Mi Futuro Profesional. Reflexión

Enfocando la reflexión al ámbito de la edificación, que es el que más me afecta , considero que se trata de un sector que sufre cambios pero menos acusados que otros sectores, por lo que la adaptación que tienen que llevar a cabo los profesionales se da más gradualmente que en otros ámbitos más industrializados e informatizados. Aun así, se ve forzada a realizar cambios debidos a los generados por la normativa tanto a nivel nacional como europeo, pero únicamente a nivel técnico. La adaptación a estos cambios viene de la mano de la utilización de herramientas informáticas, automatización de procesos y tratamiento de la información optimizado. Todo ello hace que se pretenda alcanzar un proceso constructivo más eficiente en todos los sentidos, durante todo el proceso y por todas las partes que integran este sector. Para conseguirlo, es necesario que los trabajadores y las empresas se preocupen de esta formación continua y se adapten a los cambios, ya que son esenciales para que la actividad continúe y se desarrolle.

Independientemente de los conocimientos técnicos, encontramos que, desde hace algunos años, éstos se dan por sabidos y hasta se le da mayor importancia a las habilidades sociales y cívicas, pudiendo llegar a ser determinantes en muchos puestos de trabajo. Se puede deber precisamente a la creciente automatización de los procesos que lleva ocurriendo desde hace tiempo. Cada vez habrá más tareas que las máquinas podrán llevar a cabo en vez de realizarlas las personas, desarrollándolas muchísimo mejor y siendo más eficaces. Pero tal y como apunta el video “#MiEmpleoMiFuturo: un documental sobre robots, economía, clase media… y el fin del mundo”, hay habilidades y capacidades humanas que son irremplazables por las máquinas.

Encontramos que justo estas habilidades apenas se enseñan durante todo nuestro proceso de aprendizaje, que quienes las tienen es por conocimiento adquirido dentro del entorno familiar o personal, pero no porque nadie, durante todos los años de enseñanza, se haya preocupado porque las adquiriera. Por ello, podemos concluir que las personas que estén iniciando en el mundo laboral, y que no posean estas capacidades, van a tener muchas más dificultades que las personas que sí las posean. Esto puede generar bastante frustración e impotencia entre la población joven, ya que se van a ver en la situación de haber estado dedicando más de la mitad de su vida a adquirir los conocimientos necesarios para desarrollar una tarea que a la hora de la verdad necesita de unas habilidades que no poseen, y a su vez, puede que tampoco vayan a tener las herramientas necesarias para remediarlo.

Como solución a corto plazo, será necesario que los jóvenes intenten poner remedio a esta situación, haciendo un gran esfuerzo por mejorar estas habilidades, y en el caso de que ya las posean, únicamente adaptándose a esta nueva forma de trabajo. Como solución a largo plazo lo ideal sería potenciar estas capacidades desde que empezamos a ir al colegio y mientras dure nuestro desarrollo personal y emocional.

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