En el marco de la asignatura Dirección de Proyectos del Máster Planificación de Proyectos de Desarrollo Rural y Gestión Sostenible, hemos conformado, por orientación de los profesores y siguiendo la metodología participativa Project Based Learning este equipo de trabajo que hemos llamado KUKURA. En este grupo multicultural (formado por miembros de Ecuador, Perú, República Dominicana y Bélgica) y multidisciplinar (Geógrafas, Antropóloga, Zootecnista y Financiero) nos ha permitido integrar y desarrollar muchas de las habilidades y conocimientos.
Después más de un mes de trabajo y de la discusión y debates sobre posibles proyectos, logramos encontrar un punto de interés común orientado a aumentar la producción y mejorar la comercialización directa de los productores de Quito. Para ello definimos herramientas para fortalecer la participación activa de los involucrados. Juntos logramos coincidir nuestros intereses y experiencias en el proyecto que llamamos “Propuesta de proyecto para potenciar el rendimiento de los agricultores del cantón Quito (Ecuador)”.
Este proceso PBL ha generado una serie de lecciones aprendidas, destacando las siguientes:
- Conocer bien el tema a desarrollar y el contexto del proyecto. El primer paso fue conocer los antecedentes del territorio y sus actores. De esta forma la generación de ideas es más clara y fluida. Es importante conocer y empaparse sobre lo que vamos a trabajar y de su contexto. Un conocimiento somero ocasiona retrasos en el avance de los entregables y genera malestar entre los miembros del equipo.
- Ser concreto y claro en la ideas a comunicar. En muchas ocasiones llegar a concretar objetivos en común resultó difícil. Nos hizo dispersar con frecuencia del tema, así mismo, comunicábamos elementos que no se relacionaban y perdíamos tiempo valioso, lo cual nos hizo caer en desesperación. Una vez que fuimos concretando las ideas tuvimos claro el alcance del proyecto y trabajar resultó mucho más sencillo. Es necesario ser concreto en nuestras ideas y dejar clara la idea que queremos comunicar. Expresar nuestras ideas con claridad ayuda a entender con facilidad y trabajar de manera más ágil y efectiva.
- Estar atento a las opiniones y comentarios de los miembros del equipo. No estar concentrados y atentos a nuestros compañeros del equipo ocasiona pérdida de tiempo y la necesidad de repetir explicaciones o comentarios. Saber escuchar y estar atentos a los comentarios de otros, ayuda a retroalimentarnos, generar nuevas ideas y sobre todo a aprender unos de otros.
- Realizar correctamente las actividades asignadas a cada miembro del equipo: si existen dudas, preguntar. Si una actividad no está correctamente desarrollada ocasiona que las actividades que la concatenan también se desarrollen erróneamente. En muchas ocasiones se realizaron momentos de resolución de dudas y aclaración de actividades para trabajar bien. Preguntar es una de las acciones más convenientes y fáciles para resolver las dudas. Esto no solo, ayudó a avanzar con las actividades de una forma correcta, sino también a generar aprendizajes, conocimientos y aclarar ideas.
- Trabajar siempre en equipo. Se realizaban reuniones antes de empezar clases para unificar ideas y retroalimentarnos como equipo. Poco a poco y conforme pasaban los días se notaba la unión grupal y la afinidad entre los miembros. Trabajar en equipo es parte del éxito del proyecto y de cualquier actividad, ayuda a desarrollar la creatividad, el aprendizaje, reducir el estrés, desarrollar nuevas competencias, aumentar la eficiencia y eficacia y a alcanzar las metas propuestas.
- Compartir nuestro conocimiento. En más de una ocasión cada miembro del equipo instruyó al resto del equipo en aspectos que ya sabía, había leído o aprendido. Compartir nuestro conocimiento ocasionó que nuestro equipo mejorase y desarrollase nuevas capacidades. Esto generó un mejor ambiente de trabajo y compañerismo. Además, nos ayudó a generar sinergias para agilizar los procesos.
- Ser positivos. Entre todos nos dábamos ánimo. Sabíamos que íbamos a avanzar bien. Nunca hubo un no como opción. Teníamos fe en que las cosas van a salir bien, es el 90% o más del trabajo cumplido. Si pensamos que las cosas van por mal camino, o que no lo vamos a lograr, generamos desánimo y desunión en el equipo, pero al contrario, siendo positivos nos ayudó a resolver problemas, avanzar rápido y culminar felizmente el proyecto.
KUKURA, ha sido un equipo que mediante, la entrega, motivación, compañerismo, perseverancia, autocontrol y el desarrollo de capacidades personales, logró fomentar la participación y el trabajo en equipo, para lograr el cumplimiento de sus objetivos finales. Esto, sumado a las capacidades técnicas de todos los miembros generó un aprendizaje constante.
Miembros del Equipo: Oscar Porras, Pamela Castro, Stefanie De Buck, Pablo Dávila, Nayely Germoso
