Campus Sur lee: Lo que los Reyes traían de Emilia Pardo Bazán

Lo que los Reyes traían en la  Biblioteca UPM

Emilia Pardo Bazán en la Biblioteca UPM

El gran establecimiento de juguetería ostentaba por muestra una placa donde de noche, en caracteres luminosos, leíase: “Los Reyes Magos”.

Desde que se acercaba la Navidad, los niños que transitaban por la populosa calle siempre querían detenerse ante el escaparate de Los Reyes Magos. En tal época lo presidían los propios Reyes, campeando en el sitio más visible y arrancando al público, y no sólo al infantil, exclamaciones de admiración. No era para menos.

Bien modeladas las caras y cabezas, tenían esa expresión de realidad que hace a los muñecos parecer personas. Sus cabelleras y sus barbas eran de pelo natural; sus ojos de vidrio, en lo cual seguían una vieja tradición de la vieja imaginería española. Y tan acabadamente estaban hechos esos ojos, que se notaban el brillo húmedo y la mirada fascinadora de las pupilas humanas. Positivamente, los Reyes miraban a los niños pegados al escaparate, y, al juego de las luces eléctricas, hasta diríase que les sonreían.

Estaban los Reyes fastuosa y orientalmente vestidos, con brocados de oro y plata, bordados de imitación de perlas y piedras preciosas, y detrás de los tres figurones, tres dromedarios erguían sus jorobas, sostén de una canasta llena de juguetes llamativos: arlequines, mamarrachillos guiñolescos, pierrots pálidos, muñecas pelirrubias, bebés llorantes y con su biberón al lado, perrillos cuyas lanas eran auténticas, y enfermeritas con sus tocas donde sangraba la roja cruz.

Para completar la lista de anacronismos, también asomaban por los bordes de la canasta las gomas de un automóvil y las aletas de un aeroplano.

Lo que los Reyes traían / Emilia Pardo Bazán
en Cuentos de Navidad / selección y prólogo de Marta Rivera de la Cruz. Madrid: Espasa-Calpe, 2003
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CAMPUS SUR LEE: La extracción de la piedra de locura. Otros poemas de Alejandra Pizarnik

Dentro de la iniciativa “Campus Sur lee, la Biblioteca de Campus Sur UPM nos comparte una nueva lectura. Podéis seguirles en su canal de YouTube “Campus Sur lee”.

La extracción de la piedra de la locura en la Biblioteca UPM

Alejandra Pizarnik  en la Biblioteca UPM

CAMINOS DEL ESPEJO

Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.

Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.

Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste.

Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo.

Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos, Me olvidé. Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.

Pero el silencio es cierto. Por eso escribo, Estoy sola y escribo. No, no estoy sola. Hay alguien aquí que tiembla.

Aun si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden. ¿Y qué deseaba yo?

Deseaba un silencio perfecto.

Por eso hablo.

Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy.

Peregrina de mí he ido hacia la que duerme en un país al viento.

Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me aguardó pues al mirar quién me aguardaba no vi otra cosa que a mí misma.

Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue yo pero me refería al alba luminosa.

Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana. Una mano desata tinieblas, una mano arrastra la cabellera de una ahogada que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria del cuerpo, he de volver a mis huesos en dueño, he de comprender lo que dice mi voz. 

Alejandra Pizarnik: La extracción de la piedra de locura. Otros poemas. Madrid: Visor Libros, 1993.

La Luz Perdida. Nino Haratischwili.

Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de TikTok @biblioetsidiupm, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de “La Luz Perdida”, novela de la escritora georgiana Nino Haratischwili.

La luz perdida es una epopeya sobre la amistad y la traición en un país que empieza a dar sus primeros pasos en su democracia; y cuya revolución está corrompiendo el alma de sus jóvenes, que se hallan en una constante lucha contra un futuro de separación y dolor.

La trama se desarrolla en la Georgia soviética, donde los destinos de cuatro niñas, radicalmente diferentes, se ven unidos. Juntas navegan entre el final de la infancia y el comienzo de la vida adulta: experimentan su primer gran amor, se enfrentan a la violencia y la precariedad que estallan con la independencia del país y las turbulencias de una joven democracia que acaba por abrir una brecha ineludible entre sus familias.

Su autora, con su anterior novela, La octava vida, fue ganadora de los premios Anna Seghers, Literaturpreis “Text & Sprache” y Bertolt Brecht, obtuvo más de medio millón de lectores y fue traducida a veintiocho idiomas. La crítica ha comparado su literatura a la de Tostoi, distinguiéndola como su sucesora.

Una obra extraordinariamente narrada, que nos dará a conocer de primera mano la cruel realidad vivida en el país natal de su autora.

“TBILISI, 1987

La luz del atardecer se enredaba en su pelo. Lo conseguiría, superaría también ese obstáculo, apretaría el cuerpo con furia contra la reja hasta que únicamente ofreciese una débil resistencia a su peso, gemiría ligeramente y cedería. Sí, ella rompería ese obstáculo no solo para sí misma, sino también para nosotras tres, para dejar el camino libre a la aventura a sus inseparables compañeras.

Durante una fracción de segundo contuve la respiración. Con los ojos muy abiertos, contemplamos a nuestra amiga, en pie entre dos mundos: uno de los pies de Dina continuaba en la acera de la calle Engels, el otro entraba ya en el oscuro patio interior del jardín botánico; flotaba entre lo permitido y lo prohibido, entre el cosquilleo de lo desconocido y la monotonía de lo familiar, entre el camino a casa y el riesgo. Ella, la más valiente de las cuatro, nos abría un mundo secreto al que solo ella podía darnos acceso, porque para Dina las rejas y las vallas no tenían ningún significado. Ella, cuya vida en el último año de ese siglo plomizo, enfermo, que jadeaba en busca de aire, iba a terminar en una soga, improvisada con la cuerda de unas anillas de gimnasia”

@biblioetsidiupm

Esta semana en “Lecturas para compartir” os recomendamos la novela de la escritora georgina Nino Haratischwili, “La Luz Perdida” #lecturasparacompartir #recomendacionesdelibros #BookTok #ninoharatischwili #georgia🇬🇪

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Departamento de especulaciones, Jenny Offill

Libros del Asteroide: Barcelona, 2016
Traducción: Eduardo Jordá
Título original: Dept. of Speculation, 2014
Disponible en Biblioteca UPM

Hay momentos en la vida en que uno necesita mirar atrás con actitud detectivesca e indagar cómo llegó a la situación presente: los aciertos, los errores, si se dieron casualidades o si todo vino rodado y no había fuerza que se le opusiera. Si se podía haber previsto de alguna manera lo que venía. La protagonista de esta novela se lo pregunta y repasa punto por punto lo acontecido en su historia de amor, desde el día en que le presentan a su futuro marido. Sin embargo, no nos cuenta los grandes hitos, sino que evoca anécdotas de apariencia intrascendente, pensamientos y emociones de diario, mediante una narración fragmentaria que hace de esta novela una lectura inusual, llena de huecos, delicadezas y profundidades que harán las delicias de cualquier lector.

Decías que los antílopes tienen una visión diez veces más potente que la nuestra. Fue al comienzo, o casi. Eso significa que en una noche clara pueden ver los anillos de Saturno.

Faltaban meses para que empezásemos a contarnos todas nuestras historias. Incluso entonces, algunas nos parecían demasiado insignificantes para tenerlas en cuenta. Pero si de verdad lo eran, ¿por qué se empeñan en volver ahora a mí? Justo ahora, cuando ya estoy tan cansada de todo aquello.

Los recuerdos son microscópicos. Partículas diminutas que se agolpan y se dispersan. Gente minúscula, los llamó Edison. Criaturas. Tenía una teoría sobre su origen: llegaban del espacio exterior.

LAS CASAS DE PAPEL. DOMINIQUE FORTIER

Dominique Fortier 
Las ciudades de papel 
Traducción del francés de Iballa López Hernández 
Título original y primera edición: Les villes de papier, 2018 
Publicación: editorial minúscula, 2 de febrero de 2022

En Las casas de papel, una oda a la vida y obra de la poeta estadounidense Emily Dickinson (1830-1886), podemos ver reflejada toda la poesía que ésta inspira en Dominique Fortier (1972-). Porque Les villes de papier, en la que se mezclan el ensayo y la biografía con la ficción, llega a ser un exquisito poema en sí mismo. La sensibilidad y el lirismo de la narrativa de la autora canadiense consigue seducirnos, nos subyuga hasta el punto de lograr nuestra más sentida admiración por ambas autoras.

Su título hace referencia al profundo arraigo que Emily mantuvo con las diferentes casas en las que vivió, incluso negándose a salir de su habitación los últimos años de su vida. Pero también hace referencia a su relación con los libros y con la Poesía: Dickinson edificó su vida, su libertad, sobre las páginas en blanco de sus cuadernos, en los que componía poemas profundos e inclasificables, convencionales al principio y de estructuras más experimentales con el paso del tiempo. Tras su muerte, fue su hermana Lavinia quien editó sus casi dos mil poemas, pues sólo se habían publicado algunos versos en la prensa.

Dominique Fortier entremezcla pasajes conocidos e imaginarios de la biografía de Emily con otros de su propia vida, en contraposición: la raigambre y el inmovilismo de “la dama de blanco” frente a su búsqueda de un hogar estable.  A pesar de lo cual la autora norteamericana consiguió crear un universo poético propio, que la ha situado en el selecto club de los poetas más importantes de Occidente.

Las casas de papel obtuvo el premio Renaudot de Ensayo en 2020, una distinción que otorgan los periodistas y los críticos literarios franceses desde 1926.

There is no Frigate like a Book, by Emily Dickinson

There is no Frigate like a Book
To take us Lands away
Nor any Coursers like a Page
Of prancing Poetry --
This Traverse may the poorest take
Without oppress of Toll --
How frugal is the Chariot
That bears the Human soul.

Versión en castellano

LAS CASAS DE PAPEL

En el seminario, Emily y sus condiscípulas estudian latín, botánica, astronomía, historia, mineralogía, literatura y matemáticas. Casi podríamos olvidar que solo son chicas.

***

Los libros hablan de cosas, claro está, y entre las páginas de esos gruesos volúmenes polvorientos que varias generaciones han sostenido en sus manos antes que ellas, las alumnas estudian las rocas, las estrellas y los insectos. Pero, para Emily, las cosas también hablan constantemente de libros.

Una mañana, mientras contempla el bosque, ve rebullir las ramas de un árbol entre la espesura. Al principio es muy sutil, un simple temblor en el follaje que podría deberse al viento, pero instantes después está segura: el árbol se ha movido. Se acuerda del fantástico bosque de Birnam que inventó Shakespeare, ese ejército burdamente tocado con hojas y ramas que, en medio del tintineo de armaduras, se pone en marcha hacia Dunsinane. (p. 59)

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