Mi futuro profesional

Al tratar el tema del futuro, profesional o de otra índole, debemos ser cautos y tener presente que es un tema delicado y susceptible a muchos cambios. Existen tantas variables que no controlamos que lo que ocurrirá en el futuro puede resultarnos del todo inverosímil. Esto se hace muy evidente hoy en día con la situación de pandemia en la que nos encontramos, que nos habría resultado increíble hace tan solo un par de años.

Vivimos en un mundo en constante cambio y evolución acelerados por las nuevas tecnologías electrónicas y de la información. Esto supone una amenaza para los trabajos ya existentes y una necesidad apremiante de estar informándose constantemente y reinventándose para adaptarse a cada nueva situación.

En lo que me afecta a mí y a mis intereses personales, la situación actual resulta prometedora y con un futuro brillante. Los constantes incrementos en la eficiencia de las tecnologías solares fotovoltaicas y la disminución de precios están teniendo como resultado masivas cantidades de inversión en parques de generación eléctrica solar. Esto, sumado a la aparición de políticas favorables a la implantación de nuevas centrales y autoconsumo residencial e industrial, resulta en un marco tecnológico y legal muy propicio para la consolidación de esta forma de generación eléctrica.

Sin embargo, el desarrollo de inteligencias artificiales y automatización de procesos que mejoran cada día puede suponer una amenaza para puestos de trabajo de mi campo de interés. Está en nuestras manos tener la capacidad de adaptarnos a estos tiempos y revertir la situación, de forma que lo que en un principio podría considerarse una amenaza llegue a ser un útil aliado que nos permita desarrollar labores más creativas, gratificantes y aumentar sustancialmente nuestra productividad y el valor que aportamos a la sociedad.

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