La participación en el diseño de una evaluación

La participación en el diseño de una evaluación
8 de octubre de 2015 Evaluación y Desarrollo

Los criterios y saber hacer de los grupos afectados deben formar parte integral de las actividades de evaluación, máxime cuando se trata del seguimiento y evaluación (S&E) de programas de desarrollo. Un objetivo deseable es el de introducir la participación de los grupos afectados en todas las fases del proceso de S&E, se activa en la etapa de diseño y no finaliza mientras continua la intervención hasta la etapa de terminación. Esta continuidad la permite el diseño de un sistema de seguimiento que obligue a un continuo contacto con la población local.

La participación aspira a que todos los implicados se beneficien al máximo con los esfuerzos de S&E. Los objetivos de la participación son por lo menos tres:

  • Aprovechar las aportaciones de la población afectada (la participación como fuente de información).
  • Aumentar el capital social del territorio (la participación como fuente de aprendizaje).
  • Lograr una mayor implicación de la población local (la participación como fuente de dinamización).

mecanismo de participacion

Mecanismo de participación en un sistema de seguimiento y evaluación

La participación como fuente de información

La participación tiene como primer objetivo el aprovechamiento de la información contenida en los conocimientos y experiencias de la población local. Esta información es recogida de forma continua por el sistema de seguimiento y, de manera puntual y con mayor profundidad, por los ejercicios especiales de evaluación.

La información recogida por el seguimiento pasa a los ejercicios especiales de evaluación. Pero éstos cuentan además con ejercicios especiales de participación: una profundización en la participación y en el aprovechamiento del capital intelectual y social del territorio.

la participacionLa participación como fuente de información.

Un aspecto fundamental para el aprovechamiento de la información generada en la participación está en la medición y gestión de los activos intangibles, el capital humano, estructural y muy especialmente, el capital social. El objetivo es buscar que el conocimiento de cada individuo, que en un principio es tácito, pueda ser rentabilizado, explotado al máximo e integrado en las rutinas y formas de actuación del sistema de S&E.

 

La participación como fuente de aprendizaje

Los expertos del S&E se benefician al tener la oportunidad de convertir el conocimiento experimentado de la población local en conocimiento experto (que les caracteriza como técnicos) y dar un valor añadido a su trabajo. La población local obtiene con su participación, además de la mejor implementación del programa y más eficaz satisfacción de sus necesidades, la posibilidad de adquirir cierto grado de conocimiento experto. Se mejoran así la capacidad de S&E y el capital social del territorio, entre cuyos componentes más importantes están las competencias de los individuos y la internalización de ciertos principios como la responsabilidad personal, de modo que la población aprenda a hacerse responsable de su propio proceso de desarrollo.

Este es el camino para la adaptación no ya sólo al programa sino también al contexto que lo rodea. Conocimiento experimentado y conocimiento experto juntos para conseguir la mejor adaptación posible de las actividades de S&E. Los técnicos de los programas de desarrollo rural deberán prestar por tanto una especial atención a los conocimientos y a las prácticas tradicionales, así como a la identidad y cultura de las comunidades locales.

 

La participación como fuente de dinamización

La dinamización hace referencia a los esfuerzos por promover la cooperación e implicación activa de la población en los procesos de S&E. El S&E puede ser una herramienta muy útil si cuenta con un sistema de participación que sensibilice y dinamice a gran parte de la población local implicada en el proceso de desarrollo. Un evaluador no desarrolla y no puede desarrollar a nadie, la gente se desarrolla a sí misma, a menudo con alguna asistencia y preparación (Fetterman, 2000). El objetivo es lograr que todos los protagonistas implicados colaboren unos con otros para facilitar la consecución de los objetivos de desarrollo que se persiguen.

La utilización de los procedimientos de S&E para mejorar el desempeño de los programas es una labor mancomunada que afecta a todas las partes interesadas en todas las etapas de programación. A través de la participación, se ha de buscar un compromiso firme y consciente de todos los implicados, en especial de los líderes o personas más influyentes, y hacer ver que el aprendizaje es un proceso que debe ser gestionado por todos. Se trata de crear lo que Kaplan y Norton (1996) califican como la cultura-clima-motivación para el aprendizaje y la acción. Un clima que conduzca al desarrollo y a la autodeterminación.

 

Referencias citadas:

Fetterman, D.M. (2000). Foundations of Empowerment Evaluation: Step by Step. Thousand Oaks: Sage Publications.

Kaplan, R. & Norton, D. (1996). The balanced scorecard: Translating strategy into action. Boston: Harvard Business School Press.