Una historia sencilla. Leila Guerriero

Cubierta de Una historia sencilla, Leila GuerrieroUna historia sencilla
Leila Guerriero
Barcelona : Anagrama, 2013

Esa historia sencilla que Leila Guerriero anuncia desde el título no lo es tanto, pues lo que empieza siendo la crónica de un concurso de baile tradicional en una pequeña localidad, pronto acaba por transformarse en uno de los mayores retos literarios: el viaje al corazón de un hombre.

En Laborde (Córdoba, Argentina) se celebra el más prestigioso concurso de malambo que existe. El malambo es una danza compuesta por sucesivas figuras de zapateado llamadas mudanzas que se ejecutan cada vez a mayor velocidad e intensidad según avanzan los cuatro o cinco minutos que dura el ejercicio. Los golpes, giros, torsiones de pies van acompañados del ritmo de una guitarra o un bombo. Tiene estilo norte y estilo sur, y cada uno de ellos viste su propio atuendo (compuesto tanto de bellas prendas como de tintineantes palabras: galera, corbatín, cribo, chiripá, rastra, botas de potro…). Desde los orígenes del baile observan los jinetes ganaderos de la pampa, los gauchos.

En 2011 Leila Guerriero (cronista argentina) viajó a Laborde para documentar su prestigioso concurso de malambo y acabó deslumbrada por uno de sus participantes, Rodolfo González Alcántara, del cual no se separó hasta que logró componer el retrato de su vida (indagó sus orígenes, sus ideas, su fe, el motor que lo movía). Hay que tener en cuenta que un bailarín de malambo (casi siempre de cuna más que humilde) dedica su vida al entrenamiento, a sacrificarse creciendo hacia la perfección para una vez alcanzada la gloria, la victoria, renunciar por completo a la repetición del baile: es el pacto de honor por el que se rigen los ganadores de malambo, una manera de mantener el prestigio del certamen. No obtienen premio en metálico, obtienen reconocimiento, respeto, honra. Obtienen alzarse para caer. ¿Qué gloria y qué misterio hay en el corazón de un ganador en Laborde? He ahí la belleza de este libro.

Tiene buena pinta la película de Santiago LozaMalambo, el hombre bueno“, presentada en la Berlinale de este año:

Leila Guerriero en la Biblioteca UPM

Un comentario

  • José Alejandro Martínez
    José Alejandro Martínez

    Algo había oído hablar del malambo, por asociación de ideas me ha venido a la mente un posible parentesco o relación con la capoeira brasileña. Un buen motivo para viajar a Laborde, estas modestas poblaciones del interior argentino son grandes lugares para encontrarse a sí mismo. 

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