portada de la película 45 añosEs el primero de esta colección de relatos del escritor británico David Constantine, reunidos bajo su mismo título “En otro país”; cada uno un pequeño mundo, un viaje al corazón, al alma de unos personajes sencillos, que podrían ser tú o yo hoy, mañana, un día cualquiera.

“En otro país” inspiró al director de cine Andrew Haigh que en 2015 lo llevó al cine con el título “45 años” con guión del propio autor y con Charlotte Rampling y Tom Courtenay como protagonistas. Aquí el foco de la historia acompaña a la señora Mercer en el terremoto que supone la vuelta de Katya y que sacude toda su vida. Igual de sutil y delicada que el relato y con una banda sonora de los años sesenta, que es la banda sonora de la vida de la pareja y que, poco a poco, va tomando ante la impotencia de la señora Mercer un significado muy diferente al que hasta ahora había tenido.

La cata. Roald Dahl

Cubierta de La cata, de Roald DahlMadrid : Nórdica Libros, 2020
Ilustraciones: Iban Barrenetxea
Traducción: Iñigo Jaúregui
Título original: Taste

Richard Pratt es un famoso gastrónomo, experto en vinos, que preside una pequeña sociedad llamada “Los epicúreos”. Tiene la curiosa costumbre de referirse a los vinos como si fueran seres vivos, usando calificativos como tímido, evasivo, alegre, jovial… Esta noche está invitado a cenar, junto al narrador del relato, en casa de Mike Schofield. Mike, su hija y su mujer, como en un par de ocasiones anteriores, se han esforzado por preparar un banquete digno de un gourmet tan exigente como Pratt y la mesa está decorada con flores, velas y la vajilla que se reserva para tales eventos. Como en las anteriores veladas, en las que Pratt siempre acertó, Mike quiere seguir ganándose una reputación de buen gusto retando a su invitado a adivinar la identidad del vino que esa noche se va a servir. Se suelen apostar una caja del mismo vino. Esta noche también. Pero esta noche algo va a cambiar. Pratt propone subir la apuesta a cincuenta cajas. Algo que Mike no debería aceptar por varias razones. Una es que la apuesta va a subir más… demasiado. Otra es que por el rostro de Pratt ha pasado un destello malicioso que los lectores hemos alcanzado a ver. Y la más importante: esto es un relato de Roald Dahl.

Y con Roald Dahl nada es lo que parece y más vale no hacerse el listo más de la cuenta. Los acontecimientos se van a precipitar. La tensión va a envenenar la atmósfera. Los personajes, pobres diablos, van a sufrir de lo lindo. Y los lectores vamos a disfrutar de todo eso desde la seguridad de nuestros confortables sillones.

Este es uno de los relatos más conocidos del genial escritor galés. Fue publicado por primera vez en 1945 en el Ladies Home Journal y algo después, en 1951, en The New Yorker. La presente edición, ilustrada con sutileza por Iban Barrenetxea hará las delicias de cualquier lector.

Roald Dahl en Nosolotécnica

Roald Dahl en la Biblioteca UPM

El sonido de un caracol salvaje al comer. Elisabeth Tova Bailey

Cubierta de El sonido de un caracol salvaje al comer, Elisabeth Tova BaileyEl sonido de un caracol salvaje al comer
Elisabeth Tova Bailey
Madrid: Capitán Swing, D.L. 2019
Traducción: Violeta Arranz
The Sound of a Wild Snail Eating (2011)
 

Hay universos en cada esquina. Sin reparar en ellos, andamos ocupados con decenas de tareas diarias, de obligaciones, de grandes o pequeñas rutinas, de incontables estímulos humanos que nos atan a lo propio cotidiano. Pero hay universos en cada esquina, laten desde mucho antes que nuestra especie poblara el planeta, latirán mucho después de nuestra desaparición, como ahora, indiferentes al jaleo alrededor. A una velocidad distinta.

Cubierta de The sound of a wild snail eating, Elisabeth Tova BaileyElisabeth Tova Bailey, en su fascinante relato, nos cuenta cómo hay ocasiones en que descubrir uno de esos universos puede salvarte. Porque después de caer enferma, víctima de un virus persistente que la obligó a guardar cama durante meses en unas condiciones de debilidad extrema, lo que mantuvo su mente activa, interesada, emocionada y viva fue la presencia en una maceta de violetas colocada en la mesilla junto a su cama, de un sencillo caracol. Una criatura, originaria de un bosque cercano, que siempre le había pasado desapercibida era ahora su punto de conexión, el tiempo del caracol entraba en su tiempo, algo poderoso unía a la convaleciente sin posibilidad de movimiento con el ritmo vital del gasterópodo, con la sorpresa de sus dientes, con sus sistemas de defensa, con su inadvertida fuerza.

Descubrirlo en este libro no solo supone un aprendizaje, una lección de respeto y una oda a la naturaleza, es también una absoluta delicia.

La edad del desconsuelo. Jane Smiley

Cubierta de La edad del desconsuelo. Jane SmileyLa edad del desconsuelo
Jane Smiley
Madrid : Sexto Piso, 2019
Traductor: Francisco González López
Título original: The age of grief (1987)

 

A Dana y Dave les ha sonreído la vida. Tienen un matrimonio ideal, tres hijas que iluminan su existencia, una clínica dental en la que trabajan juntos, coche familiar, casa en el campo… un matrimonio ideal. Pero un día, como de la nada, sin pensar que puede ser oída, Dana murmura la frase que lo amenaza todo: “Nunca más volveré a ser feliz”.

Dave no sabe por qué lo dice. El lector no sabe por qué lo dice ni lo que ha pasado, lo que está pasando en esa zona de la vida de Dana que queda al otro lado de las páginas escritas. Porque la autora no nos lo cuenta. La narración solo deja ver a través de los ojos de Dave. Los quehaceres de su día a día, lo pequeño cotidiano, los ritmos del trabajo, el crecimiento de las niñas. Sus pensamientos, su tristeza, el miedo. También los gestos de su mujer que ayer no estaban ahí, los silencios nuevos, las emociones que no encajan.

Dave no sabe por qué ella no volverá a ser feliz y no pregunta. Elige boicotear las ocasiones propicias a una confesión. Porque si pregunta, o por descuido permite que ella diga lo que pasa, lo que Dave sospecha que pasa, que no es otra cosa que la existencia de otro hombre amenazando su proyecto de vida, entonces será real, tendrá la fuerza del rayo que asola la estructura que les da cobijo y habrá que afrontar el derrumbe. Si afrontar el derrumbe es posible.

Con lo que no se dice, con lo que no se quiere oír, Jane Smiley ha creado una novela cargada de tensión y sensibilidad. Una reflexión sobre la paternidad, el matrimonio y el miedo a la pérdida de lo que hasta ayer creías seguro y pleno de sentido.

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