Una educación. Tara Westover

Una educación. Tara Westover
Lumen, 2018
Traducción: Antonia Martín Martín

 

Sin duda, el mejor libro que he leído en mucho tiempo. Una autobiografía descarnada, en la que la autora relata todas las dificultades y los obstáculos superados para conseguir estudiar. Algo que cambió su vida para siempre.

Criada en las montañas de Idaho, rodeada por una desbordante Naturaleza, en el seno de la América profunda, Tara sufre la intransigencia de una familia dominada por el fundamentalismo. Una vida que gira en torno a un padre mormón radical, que no permite que sus hijos vayan a la escuela, ni al médico, en un ambiente de intolerancia religiosa donde prácticamente todo está prohibido. En el prólogo podemos leer:

“El autobús escolar pasa por la carretera sin detenerse. Aunque solo tengo siete años, sé que ese hecho, más que ningún otro diferencia a mi familia: nosotros no vamos a la escuela. A papá le preocupa que el Gobierno nos obligue a ir, pese a que no puede obligarnos porque no sabe de nuestra existencia. No tenemos historia clínica porque nacimos en casa y nunca hemos ido a una consulta médica o de enfermería. No tenemos expediente escolar porque jamás hemos pisado un aula. Cuando cumpla nueve años, inscribirán mi nacimiento en el registro civil, pero ahora, según el estado de Idaho y el gobierno federal, no existo”.

La infancia de Tara transcurre entre los hierros y escombros del desguace, donde su padre les hacía trabajar desde muy pequeños moviendo grandes bloques de metal, que excedían con mucho su fuerza física. Tanto ella como sus hermanos ponían a diario su vida en peligro. Muchas veces sufrieron golpes y accidentes, que su madre, curandera y partera, atendía valiéndose de los aceites y ungüentos que fabricaba, con más fe que conocimiento. Bajo ningún concepto se debía de acudir al hospital. Se trataba, al fin, de ser autosuficientes, de no tener que depender del mundo exterior.

Una de las obsesiones del padre de Tara, era la creencia en el no muy lejano “Fin del Mundo”, para el que había que prepararse con armas y alimentos. Por eso, se dedicaban a fabricar conservas de fruta en grandes cantidades, que enterraban junto con el armamento, por si este día llegaba a no mucho tardar.

En este libro de memorias y liberación, Tara nos relata las dificultades a las que tuvo que enfrentarse, tras decidirse a estudiar. Lo más difícil, no fue conseguir la admisión para la Universidad, aunque supuso un esfuerzo intelectual enorme, sino el enfrentarse al mundo y a la sociedad: aprender a relacionarse con sus compañeras de estudio, a observar unas pautas de comportamiento consideradas normales, ducharse a diario, vestir de manera adecuada, ir al médico, abrirse a los demás, contar con la gente… Aprender a vivir una vida nueva empezando de cero.

Idaho

Estas son las montañas de Idaho, donde Tara Westover vivió hasta los dieciséis años. Volvería al terminar los estudios, quizá en un último afán de redimir a su familia, pero todo fue en vano. Aceptaba prácticamente todo, el haber trabajado desde pequeña de sol a sol en el desguace familiar, sin haber podido ir a la escuela; el ejercer como ayudante de partera, sin edad ni experiencia para ello; la falta de amigos de su edad con los que jugar… Lo único que no pudo admitir, fue el que sus padres no comprendieran el acoso violento al que tanto ella, como su hermana eran sometidas por parte de uno de sus hermanos. Una violencia, que incluso, en más de una ocasión pudo haberlas matado. Como a Tara se le daba muy bien cantar, participaba en el coro de la iglesia. En estas ocasiones se arreglaba un poco y tenía la oportunidad de charlar con algún chico. Entonces se desataba la furia machista del hermano y la perseguía hasta alcanzarla, la zarandeaba violentamente y la apretaba tanto el cuello, que incluso, alguna vez, estuvo a punto de ahogarla. Sus padres nunca lo admitieron. Y cuando al cabo de los años volvió para contarlo, no encontró el apoyo de su madre, que prefería esconder la realidad antes que oponerse a su marido. Esta fue la razón principal por la que Tara se alejaría definitivamente de su familia.

Ana Carrizosa

El embrujo de Shanghai. Juan Marsé

Cubierta de El embrujo de Shanghai, Juan MarséEl embrujo de Shanghai
Juan Marsé

Juan Marsé nos traslada a la Barcelona de la postguerra, lugar donde transcurren la mayor parte de sus novelas. Por sus barrios obreros deambula el capitán Blay, estrafalariamente vestido, con sus roñosas gasas en la cabeza, su pijama y su gabardina. Perdedor de una guerra, en la que ha perdido a sus dos hijos, y su cordura. Le acompaña Daniel, que por encargo de su madre, amiga de Doña Conxa y mujer del capitán, debe vigilarle en sus desvaríos.

El capitán, vive obsesionado con denunciar el escape de gas de la calle Rovira número 8, y los humos, que expele la chimenea de la fábrica de plexiglás, que linda con la casa en la que vive Susana, una niña tuberculosa.

Empieza así, el capitán, una campaña de recogida de firmas para denunciar al Ayuntamiento esta situación, porque, según él, el día menos pensado iban a salir todos volando por los aires. Las mañanas transcurrían para Daniel y el capitán, entre paseos, vinitos en las tabernas, a los que era muy aficionado el capitán, y alguna que otra adhesión a la causa, pero eran pocos los que apoyaban su iniciativa.

El capitán le encarga a Daniel que pinte a Susana, la niña tísica, postrada en su cama, bajo la nube tóxica de los humos de la chimenea de la fábrica de plexiglás.

Los amigos de Daniel, los hermanos Chacón, sobrevivían con su tenderete de almanaques y novelas del Oeste, y sus miles de argucias para conseguir comer. Juan y Finito Chacón, desde su tenderete junto a la verja del jardín de Susana, ya habían entablado amistad con ella.

Susana es una niña de 15 años, prácticamente huérfana, su padre, apodado “El Kim” partió hace mucho a combatir en el frente de Aragón, y tras perder la guerra, al exilio francés, y a la militancia en La Resistencia francesa.

Todas las tardes, Daniel, provisto de las láminas y los lápices que le había comprado el capitán, acude a visitar a Susana. A ella no le importa el dibujo del capitán, con su fábrica y sus humos, ella lo que quiere es que Daniel le haga un retrato bonito para enviárselo a su padre.

Y ¿Quién es “El Kim”? Un personaje novelesco, un señorito bien, como dice el capitán Blay, un soñador y aventurero, que tras cursar los estudios de ingeniería textil, se enamora de la criada de la casa, y se escapa a Barcelona con ella. Desheredado por su familia, tras desempeñar varios trabajos, marcha con sus compañeros al frente, dejando solas a su mujer e hija.

Después de muchos años, volverá uno de sus compañeros de guerra, Forcat, a casa de la familia de Susana para dar noticias del paradero del Kim, en una carta sin franquear, donde pide a su familia que den cobijo a su amigo. Es así como Forcat iniciará una serie de relatos fantásticos sobre la vida del Kim, que empiezan en Francia y tras una larga travesía en barco, le llevará a Shanghai, en busca de un exnazi, oficial de La Gestapo. Todos los días, después de la siesta, Forcat, ataviado con su quimono, regalo de su amigo el Kim, se dirigía a la galería, donde reposaba Susana, convaleciente de su enfermedad, acompañada por Daniel, para contarles el viaje de El Kim a bordo del Nantucket, el barco que le llevará desde Marsella a Shanghai.

Son estos relatos, los que ponen una nota de color al ambiente gris de la Barcelona de la postguerra y a la monótona vida de Susana y de Daniel. Siempre esperando, ella la curación de su enfermedad y la vuelta de su padre, al que no volverá a ver, él iniciar un trabajo como aprendiz en un taller de joyería.

Y, como en un sueño, el relato termina con la llegada de un amigo de Forcat, éste les devuelve a la realidad y al futuro que les espera. Un futuro muy alejado de los sueños juveniles, que, como decía el capitán Blay al inicio de la novela, “Los sueños juveniles se corrompen en boca de los adultos”. La ensoñación vivida con los relatos de Forcat termina bruscamente, nuestros personajes se hacen adultos y se impone de golpe la realidad.

Juan Marsé en la Biblioteca UPM

Ana Carrizosa Fuertes

Misterioso asesinato en casa de Cervantes. Juan Eslava Galán.

Cubierta: Misterioso asesinato en casa de Cervantes, Juan Eslava GalánMisterioso asesinato en casa de Cervantes
Juan Eslava Galán
Espasa, 2015
Premio Primavera de Novela 2015

La verdad es que da gusto leer a Eslava Galán. Tanto sus ensayos de historia como sus novelas, tienen una prosa sencilla y algo sarcástica, que te hace sonreír.

Aquí, en Misterioso asesinato en casa de Cervantes, nos relata cómo Cervantes y sus hermanas son acusados por su vecina, la beata Isabel de Ayala, de la muerte del caballero Don Gaspar de Ezpeleta, ocurrida en las cercanías de su casa.

Cervantes es encarcelado y sus hermanas confinadas en prisión en su propia casa.

La novela recoge el “Proceso de Don Gaspar de Ezpeleta”, en el que Cervantes se vio implicado durante su estancia en Valladolid entre 1603 y 1605. Este documento, que se conserva en La Real Academia de La Lengua, fue transcrito al castellano actual por el filólogo Carlos Martín Aires, de la Universidad de Valladolid en 2005.  Al parecer, Don Gaspar era dado a los amoríos y se veía con la mujer del escribano Galván. Quizá éste recurrió a algún espadachín para liquidar al amante y así poder limpiar su honor.

Tomando como referencia este documento, Eslava Galán nos introduce en la Valladolid medio arruinada tras los fastos celebrados en honor del nacimiento del hijo del rey Felipe III, cuando esta ciudad era la corte de España. A este evento, y para sellar la paz con Inglaterra, (estaba reciente la derrota de La Armada Invencible), es invitado a la corte el embajador inglés, el Conde de Nottingham.

Doña Dorotea, o en su versión masculina, Don Teodoro de Anuso, es llamada por su amiga, la Duquesa de Arjona en calidad de pesquisidora, para esclarecer el asesinato y restaurar la honra de su admirado escritor Miguel de Cervantes.Familia

Para ello, bien vestida de hombre, recurso muy al uso en la época, o bajo su real condición de mujer, interrogará al alguacil Carranza y a la propia acusadora la beata Isabel. Sus lenguas, desatadas por la comida y la bebida le brindarán a Doña Dorotea una primera aproximación al caso. Conocerá también al personaje de Chiquiznaque, matón a sueldo, y, al propio Cervantes y a su familia, sus hermanas, sobrina e hija. Estas charlas nos sirven para conocer de boca del propio Miguel de Cervantes los episodios más relevantes de su vida hasta el año 1605. Así podemos conocer la propia casa donde vivió Cervantes en Valladolid, una casa modesta en el barrio conocido como las Carnicerías, es decir, el matadero público, actualmente rehabilitado como Casa Museo de Cervantes.

Casa Museo Cervantes en Valladolid

Sus hermanas, conocidas como “Las Cervantas” tenían fama de mujeres licenciosas,  tanto en su trato con los hombres, como en el tipo de vida que llevaban; sabían leer y escribir, cosa poco corriente entre las mujeres de su época.

En la trama se mezclan hechos y personajes históricos con los de ficción : Doña Dorotea, el malo valentón Chiquiznaque, el espadachín Muzio Malatesta que nos recuerda los relatos del Capitán Alatriste…

El lenguaje no es castellano antiguo, pero tiene el encanto arcaico de palabras y expresiones  que encajan a la perfección con la época en la que tiene lugar el relato. El término pesquisidor, me parece delicioso, para designar al encargado de hacer las averiguaciones o pesquisas , también se habla de ganapanes, vuecencia, faldar y otros muchos en desuso o antiguos.

Solo me queda animaros a que la leáis este verano de sol justiciero para poder refrescaros al menos la mente.

Juan Eslava Galán en la Biblioteca UPM

Ana Carrizosa Fuertes

El héroe discreto / Mario Vargas Llosa

Cubierta de El héroe discreto, Mario Vargas LlosaEl héroe discreto
Mario Vargas Llosa

La historia comienza cuando uno de los personajes, Felícito Yanaqué, dueño de una modesta empresa de autobuses de Piura, Perú, encuentra pegada a la vieja puerta de madera de su casa, una carta amenazándole de los peligros que su negocio, su propia vida y la de su familia podrían sufrir si no paga la suma de 500 dólares al mes. Pero, Felícito, en ningún momento cederá a la extorsión. Lo tenía claro. Su padre le había dicho antes de morir: hijo, “Nunca te dejes pisotear por nadie”. Y así sería.

Mientras, en Lima, Don Ismael Carrera, propietario de una próspera aseguradora ha decidido jubilarse anticipadamente, casarse con su empleada doméstica y disfrutar de sus años de retiro. Todo esto en detrimento de la herencia de sus dos hijos, redomados holgazanes, que tratarán por todos los medios de inhabilitarle para conservar sus prebendas a toda costa.

Tanto Felícito como Ismael son héroes de la vida cotidiana dispuestos a seguir fieles a sus principios, a pesar de los obstáculos. Dos historias paralelas que acabarán confluyendo en un final común.

Fotografía de Mario Vargas LlosaMario Vargas Llosa es de sobra conocido por todos. Nació en Arequipa, Perú, en 1936, y en su haber cuenta con los más prestigiosos galardones literarios, el Premio Cervantes, el Príncipe de Asturias y el Nobel de Literatura en 2010. Autor de obras de teatro como Kathie y el hipopótamo, recientemente representada en Madrid, y de ensayos como La civilización del espectáculo, es sobre todo, un escritor de novelas. Novelas documento de realidades históricas tan descarnadas como las relatadas en La fiesta del chivo, El sueño del celta y La guerra del fin del mundo, donde a través de sus personajes denuncia los horrores de la dictadura, el colonialismo, o las guerras civiles respectivamente. Otras, donde los trágico se mezcla con lo cómico como Travesuras de niña mala, más cómicas que trágicas La tía Julia y el escribidor

El héroe discreto nos habla de realidades cercanas, de personajes sencillos, que con coraje se resisten al chantaje para defender por encima de todo lo que consideran justo.

Mario Vargas Llosa en la Biblioteca UPM

Ana Carrizosa

Con el agua al cuello. Petros Márkaris

Cubierta de Con el agua al cuello, Petros MárkarisCon el agua al cuello
Petros Márkaris

Intrigante novela policíaca con el trasfondo de la crisis griega.

Su autor, Petros Márkaris, nació en Estambul en 1937. Estudió económicas en Viena y posteriormente se trasladó a Atenas, donde vive actualmente. Guionista de cine, autor teatral y traductor de importantes obras en alemán, su mayor fama la ha conseguido con una serie de novelas policíacas protagonizadas por el comisario griego Kostas Jaritos.

El comisario Jaritos se tendrá que enfrentar a una serie de macabros asesinatos. Sus víctimas, destacados personajes del mundo financiero aparecen extrañamente decapitados y con la letra “D” sobre sus cuerpos. ¿Se tratará de la obra de un psicópata asesino o el resultado de un atentado terrorista como sugiere el Jefe de la Brigada Antiterrorista? Al mismo tiempo una campaña de descrédito de los bancos empapela toda la ciudad con carteles que animan a los ciudadanos a no pagar hipotecas, ni tarjetas de crédito.

El escenario real, una Atenas colapsada por las protestas diarias por los recortes impuestos por la Unión Europea, con continuas manifestaciones que paralizan toda la ciudad. Tal es el desaliento y la desesperanza que algunos deciden poner fin a sus vidas.

Poco a poco se va desvaneciendo la hipótesis del atentado terrorista y va cobrando fuerza la teoría del ajuste de cuentas a los bancos.

Petros Márkaris

Si queréis saber más animaros a leerlo. Es un libro que se lee muy fácilmente por la claridad de su redacción, que refleja muy bien los tiempos de crisis que vivimos, sin llegar a deprimirnos. Para eso está el comisario Jaritos y su concienzuda investigación, para distraernos. De eso se trata, ¿no?

Petros Márkaris en la Biblioteca UPM

Ana Carrizosa

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