Esta entrada me ha llevado mucho tiempo escribirla, porque en esta materia de los coches es donde he encontrado algunas de las mayores diferencias culturales entre USA y Europa.
Para empezar, dos lecciones aprendidas: Si no tienes coche no eres nadie. Y cuanto más grande y ruidoso mejor.
La primera es evidente cuando ves que todos los comercios están pensados para ir en coche. ¿Que quieres ir al banco?, no pasa nada, el cajero es “drive-in”. ¿Que tienes que pagar la factura de la electricidad? Te atienden desde el coche sin problemas. Y todas las tiendas tienen plazas de aparcamiento propias alrededor, incluso el quiosco callejero para vender helados o la tienda de discos. Lo que no hay son plazas públicas, si no vas a consumir, quédate en casa.
Y lo del tamaño… la mitad de los coches son pickups, la típica camioneta abierta en la que puedes llevar la casa, el barco, las motos y la piscina si se tercia. Y muchos participan en una competición oficiosa que consiste en ver quién tiene ruedas más anchas o que sobresalgan más, quién necesita más escaleras para subir al coche, etc. Cierto es que hay personas sensatas que tienen coches japoneses, que deben consumir la mitad que los tanques locales, pero eso no quita para que algunos sean también bien grandes.
Lo curioso del caso es que he descubierto que el tipo de coche no identifica al ocupante por sexo o raza. A veces oyes venir a un mastodonte de estos a tres manzanas de distancia y cuando pasa por delante alcanzas a ver a una ancianita que no llega casi al volante. O ves un deportivo (es la segunda variedad que más gusta, los deportivos americanos tipo Mustang) que en España solo llevaría el más macarra, conducido por un nerd de primer curso en chancletas. Aunque en esto de emparejar al coche y al ocupante hay opiniones: Emre tiene la teoría de que el que lleva una pickup y no trabaja en el campo es que es Republicano (también tener perro es signo de Republicano; él tiene gatos).
Como digo, hay multitud de anécdotas referidas a los coches. Por ejemplo, en Arkansas los coches sólo llevan una matrícula; el hueco de la placa delantera lo llevan generalmente con publicidad o con alguna pegatina chula. Esto me gusta porque me he pasado años pendiente de que la DGT no me echara para atrás la ITV por el estado ruinoso de mi matrícula delantera y resulta que aquí ni siquiera se usa.
Todos sabemos que los semáforos en USA son raros, están colocados al otro lado de la calle, por lo que a veces cuesta entender que tienes que hacer caso a una luz colocada a 50 metros de distancia. Pero los cruces sin semáforo son aun peores: en Conway todos los cruces tienen stops, en los cuatro sentidos, por lo que todo coche que llega al cruce tiene que parar y volver a arrancar. Y se arranca en el orden en que has llegado al cruce. Pero a veces no se aclaran y se quedan los 3 o 4 coches esperando a que el otro de el paso. Y si entretanto llega un peatón (o sea, yo) y cruza, se olvidan del orden y ahí se quedan. Los pasos de peatones en cualquier caso son escasos y muchas veces conviene esperar a que pasen los coches y cruzar a las bravas. Cuando los pasos para peatones están regulados con semáforo entonces ya se monta el lío. Tienes que pedir turno con un botoncito que al pulsarlo dice “wait!” y en algún momento el semáforo se pondrá en blanco para que pases, aunque no siempre te respeta el turno. Y si te despistas te toca correr. Cómo serán las cosas que algunos semáforos incluyen instrucciones de cómo tienes que cruzar la calle (a las pruebas me remito).
En Conway todas las calles son de doble sentido, generalmente sin raya en medio. Y por tanto no hace falta señalizar nada. Esto lo descubrí un día en que encontré en Internet las ordenanzas municipales, donde aparecían las cuatro excepciones temporales a esa regla: en calles con colegios, la circulación se restringe a un solo sentido durante las salidas y entradas. Casualmente la calle por donde voy a la universidad es una de esas y no he visto nunca nada semejante.
Y para otro día dejo explicaciones y ejemplos de los giros a la izquierda (a ver si mientras tanto me aclaro yo), porque telita. Algunas calles ponen un carril especial amarillo en el medio para los que giran, pero que es compartido por ambos sentidos, con lo cual sólo lo puede ocupar uno a la vez…
Y más matrículas
Cuando empece el blog, use el rótulo de “Arkansas” de una matrícula para encabezar las entradas de esa sección. Y por ese motivo empecé a fijarme en las curiosas matrículas americanas, en que aparte del nombre de los Estados con distintas tipografías, llevan un corto lema explicativo (mi preferida: Alabama). Así que he coleccionado fotos de las distintas matrículas que he ido encontrando cuando he podido hacer una foto: a veces ves una en movimiento o sin llevar la cámara a mano y te fastidias. Y otras veces es arriesgado por si te pillan fotografiando su coche aparcado en el jardín… Iré ampliando mi colección según viaje más por el país (espero), pero por ahora da una idea de cómo se mueve la gente en esta zona.
Y cuando te animarás a tener coche? Como se da ir al campus con el frío?