Cartas de amor a los muertos. Ava Dellaira

Cubierta de Cartas de amor a los muertos, Ava DellairaCartas de amor a los muertos
Ava Dellaira
Madrid: Nocturna, 2015
Título original: Love Letters to the Dead (2014)
Traductor: I.C. Salabert

¿Qué sentimiento te embarga tras la muerte de un ser querido? Dolor, vacío, desesperación tal vez. ¿Y si la persona que lo sufre es un adolescente?

Cartas de amor a los muertos es la primera novela de la escritora estadounidense Ava Dellaira. Laurel, de 15 años, narra sus vivencias sobre la muerte de su hermana mayor May y cómo intenta superar la pérdida a través de la escritura de unas cartas dirigidas a personajes ya fallecidos.

Hay ciertas cosas que no puedo contar a nadie, excepto a la gente que ya no está aquí.

Laurel se hallaba presente cuando su hermana murió trágicamente, y ella no pudo hacer nada, ni siquiera gritar, como en la más horrorosa de las pesadillas.

Su relato está lleno de reflexiones, de recuerdos, descubriendo su mundo interior y así como al principio gira sobre sí misma y su hermana y familia como la niña que es, poco a poco se va abriendo su capacidad para percibir los sentimientos y vivencias de los que la rodean y que también han sufrido la pérdida de la hija o de la amiga. A través de las páginas se observa cómo Laurel se ve obligada a madurar para no sucumbir, cómo sus pensamientos y sentimientos evolucionan según pasa el tiempo de duelo por su hermana.

Ava Dellaira explora con gran acierto la psicología adolescente, los miedos, las incertidumbres, la impulsividad, las conductas de riesgo, el amor, conjugándolo con el profundo y doloroso sentimiento de pérdida de una hermana mayor que era su referente, su aspiración, su ejemplo de perfección, todo ello en un ambiente familiar opresivo con su padre deprimido y una madre huida.

La autora sabe aunar los sentimientos que le evocan las letras de las canciones de cantantes como Jim Morrison, Kurt Cobain, Janis Joplin o Amy Winehouse, recordados por su rebeldía y su pertenencia al tristemente famoso Club de los 27, con las películas infantiles o las protagonizadas por el actor River Phoenix, canciones escuchadas y películas vistas en compañía de su hermana, con el tacto de la ropa y el maquillaje de May, o con los platos exquisitos que les preparaba su madre, además del olor dulce del césped recién cortado en verano con la terapia que le supone escribir sobre unos sentimientos de los que se ve incapaz de hablar con nadie.

Muchas experiencias humanas desafían los límites del lenguaje.

La intimidad de Laurel vivida a través de los cinco sentidos y contada en primera persona describe el complejo y difícil mundo de la adolescencia de una manera magistral sumado al proceso de duelo que está pasando la protagonista por esta pérdida tan traumática y desoladora.

Y ya se están dando los pasos para que este relato sea llevado al cine.

Pilar Hernán

Ojos azules. Toni Morrison

Cubierta de Ojos azules, Toni MorrisonOjos azules
Toni Morrison
Barcelona: B.S.A., 1994

Chloe Ardelia Wofford, conocida como Toni Morrison, defensora de los derechos civiles y comprometida luchadora contra la discriminación racial, fue la primera mujer negra en recibir el Premio Nobel de Literatura (1993).

La obra que nos trae hoy aquí es su primera novela, escrita en 1970.

“Aunque nadie diga nada, en el otoño de 1941 no hubo caléndulas. Creímos entonces que si las caléndulas no habían crecido era debido a que Pecola iba a tener el bebé de su padre”.

“El arranque de una novela es lo más importante para mí, al igual que el final”. El comienzo de “Ojos azules” (“The bluest eye” en su versión original, título mucho más acertado) es digno de una gran novela y supone toda una declaración de intenciones que nos pone en la pista de lo que nos espera.

Ohio, a comienzos de la Segunda Guerra Mundial. Pecola es una niña preadolescente, negra, pobre y fea, que habita con una familia desestructurada que, como el resto de personas que le rodean, la ignoran.

En este marco de invisibilidad, Pecola cree que la única manera de dejar de ser pobre, negra y fea es teniendo los ojos azules, los ojos más azules. El estereotipo de la belleza blanca como solución a todos sus negros problemas.

Tremendo planteamiento el de esta obra, que toca todos los palos y no deja que se le escape ni una miseria humana: machismo, violencia de género, racismo, pobreza, pederastia, prostitución, marginación social, violación… Y, envolviéndolo todo, un concepto tan perverso como la autoaversión racial, o cómo odiar a tu propia raza. El amor apenas asoma.

“Vivían allí porque eran pobres y negros y se quedaron allí porque se creían feos… Mirabas a aquellas personas y te preguntabas por qué serían tan feas… Luego te dabas cuenta de que el motivo era la convicción, su convicción. Era como que algún maestro omnisciente hubiera dado a cada uno un manto de fealdad para que lo llevasen y ellos lo hubieran aceptado sin rechistar”

Una novela negra en el más amplio sentido de la palabra: negra es su autora, negra la realidad social que pinta y negros son sus protagonistas, a los que pretende devolver su dignidad criticando esa “mirada blanca” que todo lo invade.

Una realidad bestial narrada con una prosa fluida y bella, de esa que no puedes dejar de leer, llena de densas metáforas, con un lenguaje rico y depurado (que en la versión original supone una dificultad añadida), que Toni Morrison utiliza para llevarnos a profundas reflexiones que, a buen seguro, te van a remover por dentro y más de una vez te dejarán con la boca abierta. Un dulce envoltorio para un caramelo muy ácido.

Cuando la acusaban de que sus libros eran tristes, ella lo negaba:

“Al final de mis libros los personajes tienen una sabiduría de la que carecían al principio. Hay un rayo de clarividencia que les ilumina, pero digamos que el paraíso no existiría si todo el mundo fuera admitido”.

Está claro que ninguno de los personajes de “Ojos azules” fue admitido en el paraíso pero yo sí he conseguido, gracias a Toni Morrison, una sabiduría de la que carecía antes de leer su obra. Estoy muy agradecida a la persona que la puso en mis manos y os la recomiendo vivamente.

Chiruca Casado

La flecha del tiempo. Martin Amis

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La flecha del tiempo. Martin Amis

Tit. Original: Times’s arrow or the nature of the offence

Anagrama, 1991

 

“Desperté del más negro sueño y me encontré rodeado de médicos…”

El genial Quino, padre de Mafalda, siempre ha creído que la vida debería ser al revés: empezar muriendo y acabar en un feliz orgasmo.

Este es el planteamiento vital de Martin Amis (Swansea, Reino Unido, 1949) en “La flecha del tiempo”, expresión que se refiere a la dirección que éste toma y que discurre sin interrupción desde el pasado hasta el futuro pasando por el presente.

El fin de la muerte del personaje principal, Tod T. Friendly, es, a la vez, el nacimiento del narrador, su conciencia interna, que hace un relato lineal de su vida pero con el paso cambiado, marcha atrás.

Esto hace que la vida del protagonista, que aparece a lo largo de la obra con diferentes nombres e identidades, se vuelva totalmente ilógica en este mundo al revés: abandona a su pareja cuando más la quiere, se saca la comida de la boca y la devuelve al plato, se despierta yendo a dormir, los excrementos vuelven a su cuerpo…

Tras esta historia que involuciona se esconde un secreto acerca de la vida de Tod que va tomando forma a medida que rejuvenece y que da la clave de su devenir y sentido a la narración. Por supuesto, mi boca está sellada porque se trata de hacer una reseña, no un “spoiler”. Quien quiera despejar el misterio tendrá que leer el libro hasta el final.

No se puede decir que “La flecha del tiempo” sea una lectura para pasar el Fotografía de Martin Amisrato. Se trata de una obra compleja, que exige una relectura constante y que, con la historia de Europa Occidental del S. XX de telón de fondo, narra una historia cruel , satírica y con momentos cómicos que la convierten en una tragicomedia.

La lectura del revés, por otra parte, resulta estimulante y supone un buen ejercicio mental. ¿Un truquito?: prueba a leer los diálogos de fin a principio. Te resultará mucho más fácil.

 

“… ¿Cuáles son las fechas de la Primera Guerra Mundial?

De acuerdo – dice el paciente, enderezándose en su asiento.

Ahora voy a hacerle unas cuantas preguntas.

No

¿Duerme usted bien? ¿Tiene algún problema digestivo?

Cumpliré 81 en enero.

Y tiene usted… ¿qué edad tiene?

Tiene su gracia, ¿no?

 

Martin Amis en la Biblioteca Universitaria UPM

Chiruca Casado

Tus pasos en la escalera. Antonio Muñoz Molina

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Tus pasos en la escalera
Antonio Muñoz Molina
Barcelona: Seix Barral, 2019



Antonio Muñoz-Molina pasea o desliza su afilada mirada en Lisboa, la ciudad de las siete colinas, y más concretamente, en un barrio apartado casi del mundo en el que se desarrolla la aparente inacción de la novela. Porque todo lo que se trasluce de estas páginas es el resultado de una lenta espera que soporta un hombre hasta la llegada de su esposa combinado con recurrentes flashbacks sobre su pasado y también sobre un imaginado e ilusionante futuro en común.

Comienza la historia con esta frase tan compleja como reveladora:

Me he instalado en esta ciudad para esperar en ella el fin del mundo.


Intimista, con un punto de suspense psicológico y tremendamente humana, el autor se pierde en los sorprendentes recovecos de la memoria y el deseo. La necesidad de la soledad y la búsqueda de un espacio concreto personal son otros de los protagonistas de unas páginas que rezuman un elocuente y apasionado amor hacia una ciudad mágica y que ha formado y forma parte de la vida del escritor. El otro invitado sería el miedo o la fragilidad, un sentimiento de desamparo global que azota cada vez más los cimientos de un mundo que parece probable a descomponerse en cualquier momento y en cualquier lugar.

Antonio Muñoz Molina es un extraordinario escritor, académico de número de la Real Academia Española y  galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. En 2012 donó a la Biblioteca Nacional una parte de sus escritos, como, por ejemplo, cuadernos de notas tomadas de libros y periódicos, borradores de novelas, poema de juventud y una obra inédita de teatro escrita en 1974.

Antonio Muñoz Molina en la Biblioteca UPM

Blanca Laffitte Lasarte

Lucía en la noche. Juan Manuel de Prada

Cubierta de Lucía en la noche, Juan Manuel de PradaLucía en la noche
Juan Manuel de Prada
Barcelona: Espasa, 2019

El título ya es de por sí más que significativo de una novela que destila dos ingredientes básicos: misterio y poesía a partes iguales además de una espesa bruma que envuelve a los personajes de principio a fin. Alejandro Ballesteros es un escritor decadente en horas bajas que una noche de tantas de abundante humo y alcohol conoce a una inquietante joven, Lucía, con la que inicia una relación marcada por verdades a medias y silencios sonoros que esconden un pasado terrible cuyo peso marca el desenlace de la trama.

En sueños vuelvo a verla a menudo tal como la vi por primera vez en aquel desfasado garito para noctámbulos. Suenan los acordes de un piano y Lucía avanza lentamente hacia mí, mientras canta con voz cálida y rota, abriéndose paso entre la clientela beoda o somnolienta, difuminada por una neblina de ultratumba, como si fuese una resucitada, igual que Kim Novak avanzaba hacia James Stewart en aquella celebre secuencia de Vértigo…

Con un eficaz y poderoso dominio del lenguaje, De Prada retrata a una extensa galería de personajes algunos resucitados de anteriores novelas como el editor Ramiro Cifuentes y la pintora Rosario Tena, para mostrarnos los cimientos frágiles de una sociedad plagada de infiernos ocultos e íntimas desesperaciones personales. Y sin embargo, leer estas páginas es aproximarse sin miedo al poder redentor del amor, el único capaz de librarnos de nuestras propias miserias y proyectarnos hacia lo mejor de nosotros mismos.

Juan Manuel de Prada en la Biblioteca Universitaria UPM

Blanca Laffitte Lasarte

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