El pasado 21 de septiembre me mudé por fin a un apartamento: 1325 Robins Street, apt. 16
(si lo miras en Google con el Street View, mi puerta está junto a un Cherokee).
El apartamento tiene dos pisos, uno abajo con salón-cocina y un lavabo-váter y otro arriba con dos dormitorios y baño completo. Estaba desamueblado, por lo que lo primero que tuve que hacer fue comprar un colchón. Con la ayuda de Pam (trabaja en la UCA ayudando a los estudiantes y a los profesores internacionales; resulta que soy la primera visita de un “faculty” en los últimos 3 años), compré un colchón queen-size, lo cargamos en su mega pick-up (ella lo llama truck directamente) y para casita. A la vez puso un anuncio en la lista de correo interna del personal de UCA pidiendo muebles y en seguida me llegaron ofertas: ya tengo mesa, sillas, sillón, sofá… No todo es lo más bonito del mundo pero calidad-precio inmejorable.
También tuve que dar de alta los servicios de luz y agua (y ya puestos de Internet). De eso se encarga todo una misma compañía, Conway Corp, y me lo hicieron todo por teléfono.
El siguiente paso, hacer algo de compra para poder al menos desayunar en casa. Con Pam otra vez, en el Walmart, echando cosas al carro (de ahí salió mi primer galón de leche). Y luego en un “todo a cien” (la versión USA se llama “dollar tree” y cuesta todo $1,25 por la inflación), comprando un par de platos, vasos y cubiertos…
Cuando escribo esto llevo 10 días viviendo en la casa. Hoy he completado el ajuar haciendo otra visita al Walmart, esta vez cortesía de Sharif, un profesor bangladeshí del departamento. Ya tengo hasta un felpudo que pone “Welcome”.
Dejo unas cuantas fotos de los momentos iniciales del apartamento, cuando aún no tenía muebles. Otro día pongo más fotos del estado actual y del jacuzzi, spa, gimnasio y piscina de la casa. Pero mejor es que vengáis de visita y lo veáis en persona, por foto no causa el mismo efecto.