Sor Juana Inés de la Cruz

La mexicana Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695), Juana Inés de Asbaje en el siglo, fue una escritora de vida enigmática y la más importante del Siglo de Oro. Su ingenio, su obra perfecta y sus recursos la colocan al lado de Calderón, de Quevedo y de Góngora en la antologías. Fue un personaje excepcional, plenamente consciente de ser mujer, que aprendió a leer en la biblioteca de su abuelo y estuvo al servicio de los Virreyes. Decía Octavio Paz, que le dedicó un trabajo titulado: Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe, que tuvo que hacerse monja para poder pensar. Su celda era en realidad un enorme espacio de dos pisos donde se hacían tertulias, contaba con una imponente biblioteca, música y criadas. Allí escribe poemas eróticos y comedias que defienden el derecho de la mujeres al saber.

Hombres necios

Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
*
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué quereis que obren bien
si las incitáis al mal?
*
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
*
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
*
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
el mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
*
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
*
Opinión, ninguna gana:
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana
*
¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?
*
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

María José Rodulfo

2 comentarios

  • Beatriz Álvarez

    Fascinante mujer Sor Juana. Fue una intelectual en toda regla y una adelantada a su tiempo (por desgracias, a veces pienso que incluso al nuestro). En cuanto a su poema (¡cómo lo disfruto casa vez que lo leo!), creo que resulta más elocuente que cualquier manifiesto feminista.

    Un cordial saludo.

  • Maria Jose Rodulfo

    Ella no era sumisa como querían los hombres del siglo XVII y si tomaba iniciativas amorosas. Era libre y actuaba en el filo.
    Leerla es muy estimulante, a mi también me encandila, y desde luego más de este mundo que del otro.

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