CASOS DE ÉXITO, Desarrollo de competencias IPMA, DESDE PROFESIONALES, Lecciones de experiencia, Project Management

Proyecto “OBELISCO CALATRAVA” Arte e Ingeniería en Altura

Ha sido para mí un auténtico placer rememorar y compartir este proyecto que fue ejecutado hace ya algunos años, desde la perspectiva de Competencias y Desafíos IPMA, en jornadas de formación para profesionales que pronto obtendrán la Certificación Internacional en Dirección de Proyectos.
El Proyecto del Monumento Calatrava en Madrid sería, en conjunto y en cada una de sus partes, y al margen de otras consideraciones, un proyecto muy Singular:

  • Situación novedosa.
  • Soluciones Innovadoras.
  • Incertidumbre inicial.
  • Elevado Riesgo.
  • Oportunidad.

Grupo Resa fue la empresa adjudicataria para el concepto, diseño, fabricación, montaje, puesta en marcha, mantenimiento y desmontaje de los equipos y sistemas de elevación de personas y cargas, para la necesaria Fase de Montaje de las `Lamas / bronce-oro´ en la capa exterior y visible del monumento.

Después de estudiar de forma reiterada las necesidades de uso, distintas opciones y posibilidades, se acabó instalando en obra una Plataforma Motorizada de Desplazamiento sobre Mástil (MCWP) y movimiento Sincronizado electrónicamente, nunca utilizada antes.

Análisis del proyecto desde las competencias y Desafíos IPMA

Éste sería un proyecto con una componente técnica muy elevada.
Los estándares y regulaciones en este tipo de máquinas y sector, son muy extensos, explícitos, exigentes:

  • Control del Diseño.
  • Control de la Fabricación.
  • Control de la Pruebas Funcionales.
  • Control en el Montaje.
  • Planes de Formación.
  • Planes de seguridad.
  • Planes de Emergencias.
  • Certificación de terceros.

Las competencias prácticas, deben ser llevadas al máximo nivel. Cualquiera podría imaginar el nivel de exigencia en términos de Seguridad y Prevención de Riesgos – no sólo Laborales – para llevar a cabo un trabajo de estas características:
Trasladar a los técnicos de montaje durante más de 11 meses en movimientos continuos de ascenso y descenso, unidos sólo a la esbelta y flexible estructura.

En distintos foros he argumentado y defendido con auténtica pasión, la importancia de:

  • Tener claros los requisitos y objetivos, que en un proyecto singular probablemente irán un poco más allá de tu propio alcance al inicio.
  • El análisis y detalle, siempre conjunto, necesario para llegar a una planificación continua (reiterada, me gusta más) y controlada, que muy probablemente sufrirá nuevos cambios – porque los proyectos están vivos.
  • La importancia del aprovisionamiento y colaboración de tus proveedores, buscando intereses conjuntos reales, de cara a futuro, o ampliando sus posibilidades en tu sector empresarial – como fue en nuestro caso con Schneider y sus componentes electrónicos para motorización y sensorización.
  • Un continuo Control financiero.

Un proyecto en el que el conocimiento profundo de las soluciones propias del catálogo de la empresa, la profesionalidad y experiencia en la prestación de servicios, tuvo la `suerte´ de contar con la inventiva y capacidad de varias personas que lograron un resultado novedoso en un entorno muy controlado.

En este mismo apartado, siempre he querido incidir en los aspectos relacionados con el control de Riesgos. En un proyecto como fue éste, los relacionados con la seguridad son evidentes, pero, y aun así, no los más importantes para la Dirección de Proyectos o para la propia empresa:

  • Idoneidad de la solución implementada.
  • Continuidad.
  • Funcionamiento y Servicio.
  • Posibles incidencias durante uso previsto.
  • Cambios inesperados en el `entorno´.
  • Posibles incidencias `de otros´.
  • Recursos necesarios en cada escenario.
  • Tiempos de Respuesta a distintos escenarios.
  • Alcance económico de posibles cambios o `imprevistos´.

Anticipación, anticipación (una vez más), evaluación detallada, localización minuciosa de orígenes y causas, planes de contingencia o alternativos ante distintos escenarios, probabilidad e impacto. Con las herramientas y técnicas más adecuadas en cada caso. Seguimiento y control extremo una vez superada la etapa inicial de incertidumbre asociada a la singularidad del Proyecto durante el estudio de los conceptos.

Pero, en mi opinión, y aun definiéndolos como extraordinarios, estos factores y competencias pudieron resultar un tanto higiénicos (necesarios, pero no suficientes):

Resulta fundamental la cultura, valores y manejo de buenas prácticas de los que se parte dentro de la empresa.

En un proyecto complejo y singular, una estrategia bien definida y asumida por todos resulta fundamental.

Se determinó que tanto esfuerzo y dedicación de recursos de la empresa (pese a mayores costes estructurales) tendrían mayor retorno, en la mejora de la metodología, también en gestión de Proyectos, en los aprendizajes, en una mayor exposición (controlados los Riesgos), y en un mejor posicionamiento en el mercado, con nuevas oportunidades, que el siempre necesario retorno económico.

Una Estrategia en la que, también en mi opinión, resultaría definitiva la decisión de implicar en el Proyecto a la mayor cantidad de departamentos y personas en `fase temprana´ con un esfuerzo adicional en información y comunicación. Recuerdo con afecto al personal especialista de soldadura de fábrica, que más tarde entendió con gratitud los motivos de tanta especificación y exigencia, sintiéndose de verdad parte del todo.

Muy importante sería el hecho de compartir interés y estrategia común con Cliente y con los otros Proveedores en el Proyecto, desde una continua comunicación y una total transparencia.
Pero mucho más importante, y que enriquecerán más a futuro la participación y el trabajo en equipo real, que no esté basado sólo en el eje de la autoridad, es seguir desarrollando y cultivando las competencias referentes a las “Personas” para afrontar y superar los desafíos.

Desde esta dimensión de “Personas” es necesario generar, confianza a nivel interno, con una comunicación, en modo `escucha´ – porque en más de un caso será necesario, desde la Dirección de Proyecto poder facilitar los recursos y medios necesarios en el momento más adecuado – que sirva además para fomentar esos factores motivadores (reconocimiento, logro, autosuperación, valorar lo útil de la educación y del esfuerzo, la ética y la coherencia), que permitan superar de la mejor manera posible los pasajes de crisis y momentos de conflicto que pudieran surgir.

No es cuestión de negociación, en este caso. Es cuestión de capacidad, confianza y liderazgo de personas.

Mi total agradecimiento a Grupo Resa.
Muy especialmente a Cristina Lages, y a los hermanos Pavón.

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