Volvemos a escena. Vuelve el MACA y ya van seis ediciones, y vuelve el taller de escritura creativa.
Fue una idea del máster: ¿por qué no dedicar parte de los talleres prácticos a la escritura? La importancia del relato en arquitectura es indudable, también en la comunicación, pero hay que saber narrar.
Así que hace tres años nos pusimos manos a la obra. Gozamos de seis clases y fue un éxito. El año pasado aumentamos las horas dedicadas al taller y también las personas que lo cursaban. Tremendo. Casi colapsamos.
Ahora, como la Alicia de Carroll hemos crecido (en tiempo) y nos hemos hecho pequeños (en participantes). Este curso van a ser doce semanas para doce personas.
Estoy terminando el temario, con dudas, porque aunque parezca que tenemos tiempo, en realidad no es así. Hay mucho que contar, mucho que escuchar.