El secreto de Joe Gould. Joseph Mitchell

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El secreto de Joe Gould

Anagrama

Joe Gould es un bohemio. Él incluso se jacta de ser el último.

Todos los demás se han quedado en el camino, algunos están bajo tierra, otros en el manicomio y otros en la publicidad

Vive en el Nueva York de los años 40 y tiene un único objetivo en la vida, escribir una ingente obra llamada “Historia oral de nuestro tiempo”, basada en conversaciones, observaciones, escenas cotidianas, que darán como nunca antes un semblante de la historia real del mundo en su momento.

Lo que antes considerábamos historia -reyes y reinas, tratados, inventos, batallas…- es mera historia formal y en gran medida falsa. Por mi parte, o pongo por escrito la historia informal de los de a pie -lo que la gente tiene que decir sobre sus trabajos, amores, juergas…- o me muero en el intento. Lo que dice la gente es historia.

Lleva más de veinticinco años escribiendo su historia, lo hace en cuadernos que va repartiendo por los sótanos de sus amigos, y no parece en absoluto que esté cerca de terminarlo. Siempre que habla de su Historia oral hace hincapié en su extensión y dimensiones. “Una noche de junio de 1942, por ejemplo, le contó a un conocido que en aquel momento la obra tenía ya alrededor de nueve millones doscientas cincuenta mil palabras” … “O sea que es doce veces más larga que la Biblia”.

No se trata de un homeless al que la vida ha llevado a ese extremo, sino de un hombre que consciente y voluntariamente, y a pesar de ser licenciado en Harvard y pertenecer a buena familia, asume que esta es su misión y decide retirarse del tipo de vida convencional. La Historia oral ha sido mi soga y mi patíbulo, mi cama y mi pupitre, mi esposa y mi fulana, mi herida y la sal que en ella se derrama, mi whisky y mi aspirina, mi roca y mi salvación. Es lo único que me importa. Todo lo demás es basura.

Fotografía de Nueva York durante la Gran Depresión

El periodista Joseph Mitchell, autor del libro, se cruza con este personaje en Manhattan y lo incluye en la serie llamada “Perfiles” que se publicaban en el mítico “The New Yorker”, crónica que supone la primera parte del relato llamada “El profesor Gaviota”. La segunda se publicó más de veinte años después. Suponen una magistral biografía en cuyo telón de fondo están presentes La Gran Depresión, el capitalismo salvaje y la sociedad neoyorquina.

Joe Gould tiene un secreto, y lo iremos descubriendo a medida que su personalidad nos vaya despertando distintos sentimientos. Esta manera de narrar es lo que da ritmo e interés a la obra. Por algo su autor es conocido como “cronista de lo insólito y lo original”.

Rosalía Casamayor

2 comentarios

  • José Alejandro Martínez
    José Alejandro Martínez

    Bueno, con esto de la "historia oral" puede haber un cruce de conceptos. Tan oral puede ser una historia de elites como una de masas, eso depende de las fuentes utilizadas: escritas o habladas. Aunque bien es verdad que la escritura fue durante mucho tiempo privilegio de -o al menos estuvo controlada por- las elites. Puede que NYC sea el escenario idóneo para este contraste, con su acumulación de hitos de la llamada alta cultura junto a una ingente masa anónima. Bien mirado, casi toda la "literatura" (tranmisión de conocimiento y experiencia) humana es oral, ya que la escritura es un invento recientísimo comparado con el largo recorrido de la Humanidad desde la Prehistoria. Muy interesante libro, esto huele a poesía urbana de la buena.

  • En realidad lo que fascina de la idea de Joe Gould es su empeño en defender que la historia verdadera de las ciudades y de las personas no está escrita en los libros ni publicada en los diarios. Que la historia real se arma, se desarrolla, se expresa, mediante las conversaciones de la gente por la calle, que hablan de la verdadera forma de vivir, de sus sensaciones, deseos, frustraciones… y que él como receptor de esos mensajes (vagabundo con alma de documentalista) se siente obligado a registrarlos y contarlos al mundo.

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