Medioambiente

Cuando se revisan las publicaciones y los informes sobre desarrollo en los que se trata de identificar aquellos factores que favorecen el bienestar de una sociedad, se observa una amplia coincidencia sobre el valor que representa la existencia de un entramado organizativo con una alta calidad institucional, en el que las organizaciones públicas, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil colaboren estrechamente, asumiendo cada una su propia responsabilidad, y contribuyendo con recursos y capacidades diferenciales y valiosos a la satisfacción de las necesidades la gente.

En un mundo tan complejo e interconectado como el actual, el tradicional equilibrio entre las tres esferas -pública, privada y sociedad civil- se está modificado rápidamente, dando lugar a realidades completamente inéditas. La continuada concentración del poder económico y la consecuente “financiarización” de  decisiones que tienen importantes consecuencias en la vida de muchas personas, la crisis de credibilidad y la debilidad financiera de muchos gobiernos, así como la incógnita sobre la evolución y maduración de nuevas formas de contrapoder cívico, posibilitadas  por  el acceso masivo a las tecnologías de la información, son algunos de los elementos que caracterizan el actual escenario.

Sin duda, el rumbo que tomen estos procesos de cambio condicionará el futuro de nuestra civilización. Hoy hay más razones y más oportunidades que nunca para construir un escenario diferente, en el que los gobiernos, las empresas y las ONG comprendan que, cada vez más, se necesitan mutuamente; no sólo por motivaciones morales -que las hay, y no son pocas- sino porque, sencillamente, no hay sociedad que sea viable sin gobiernos que garanticen los derechos esenciales y creen las condiciones para que los agentes económicos desarrollen su actividad, generen empleo digno y oportunidades económicas y vitales para todos, y sin una sociedad civil organizada, exigente con unos y otros.

Pero una vez enunciada la necesidad, hay que pasar a la práctica, donde la construcción de puentes para el entendimiento y la acción conjunta se convierte en una de las tareas primordiales a realizar. En este marco, el GIOS ha establecido tres líneas de investigación complementarias:

L1: La construcción y la gestión de “alianzas público privadas para el desarrollo” (APPD) en el sistema de cooperación internacional.

L2: La innovación tecnológico-organizativa en iniciativas empresariales para el desarrollo humano y lucha contra la pobreza.

L.3: La sostenibilidad social en las redes de suministro globales.