por María Cámara Valdeolivas, Alfredo Gómez Gérez y Luis Molins Martínez
“El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.”
Tras comunicarnos vía correo con Justo García Navarro, decidimos reunirnos en su despacho con el propósito de entender mejor la sostenibilidad y además obtener respuesta a nuestras preguntas más destacadas. La primera parte de la entrevista consistió en una toma de contacto, en la cual el señor García Navarro nos detalla cuál ha sido su relación con la sostenibilidad durante su vida laboral, así como la evolución y la aplicación de la sostenibilidad en el sector de la construcción, sector en el que el entrevistado está más especializado.
Conforme avanzaba la entrevista, nos iban surgiendo varias preguntas, las cuáles, el entrevistado no dudó en responder, como, por ejemplo, la diferencia entre sostenibilidad y eficiencia energética. El señor García responde que la sostenibilidad es un equilibrio de factores medioambientales, económicos y sociales que incluyen todas las actividades, ya que al realizar un análisis de sostenibilidad se estudia todos los factores que intervienen en el hecho a analizar para demostrar que un proyecto es viable y tiene posibilidades de prosperar. Por lo tanto, queda claro que es un tema más global; mientras que, la eficiencia energética podría definirse como un tema que se trata dentro de los factores medioambientales y económicos. Por tanto es un factor o indicador más a considerar al realizar un análisis de sostenibilidad.
Durante la entrevista, fuimos observando que uno de los principales problemas de la normativa vigente es que la normativa de carácter voluntario es la más desarrollada, mientras que la normativa obligatoria es mucho más escueta. La finalidad de la normativa en materia de sostenibilidad de carácter voluntario tiene dos objetivos: mejorar la calidad de un producto, y diferenciarse en el mercado haciéndolo visible con algún sello de calidad el cuál le dé a la empresa o al producto un valor añadido. Las grandes empresas invierten importantes cantidades de dinero para poder obtener el sello, ya que les da imagen de empresa comprometida con el medioambiente. Por ello, en el sector privado (como, por ejemplo, en la edificación) muchas veces no es viable ya que el promotor suele ser cortoplacista, y principalmente quiere vender y prestando menos atención en que la operativa del edificio pueda ahorrar costes a largo plazo.
Debido a que hemos realizado un trabajo para la asignatura de Sistemas Eléctricos relacionada con la eficiencia energética, nos parece interesante que existan edificios de clase A hasta G, similar a las bombillas. Hay constructores que, únicamente construyen edificios de clase A, ya que trabajan con un sector de mercado específico y si construyesen edificios de clases inferiores podría interpretarse de manera negativa en su cuota de mercado y perder sus principales clientes. Adicionalmente, estos edificios, a pesar de tener un coste mayor de construcción son rápidamente amortizados por las mejoras que contiene.
A raíz de la discusión que tuvo lugar en clase acerca del edificio antiguo de la escuela de Industriales de la Castellana, se preguntó acerca de la posibilidad de realizar alguna modificación para mejorar la sostenibilidad y la eficiencia en edificios antiguos. El señor García Navarro respondió que en cuanto a edificios antiguos de viviendas, su rehabilitación puede resultar compleja debido a la existencia de múltiples problemas, ya que muchos de ellos están protegidos y únicamente se podía actuar por dentro del edificio, provocado menor eficiencia debido a saltos térmicos y, además se producía una reducción del espacio habitable. Por ello, una de las mejores actuaciones para mejorar el comportamiento energético del edificio, en caso de que se pudiese, es incorporar un sistema SATE (Sistema de Aislamiento por el Exterior) y suele ser difícil en edificios antiguos por temas de espacio y estructura.
Cabe destacar, que la formación es la piedra angular de la sostenibilidad. Ya que si la población entiende lo que la sostenibilidad es, la población reclamará evolucionar hacia lo sostenible. Por ello, la concienciación por parte de la población solo se podrá llevar a cabo a través de la difusión de información.
Para concluir la entrevista, se le formuló la siguiente pregunta: ¿Hoy en día existen ayudas para fomentar la sostenibilidad como, por ejemplo en la instalación de placas solares? El entrevistado respondió que a día de hoy no existen ayudas en lo relativo a la instalación de placas solares, aunque antes solía haber con el propósito de fomentar el desarrollo y además se podía vender la energía extra que producías. Adicionalmente, respecto al tema relativo a las ayudas o subvenciones para el desarrollo energético, el señor García nos introduce al IDEA (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), el cual ofrece programas de ayudas junto con las administraciones autonómicas y algún ayuntamiento, para mejorar energéticamente los edificios.
Para finalizar, nos gustaría introducir la siguiente frase, ya que nos pareció la más importante de todas “La sostenibilidad se ha convertido en una especie de capital simbólico”. Esto se debe a que todo el mundo asume su importancia aunque no entienda exactamente que es la sostenibilidad en sí. Como mencionaremos más adelante, el ciudadano medio entiende la importancia de la sostenibilidad aunque no tenga una clara visión o interpretación de lo que ello supone.
En el word siguiente, se adjuntan las respuestas de las distintas preguntas que se le formularon.
En conclusión, valoramos altamente el esfuerzo por parte de Justo de atendernos en su despacho y explicarnos nuestras dudas acerca de la sostenibilidad para tener un mayor entendimiento de la aplicación de la sostenibilidad en el mundo laboral. Fue un placer poder discutir, preguntar y poder obtener respuesta a nuestras inquietudes por parte de una persona con experiencia en el sector.